Entrevista con Ricardo Pereyra (UTAA): "Luchamos contra la extranjerización de la tierra"

Se va haciendo costumbre. Cada tanto, en los alrededores del Palacio Legislativo, un campamento de UTAA (Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas). Fieles a una historia revolucionaria que se remonta a la época de Raúl Sendic, lo "peludos" volvieron a Montevideo. Acompañados esta vez por los compañeros de SUDORA (que reúne sobre todo a trabajadores de la naranja de Salto) y los de OSDOR (similar actividad pero en Paysandú). Algunos de los que pasan por allí no sabrán que están haciendo, mientras que a otros -que sí lo saben-, ya no les importa. Para el colectivo En Lucha, son un símbolo del sindicalismo clasista y de aquellas demandas todavía -y cada vez más- vigentes: reforma agraria, expropiación del latifundio, y tierra para el que la trabaja. Lo que sigue es una transcripción de lo que conversamos en el campamento con el compañero Ricardo Pereyra,

- ¿Qué motiva en esta ocasión la instalación del campamento?

- Tenemos un proyecto para destinar 2000 hectáreas para 91 familias, a razón de unas 15 hectáreas para plantar caña de azúcar y otras 5 para diversificar agricultura por cada familia. Este es un proyecto sólidamente estudiado y apoyado en la labor de técnicos que nos han asesorado. Lamentablemente lleva más de 2 años circulando entre el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, el Instituto Nacional de Colonización y por otros organismos gubernamentales. El Instituto Nacional de Colonización firma esta tarde (27 de febrero) la compra de la tierra. Pero de las 2000 hectáreas solo piensan darnos 500, lo cual altera gravemente nuestro proyecto. Además hemos reivindicado un subsidio de 15 mil pesos mensuales por familia, a pagar en la fase primaria de preparación de tierras, siembra, etc., hasta llegar a la primera cosecha. ALUR debería financiar maquinaria, insumos y otros gastos. También reivindicamos soluciones de tierras para los compañeros de CALPYCA y CAINSA.

- ¿Cuál ha sido la respuesta del gobierno del Frente Amplio?

- Como dijimos solo nos quieren dar 500 hectáreas. Aparentemente quieren que nos desgastemos. Hemos logrado cosas en estos años, aunque a cuentagotas. Así parece pasar en este caso, nos dan algo para que nos quedemos tranquilos y nos conformemos. Sabemos que la restante fracción mayoritaria se la van a dar a gente que no conocemos, lo más seguro que por favoritismo político. Así ha pasado con ALUR. Hay una gran inflación de la plantilla de sus trabajadores, por puestos que se dispensan por favoritismo político. Hay 400 trabajadores, cuando con la mitad o menos sería suficiente Hay, por ejemplo, lugares con 10 electricistas, donde hace falta solamente uno o dos. Ello contribuye a generar déficit.

- ¿Cómo interpretan que un gobierno que se dice de izquierda asuma este comportamiento?

- No esperábamos esto. Esperábamos otras soluciones. No les planteamos que nos regalen nada. Solo tierras y recursos para trabajar. - ¿Han recibido apoyo solidario de organizaciones sociales y políticas?

- Se han acercado varios sindicatos que han aportado dinero y víveres para la olla, así como grupos políticos de izquierda. Tenemos acceso a varios locales sindicales cercanos, para que los compañeros y compañeras puedan usarlo a propósito de la higiene, caso de los trabajadores molineros y la Unión de Trabajadores del CODICEN. Nos da la impresión que en otros sindicatos provocamos cierta reticencia, tal vez por algunas de nuestras posturas críticas.

- ¿Qué avances esperan obtener con esta nueva acción de movilización y propaganda?

- Primariamente, que se sepa la situación en que nos encontramos. Hay una visión que se difunde oficialmente que es distinta a la que ocurre en la realidad. Algunas cosas hemos conquistado; pero por ejemplo, en Paysandú ALUR está construyendo una planta y otras más en Montevideo y ello juega contra el interés de los trabajadores de UTAA.

- ¿Qué carácter programático le da UTAA a sus reivindicaciones y su lucha?

- Luchamos contra la extranjerización de la tierra y contra el hecho de que la tierra quede en manos de un puñado de personas y empresas. Que la tierra, patrimonio nacional, pase a manos de los asalariados rurales, que la han trabajado toda la vida y están dando la pelea para poseerla y gestionarla.

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