7 años sin Julio López

Se cumplen ya 7 años desde aquél 18 de septiembre de 2006, cuando por segunda vez fue secuestrado y desaparecido Jorge Julio López, testigo clave en el juicio que condenó pocos días después al represor Miguel Osvaldo Etchecolatz, mano derecha del jefe de la Policía Bonaerense durante la última dictadura cívico-militar, Ramón Camps.

Desde hace 7 años seguimos exigiendo la aparición con vida de López, y todo lo que recibimos fueron vagas especulaciones, mentiras, pistas falsas y silencio por parte de los gobiernos nacional y provincial. Desde el mismo momento en que se conoció la noticia de su desaparición, justo cuando se producían los alegatos de su querella durante el juicio a Etchecolatz, apuntamos contra esa anacrónica y prebendaria estructura policial bonaerense, dentro de la cual siguen actuando uniformados vinculados con la dictadura. Una enorme camarilla que, a más de treinta años del genocidio perpetrado por militares y civiles en nuestro país, siguen manteniendo intactos buena parte de los privilegios con los cuales autogobiernan las fuerzas de seguridad en la provincia, con la connivencia de las autoridades y fuerzas políticas tradicionales.

Con la desaparición de López, quisieron dar la clara señal de que seguían con fuerza, que aún mantenían ese poderío que les permite decidir sobre la vida de nuestro pueblo. Algo que siguen demostrando día a día, con los casos de gatillo fácil, las torturas en comisarías y cárceles, las mafias del narcotráfico y la delincuencia organizada. Una situación incluso reconocida por el entonces ministro de seguridad de la Provincia, Carlos Arslanian, que ante el pedido por parte de familiares y compañeros de Julio López de investigar la relación entre actuales miembros de la bonaerense con la represión durante la última dictadura, se negó por “tener que garantizar la gobernabilidad de la fuerza”. Una corporación que sigue en pié, como lo demuestra el mensaje del ex jefe de la Policía de la Provincia de Córdoba, que tras renunciar luego de la comprobación de la participación activa de dos comisarías en una red de narcotraficantes, instó a la “unidad” en la fuerza: “Si estamos unidos, es difícil que nos puedan derrotar”.

Y preocupa sobremanera ver como las autoridades provinciales y nacionales no sólo actúan tibiamente ante eso, sino que legitiman los discursos represivos que no hacen otra cosa que engordar a estos sectores. La aceptación y promoción de las políticas de mano dura por parte de Nación y Provincia -con la militarización de nuestras ciudades y el guiño favorable a la baja de la edad de imputabilidad-, no hacen otra cosa que fomentar el crecimiento de estos sectores corporativos mientras la justicia avanza a cuentagotas sobre los responsables políticos y materiales del genocidio.

Pero en los últimos meses la política logró ir aún más allá. Como cuando la presidenta Cristina Fernández, en La Plata, tuvo el mal gusto de asegurar que “nadie puede desaparecer de ningún lado, al contrario, estamos todos vivitos y coleando”, al referirse a las desapariciones forzadas realizadas durante la última dictadura. Parece olvidarse de casos como el de Luciano Arruga, torturado por la bonaerense en una comisaría de Lomas del Mirador, las miles de mujeres secuestradas cada año para ser ingresadas a las redes de trata con la protección de los aparatos policiales, y, claro, Jorge Julio López.

Hace siete años que las organizaciones sociales y movimientos populares pedimos la aparición con vida de Jorge Julio López y una investigación profunda del caso. Así como reclamamos acciones urgentes contra la “maldita policía”, que sigue impune, vivita y coleando por los barrios y calles de nuestras ciudades. Una vez más, desde el Frente Popular Darío Santillán – Corriente Nacional y Patria Grande salimos a manifestar nuestro compromiso con los derechos humanos de ayer, y de hoy. Exigimos que se avance en la búsqueda del compañero López, así como en el juicio y castigo a los responsables de ésta y todas las desapariciones en democracia. Porque sin López, no hay Nunca Más.

Frente Popular Darío Santillán – Corriente Nacional // Patria Grande