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Mundo :: 04/03/2008

El asesinato de Benazir Bhutto y la estructura de poder de Pakistán

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Benazir Bhutto, la ex primera ministra de Pakistán que había regresado del exilio recientemente para participar en las elecciones, fue asesinada al dejar un mitin político en Rawalpindi el 27 de diciembre.

Había escapado de un previo intento horas después de su regreso el 18 de octubre. El gobierno del Presidente Pervez Musharraf acusó inmediatamente a Baitullah Mehsud, un comandante militar tribal del noroccidente del país quien supuestamente está cercano a Al-Qaeda, de organizar su asesinato. Horas después del asesinato, antes de que se conociera ningún detalle, el Presidente de Estados Unidos George Bush apoyó esa teoría con un pronunciamiento culpando a los “extremistas” anti-régimen. Telefoneó a Musharraf para expresarle que Estados Unidos continuaba apoyando su mandato.
Sin embargo, el partido de Bhutto, el Partido Popular de Pakistán, mantiene que ciertos elementos dentro del gobierno y del Servicio Interno de Inteligencia (SII) son los responsables. Inmediatamente después de su muerte grandes multitudes participaron en protestas violentas en Karachi, Lahore y muchos otros lugares. En los ataques a edificios del gobierno y otros símbolos del gobierno que duraron por varios días, la gente gritaba, “Musharraf es un perro” y otras consignas culpándolo directamente de su asesinato.
El asesinato de Benazir Bhutto ha sumido más profundamente a Pakistán en una crisis que ha sacudido a todos los sectores del país, con un impacto potencialmente de gran alcance a través de la región. El caos, la incertidumbre y la volatilidad que ha marcado este país durante el último año han incrementado los peligros y problemas para el imperialismo estadounidense. Los intereses son grandes porque Pakistán es de importancia estratégica para Estados Unidos y ha jugado un papel importante sirviendo a los intereses de Estados Unidos en los últimos 30 años, tanto en la Guerra Fría y como con las secuelas del 11 de septiembre de 2001. De hecho, esta situación ha generado dudas básicas acerca de hacia dónde se está encaminando el país. Incluso su existencia como un Estado federal unificado no está muy clara.
Cada asunto político parece ser una fuente de controversia que concentra la contradicción entre el pueblo y el partido dominante, la contradicción entre el pueblo y los imperialistas, y la contradicción entre los distintos imperialistas. El espectro de Pakistán colapsando persigue a Estados Unidos y Gran Bretaña, los dos países que han dominado por largo tiempo al país. Pero el pueblo ha estado también tomando cada oportunidad de mostrar su odio y confrontar a los gobernantes del país y los imperialistas que los apoyan.

¿Quién mató a Benazir Bhutto?

No hay duda de que el asesinato de Bhutto generó conmoción, dolor y rabia en muchas personas, especialmente en aquellas que esperaban que ella trajera un cambio a Pakistán y terminara la miseria que ha estado sucediendo más que nunca durante el mandato militar de Musharraf. La familia de Bhutto ha sido un elemento clave de la clase dominante en contienda mucho antes de que Inglaterra creara el país. El padre de Benazir, Zulfikar Ali Bhutto, fue el primer Primer Ministro del país que llegó al poder a través de una elección parlamentaria. Fue expulsado del gobierno por el General Zia ul-Haq en 1977 a través de un golpe militar y ejecutado dos años más tarde. Su hermano Shahnawaz Bhutto fue envenenado misteriosamente en el sur de Francia en 1985; a otro hermano Murtaza, le dispararon en 1996 en Karachi. La viuda de Murtaza culpó a Benzair; Benazir culpó al SII y al ejército. De cualquier forma, el hecho de que la violencia es la única forma en que las clases dominantes de Pakistán pueden zanjar rivalidades y disputas políticas fue otra fuente de la rabia expresada en las calles después de que ella fuera asesinada.
La crisis y el caos que se han tragado a Pakistán después de la muerte de Benazir se generó no sólo por el dolor, sino quizás más bien por las circunstancias y la controversia que rodearon su muerte. El gobierno anunció que había muerto cuando se golpeó la cabeza contra la palanca del techo corredizo de su carro. Pero los oficiales del Partido Popular de Pakistán y los testigos insistieron que le habían disparado en el cuello y el pecho. “Había una herida de bala en su nuca. Entró en una dirección y salió por la otra… Todo mi carro está cubierto con su sangre, mi ropa, todos,” dijo la vocera del PPP Sherry Rehman a la BBC.
Incluso más básicamente, mucha gente no cree en la afirmación del gobierno de que murió a manos de fundamentalistas islámicos. El gobierno alegó haber interceptado una conversación telefónica indicando que Baitullah Mehsud estaba detrás del asesinato. Pero en una llamada telefónica a los medios, un vocero del líder tribal de Waziristán del Sur Maulana Omar dijo, “Él no está involucrado en este ataque” y agregó, “Es contra la tradición y la costumbre tribal atacar a una mujer.” El PPP acusó al gobierno de tratar de incriminar a Mehsud, diciendo que él le había enviado a Bhutto un mensaje diciéndole que él no estaba involucrado en las bombas de Karachi que casi la mataron en octubre.
De hecho, después del ataque de Karachi, a pesar de los intentos del gobierno de inundar los medios con alegatos de que los fundamentalistas islámicos estaban detrás del ataque suicida, la misma Bhutto acusó a elementos en el partido dominante pro-Musharraf. Es claro que Bhutto temía que esos elementos dentro de los círculos dominantes estaban planeando matarla. Por ejemplo, sólo unos cuantos días antes de su retorno del exilio, en una entrevista con el Guardian (15 de octubre de 2007) dijo, “Yo no estoy preocupada por Baitullah Masood [Mehsud]. Estoy preocupada por la amenaza dentro del gobierno… personas como Baitullah Massod sólo son peones. Son esas fuerzas detrás de él que han presidido el ascenso del extremismo y la militancia en mi país.” Ella especificó que sus “enemigos más potentes” eran los oficiales militares retirados “que han luchado la jihad… Ellos tienen muchos que los apoyan y simpatizantes dentro de los escalones de la administración y la inteligencia.”
Después del primer intento de asesinato contra ella, ella planteó el mismo punto con varios periodistas incluyendo Patrick Cheval, el periodista francés, y el periodista inglés Jason Burke. Envió un correo electrónico al presentador de CNN Wolf Blitzer acerca de la amenaza contra su vida, indicando que si algo le pasara, “Yo responsabilizaría a Musharraf.” Ella le pidió que hiciera público su correo después de su muerte.
La implicación del gobierno de Musharraf o los militares o incluso los elementos dentro del ejército y el SII en la muerte de Bhutto es imposible de saber ahora, y puede que nunca se sepa. Pero considerando todas estas indicaciones, es igualmente duro ignorar los papeles que algunos sectores del gobierno podrían haber jugado en su asesinato. Entre algunos observadores y analistas serios que tienen pocos intereses en tomar partido, hay un consenso mínimo de que aunque los fundamentalistas islámicos llevaron a cabo este asesinato, no lo podrían haber hecho sin la ayuda de algunos elementos dentro del ejército o el SII.
La declaración de confianza de Bush en la inocencia de Musharraf tranquilizó a pocas personas en Pakistán; de hecho, sólo aumentó la rabia de la aplastante mayoría de pakistaníes con Musharraf por su servilismo con la odiada potencia. La reacción del gobierno inmediatamente después del asesinato, tales como los aparentemente falsos testimonios de cómo murió, la falta de una autopsia, la prisa en limpiar la escena del asesinato que pudo haber destruido la evidencia, ha alimentado las sospechas del pueblo.
Estas sospechas no han sido calmadas por la decisión del gobierno de aceptar una investigación por parte de Scotland Yard, especialmente considerando los antecedentes probados de los oficiales de Gran Bretaña en cubrir o justificar asesinatos políticos. Otra vez, esto simplemente revela el grado al cual Musharraf ha puesto a su país e incluso su propio destino en manos de los imperialistas. Quizás Musharraf aceptó esta investigación porque, como Bush, antes de que ningún hecho se conociera, el gobierno de Gordon Brown ya le había expresado su apoyo. Los resultados de esta investigación dependerán de las decisiones políticas tomadas por Estados Unidos y Gran Bretaña, por encima de todo sobre la base de sus cálculos en cómo asegurar mejor la supervivencia del régimen militar, con o sin su líder actual. Estados Unidos y Gran Bretaña han dejado en claro que su confianza no es en Musharraf como individuo, sino en el ejército pakistaní.

¿Por qué fue asesinada Bhutto?

Desde la creación de Pakistán hace 60 años, golpes militares, ejecuciones, asesinatos, conspiraciones y otras formas de violencia entre sus gobernantes reaccionarios han caracterizado la escena política. Cualquiera que entra en este juego político tiene que estar preparado para dicha violencia. Casi ninguna cabeza de Estado ha sido capaz de sobrevivir más de una década. Esto no es extraño considerando que el país ha sido gobernado por los militares la mayor parte de su existencia. El ejército ha jugado un papel central incluso durante los llamados gobiernos civiles. Es la institución más fuerte del país, no sólo militar y políticamente si no también económicamente, penetrando todos los sectores de la economía. El papel de los miliares está mucho más relacionado a la forma que el país fue fundado a través de la intervención británica, su desarrollo desde entonces bajo el tutelaje primero de Inglaterra y luego de Estados Unidos, y el papel que se le ha dado a jugar en el mundo dominado por el imperialismo.
A pesar de su lealtad a los imperialistas de Occidente, especialmente a Estados Unidos, la familia de Bhutto no se ha considerado siempre que encaje bien con esa estructura política. Aunque son una de las familias khan (feudales) más poderosas del país y estaban cercanos a los ingleses durante el mandato colonial, y habían aprendido a defender los intereses de las clases dominantes, querían desplazar al ejército del corazón de la vida política de Pakistán y reconfigurar la relación entre las instituciones políticas y el aparato militar. Buscaban establecer el tipo de estructura política a través de la cual muchos países oprimidos son gobernados, en donde las elecciones disimularan la dictadura de los terratenientes y grandes capitalistas asociados con la economía imperialista mundial, y en la cual los representantes políticos de estas clases dominantes comandaran la máquina militar. Por eso es que el autor William Dalrymple llamaba a Benazir Bhutto “una señora feudal electoral”.
Además del ejército, el otro pilar de la formación de Pakistán en el curso de los últimos 60 años ha sido el Islam, cuyo rol se ha vuelto más crucial. El país fue fundado basado en el Islam como la cosa principal que sus diversos pueblos tenían en común. Esta religión fue usada como un arma en la disputa de Pakistán con India sobre Cachemira. Luego vinieron la Guerra Fría y la guerra contra la ocupación rusa de Afganistán. Pakistán tuvo que jugar el papel de tierra del Islam para acomodar y apoyar a todos los mujaidines que los imperialistas occidentales animaran a venir de alrededor del mundo. El Islam y el ejército se volvieron partes integrales de la estructura de poder de Pakistán.
Después del 11 de septiembre de 2001, a pesar de que Musharraf alegaba estar combatiendo al fundamentalismo, fortaleció el papel de las fuerzas islámicas e incrementó su cuota de poder. Políticamente, sus aliados más cercanos han sido, sin excepción, elementos que simpatizan con el fundamentalismo islámico.
Puede que el imperialismo estadounidense se haya cerrado los ojos a esta realidad, pero no es ajeno a la estructura de poder de Pakistán ya que ha sido el principal partidario de la formación de un sistema como ese al servicio de sus intereses estratégicos. No hay duda de que esta situación contradictoria ha creado problemas para los objetivos de Estados Unidos en la región y en el mundo, pero hasta ahora, Estados Unidos ha sentido que no tiene una buena alternativa a este acuerdo.
Sería difícil afirmar que la familia Bhutto, especialmente Benazir Bhutto, fuera laica, ya que muchas veces promovió el Islam y las fuerzas islámicas. También es un hecho indiscutible que durante el tiempo en que Benazir fue Primera Ministra los servicios de inteligencia de Pakistán ayudaron a los talibanes a tomarse el Poder en Afganistán. Pero la estructura de poder pakistaní no podría tolerar incluso una pequeña dosis de laicidad en la familia de Bhutto y su partido asociado, el PPP. Esto podría ser otro factor detrás de la relación tóxica entre la familia y el ejército.

¿Quién era Bhutto?

Benazir Bhutto no era desconocida para el pueblo de Pakistán. Ya había sido Primera Ministra dos veces, una vez en 1989 y luego en 1993-96. Las masas no se beneficiaron de su mandato. Es verdad que ella no era un general o un mullah, pero era leal a los intereses de los señores feudales y la burguesía burocrática, y más que todo, los intereses de Estados Unidos y otros imperialistas. Durante sus períodos en el gobierno, hubo al menos tantos asesinatos extra-judiciales, casos de tortura y muertes en custodia como los hubo antes, si no más. La corrupción dentro de los oficiales de alta jerarquía no fue menos que antes, incluso más. Cualquiera que fueran las ilusiones que algunas personas podían haber tenido debido a su género, las ordenanzas “Hudood” anti-mujer a través de las cuales el General Zia ul-Haq reinstauró la sharia (ley islámica) permanecieron en vigor.
En los últimos años, alegaba que podía hacer un mejor trabajo que Musharraf sirviendo a los intereses estadounidenses y británicos. Por mucho tiempo las autoridades estadounidenses la ignoraron. Ella mostró su frustración escribiendo un artículo en agosto de 2006 criticando el apoyo de Occidente a Musharraf.
“Para mí el patrón es una consecuencia de que Occidente le permita a los regímenes militares reprimir las aspiraciones democráticas del pueblo de Pakistán, siempre que sus dictadores apoyen de labios para fuera las metas políticas de la comunidad internacional. El nuevo dictador pakistaní, el General Pervez Musharraf, ha jugado de segundón con Occidente, dando apoyo ocasional en la guerra contra el terror para mantener a Estados Unidos e Inglaterra a su lado mientras él se dedica a arrestar y exiliar líderes de oposición, diezmar partidos políticos, presionar la prensa y retrasar por una generación los derechos humanos y de las mujeres” (Guardian, 23 de agosto de 2006).
Mientras Musharraf se hunde más profundo en la crisis en la que está sumido Pakistán, y su impopularidad cada vez sale más a la superficie, Occidente no tiene ninguna opción salvo intermediar un acuerdo entre Bhutto y Musharraf para salvar el orden básico de ese país. Pero su dependencia de los imperialistas fue mucho más allá. Bhutto prometió repetidamente el acceso a los militares de Estados Unidos en el Noroeste, la región tribal de Pakistán, como parte de su solución al problema “terrorista”, para mostrar que ella podía ser más útil a Estados Unido que Musharraf. (Después de su muerte, las autoridades estadounidenses han dicho que podrían enviar sus comandos en gran escala de todas formas, le guste a Musharraf o no, aunque la falta de su permiso y los gritos de protesta pueden ser tomados como si fueran solamente para consumo público.)
Las promesas de Bhutto de que, a diferencia de la dictadura militar de Musharraf, ella traería “democracía” suenan particularmente huecas ya que no apoyó las manifestaciones de los abogados durante mayo y junio de 2007 después de que Musharraf despidió al jefe de la Suprema Corte cuando se rehusó a rendirse a los deseos del general. Ella le dijo al Senador Aitzaz Ahsan, un abogado prominente que también era abogado principal del depuesto jefe de justicia Iftekhar Chaudhary, que “él estaba con el jefe de justicia o con el Partido Popular de Pakistán. El político educado en Cambridge convertido en abogado de derechos humanos permanece bajo arresto domiciliario y sigue apoyando la independencia judicial. También retiró su solicitud a participar en las elecciones” (International Herald Tribune, 31 de diciembre 2007-1º de enero de 2008).
En una palabra, el programa de Benazir Bhutto para combatir a los fundamentalistas y la dictadura militar era continuar la misma dictadura de clase, con menos prominencia para los fundamentalistas y la actividad del ejército tras bambalinas, dependiendo de los imperialistas estadounidenses e ingleses y sirviendo a las clases reaccionarias internas. Pero, en la situación mundial actual, su plan podría haber sido inaceptable para algunos de sus compañeros de juego.

Los sucesores de Bhutto

Finalmente, unos cuantos puntos acerca de los sucesores de esta mujer que se había nombrado a sí misma “presidenta vitalicia” del partido que ha sido básicamente propiedad de su familia. En su testamento, proclamó a su esposo Asif Ali Zardari el nuevo líder del partido. Esto es problemático, ya que Zardari no le gusta a casi nadie. Mucha gente lo considera más interesado en el enriquecimiento personal que en el futuro del país. En una reunión del comité central del PPP, se decidió que su hijo de 19 años Bilawal, ya que comparte su sangre, tomaría el nombre Bhutto y sería su heredero. Por ahora, él sigue estudiando, con Zardari como regente. Este comportamiento feudal sinvergüenza dentro del partido revela mucho acerca de la familia Bhutto y su partido.
Mientras Benazir Bhutto pretendía combatir por un tipo diferente de Islam y un tipo distinto de estructura neo-colonial para estabilizar a un país que Estados Unidos necesita “estabilizar” desesperadamente bajo su bota, el país se hundía más y más profundo en crisis incluso mientras ella luchaba por este plan. El compromiso entre Musharraf y Bhutto entraba en más y más dificultades. Pero sin ella, la situación no se va a volver más estable.
El hecho es que la intervención de los imperialistas en esta parte del mundo ha puesto a este país al centro de un juego peligroso por más de 60 años y especialmente desde el 11 de septiembre. Esta situación ha alcanzado un punto de ebullición. Por eso se ha generado una tras otra crisis en Pakistán. El país tendrá tiempos mucho más peligrosos en el futuro, y las masas sufrirán más con la situación creada por estas fuerzas reaccionarias.

 

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