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Cuba, Cuba, Anti Patriarcado :: 04/12/2016

Fidel, la Revolución Cubana y la igualdad de género

Santiago Mayor
En 1979 se despenalizó la práctica de la homosexualidad, adelantándose a países como Francia donde esto sucedió en 1981

Si algo ha caracterizado siempre a la Revolución Cubana y a Fidel es su capacidad de autocrítica y corrección del rumbo hacia el socialismo. La lucha por la igualdad de géneros y contra el machismo no es la excepción.

Los años difíciles

Previamente a la revolución (1959) Cuba contaba con una ley de divorcio y el aborto era legal. El proceso encabezado por Fidel extendió estos derechos. En 1965 el gobierno revolucionario instituyó el aborto seguro y gratuito en instituciones públicas de salud (antes solo se podía realizar en clínicas privadas). Ese mismo año también se aprobó la educación sexual en las escuelas.

Sin embargo, en paralelo y durante aquellos años, gays y lesbianas eran denunciados y en algunos casos recluidos en centros de salud por considerarlos enfermos. Más allá de lo repudiable que resulta esto cabe recordar que no era una excepcionalidad del país caribeño y ni siquiera del campo socialista. La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró a la homosexualidad como una enfermedad hasta el año 1990.

Ante este panorama en el año 1972 la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), conducida por Vilma Espín, creó un grupo dentro de la organización para evaluar y censar los distintos tipos de discriminación hacia personas LGBTI. Este espacio logró el estatus de “asesor del Parlamento cubano” en 1976. Así se dieron los primeros pasos del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).

Durante los años siguientes el Centro prosiguió su trabajo y comenzó a editar publicaciones para concientizar sobre distintos temas relacionados a la igualdad de géneros. Mariela Castro -diputada nacional, actual titular del CENESEX e hija de Raúl Castro y Vilma Espín- comentó que “uno de esos libros titulado El hombre y la mujer en la intimidad de Sigfred Schnabel (un científico de Alemania Oriental), publicado en 1979, fue el best seller del año y afirmaba que la homosexualidad no era una enfermedad”. Era la primera vez que una pluma científica hacía un planteo de esas características en Cuba.

Sin embargo, la segunda edición del libro fue censurada por el editor. “Mi madre entró en una rabia terrible y le garantizo que el editor pasó sin duda el peor momento de su vida”, sostuvo Mariela Castro y agregó: “Como homófobo no soportaba la idea de que la homosexualidad pudiera considerarse algo natural en el ser humano, además, [dicho] por un científico de Alemania del Este, comunista como nosotros”.

También durante 1979 se despenalizó la práctica de la homosexualidad adelantándose a países como Francia donde esto sucedió en 1981.

A pesar de estos problemas y aún con resistencias, en 1989 el CENESEX pasó a depender del Ministerio de Salud Pública, convirtiéndose así en un organismo estatal.

Fidel promueve un trabajo sin prisa pero sin pausa

La caída del campo socialista y el ingreso de Cuba en el llamado “período especial” obligaron al país a priorizar cuestiones básicas como la alimentación, la salud, la educación, la producción de energía, entre otras. Sin embargo, el trabajo del CENESEX no se detuvo y siguió avanzando en la implementación y desarrollo de políticas públicas que favorecieran la ampliación de derechos.

A principios de la década de 2000, el CENESEX comenzó un trabajo de mayor fuerza con los sectores de la comunidad LGBTI.

En 2004, tras recibir varias denuncias de la comunidad trans respecto a acoso policial y arrestos injustificados el Centro elaboró un plan que consistió en varios puntos: la formación de esa comunidad en torno a sus derechos sexuales y la prevención del SIDA, así como también la presentación de un proyecto ante el Partido Comunista y el gobierno para que trabaje sobre las fuerzas policiales. En el mismo sentido, desde 2008, gracias a un trabajo conjunto con otras dependencias del Ministerio de Salud se consiguió aprobar “una serie de procedimientos de asistencia de salud especializada que necesitan las personas transexuales”, incluyendo cirugías de adecuación genital de manera gratuita, siendo el primer país en implementarlo.

Por otra parte, en el año 2007 se realizó la primera Jornada contra la Homofobia el día 17 de mayo. Desde entonces se llevaron a cabo todos los años ganando apoyo social y gubernamental.

En 2008, con el apoyo del Ministerio de Cultura y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), el evento pasó a durar toda una semana en la que se realizaron actividades culturales y debates en torno a este tema. En 2009 se realizaron en Santiago de Cuba y contaron por primera vez con el apoyo y participación del Partido Comunista y el Ministerio del Interior. En los últimos años también se incorporó la Central de Trabajadores Cubanos (CTC).

La actualidad y los desafíos por delante

Gracias al trabajo realizado por el CENESEX y la comunidad LGBTI de Cuba hoy los debates en torno a la igualdad de géneros y la diversidad sexual han alcanzado una mayor difusión y han logrado transformaciones en la sociedad cubana.

El CENESEX cuenta con un Consejo Jurídico en el cual se presta asistencia a las personas víctimas de atentados a sus derechos fundamentales por su orientación sexual. Este servicio se inauguró en 2007. El Centro también publica una revista de sexología que se distribuye nacionalmente.

Además, a partir del trabajo realizado, en la actualidad existen telenovelas cubanas que abordan temáticas LGBTI (algo impensado tan solo unos años atrás) y los medios de comunicación han empezado a incluir la agenda de forma más abierta.

En 2013 por primera vez una persona transexual ocupó un cargo político en la historia de Cuba. Adela Hernández fue elegida como delegada por sus vecinos en el poblado de Caibarién, provincia de Villa Clara. Por su trabajo de enfermera le tocó “atender casos graves y trato de establecer una relación humana con los pacientes y sus familiares. Gracias a eso me ven como un ser humano también ellos a mí y se dan cuenta de que la preferencia sexual de cada uno no tiene importancia”, explicó Adela.

Antes de ser delegada, fue presidenta de un Comité de Defensa de la Revolución durante 29 años. De joven estuvo presa por sus preferencias sexuales, sin embargo, explica: “Me tracé la meta de que nadie me pueda doblegar, que nadie pueda obligarme a hacer lo que yo no quiera”. “Yo no puedo seguir arrastrando rencores por mis sufrimientos, porque todo país comete errores y Cuba los cometió con nosotros pero ha tenido la osadía de reconocerlo”, añadió.

Mariela Castro, actual diputada nacional, ha comenzado a trabajar para incluir en el Código de Familia el derecho a la libre orientación sexual y la identidad de género autopercibida (actualmente, solo se permite si hay intervención quirúrgica). Así como también la unión entre personas del mismo sexo con los mismos derechos que las personas heterosexuales.

El camino ha sido difícil y sigue siendo sinuoso, pero las cosas han empezado a cambiar. La vitalidad de la Revolución Cubana se ve en sus permanentes transformaciones y capacidad de autocrítica. En ese ejemplo que durante toda su vida dio Fidel. Siempre con el objetivo de fortalecer el socialismo.

www.notas.org.ar. Extractado por La Haine

 

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