El diario de la agonía de Jesús Santrich
Desde la cárcel y ahora desde una fundación de la Conferencia Episcopal ha enviado cartas reiterando su inocencia, que asegura defenderá hasta la muerte. Desde el primer día en que Jesús Santrich fue detenido en el búnker de la Fiscalía General de la Nación empezó a escribir lo que ha llamado: “la última batalla por la dignidad”. Fue cuando seguró que preferiría morir de hambre antes que vivir en una cárcel colombiana o de los EEUU. Entonces inició una huelga de hambre que ayer completó 37 días, enarbolando que todo es un montaje de la derecha colombiana, la fiscalía y la (in)justicia norteamericana.