Che Lofredo
¿Por qué parece que es el único estudioso del tema que tiene contacto directo con estos movimientos? ¿Se trata de un guerrillero emboscado tras una computadora? El camino hasta Buenos Aires en la búsqueda de un enigma.
El año pasado el fantasma de Jorge Lofredo apareció en mi vida. Fue en algún momento mientras terminaba detalles de mi libro sobre la historia de los movimientos armados (México Armado 1943–1981) de próxima publicación. Tal fantasma surgió como el de un experto en guerrillas latinoamericanas que se hacía cada vez más presente en un pequeño círculo interesado en el tema. Todo inició cuando mi amigo Alejandro Jiménez, coautor del libro, dirigió mi atención hacia la página de Lofredo en la red (www.cedema.org), que tiene información privilegiada de una decena de guerrillas mexicanas activas y de otra decena más en Latinoamérica. ¿Había surgido una versión cibernética de Ernesto Che Guevara? Nadie sabía de él. Los mismos estudiosos que consultan su página me decían que vivía en Chiapas, en Oaxaca o en el Distrito Federal.