Ecuador: Comunicado del Movimiento Guevarista

“Unidad, Unidad, Unidad”
Simón Bolívar

Ese es un requerimiento histórico de los pueblos del Ecuador, que por la acción de los gobiernos capitalistas y el imperialismo se ha visto trunco, pues en este país han sabido aplicar el adagio del padre de la política occidental moderna “divide y reinaras” condensado por Maquiavello; para ello el establecimiento no ha escatimado esfuerzo, ni recurso alguno, con agilidad cada que se ha proyectado procesos unitarios de diversos sectores las garras del oprobio han estado presentes para romperlos y garantizar su continuidad.

Pero ha pesar de esa nefasta acción los pueblos y sus organizaciones, han caminado y caminan por este requerimiento histórico, más de una vez han conjuntado sus intereses y reivindicaciones particulares, a los intereses colectivos y estratégicos de los pueblos. Para ello muchas de las veces han tenido que superar sus direcciones o presionar a las mismas para caminar en ese sentido, lo cierto es que muchas de las organizaciones y sectores sociales enfilan por transformaciones profundas, por que el trabajo, la tierra, la educación, la salud sea una norma consustancial en el cotidiano vivir de lxs ecuatorianxs.

Pero este camino no ha sido fácil, ya decíamos la nefasta acción del poder burgués en estos procesos, a ello se suma la inconsecuencia que muchas organizaciones, o sus dirigentes sería mejor dicho, han contribuido en que no cuaje la unidad. Viejas y nocivas prácticas políticas de descalificar al que no esta de acuerdo con su organización, el hegemonismo y el vanguardismo, que como práctica pretende imponer las ideas de unos sectores sobre los otros, el menosprecio a la calidad y cantidad de organizaciones son parte de este proceso. Intolerancia y desconocimiento de la diversidad hacen práctica que decíamos ha contribuido a dispersar el movimiento social y popular en el Ecuador.

Hoy nuevamente, numerosos sectores sociales y organizaciones vienen adelantando un proceso de unidad, para enfrentar el vendaval de mandatos, decretos y leyes que el gobierno actual viene imponiendo contra derechos y conquistas alcanzadas al calor de la lucha y que ni el propio neoliberalismo había logrado eliminar nos referimos:

• varios artículos de los mandatos emitidos en Montecristi,
• el decreto 1701 que coarta la contratación colectiva y limita la organización sindical,
• el decreto 1780 que rompe con la declaratoria constitucional de un Estado laico al propiciar y entregar recursos a las ordenes religiosas para la denominada evangelización educativa,
• La Ley de empresas públicas que de un plumazo saca a miles de trabajadorxs de este sector del Código del Trabajo y por ende elimina los beneficios adquiridos en los contratos colectivos.
• La propuesta de Ley de Seguridad y la creación de la denominada Secretaria de inteligencia, que garantiza la orden debida inmunizando a los ejecutores de la política represiva, criminaliza la protesta social,
• La propuesta de Ley de Educación Superior, que elimina la autonomía universitaria, el cogobierno estudiantil,
• Las entreguistas propuestas de Ley de Aguas y Soberanía Alimentaria, que pone importantes recursos para la subsistencia al servicio del mercado capitalista.

A ello se suma la judicialización y criminalización de la protesta social como ha sucedido con los compañerxs de Dayuma, los campesinos que con dignidad resisten la imposición de la minería y la explotación transnacional de esos recursos, como ha sucedido con las organizaciones y personas participantes en el Congreso de la CCB; no debemos olvidar la persecución y el amedrentamiento a dirigentes que se oponen a las políticas anteriormente mencionadas por parte de grupos paramilitares y la proliferación de grupos denominados de limpieza social que impunemente actúan y emiten regulares comunicados.

Frente a ello, como decíamos, se viene avanzando un importante proceso de unidad que se concreta a partir de la convocatoria de la FEPE (Federación de Estudiantes Politécnicos del Ecuador), que tiene como tránsito las diversas movilizaciones realizadas por la FETRALPI (Federación de Trabajadores Libres de Pichincha) y la CEOSL (Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres), las distintas reuniones y movilizaciones de trabajadorxs públicos, municipales y de los Consejos Provinciales, de la salud, del magisterio y las resistentes huelgas de obrerxs de empresas privadas; Unidad que cobra un cauce mayor con las propuestas emanadas desde la ECUARRUNARI (campesinxs e indígenas).

Este es un trabajo que se viene labrando al calor del debate, del dialogo y la movilización, la construcción de una agenda colectiva, de una plataforma de lucha que recoja las principales aspiraciones de transformaciones estructurales al Ecuador y que como paso táctico propone un encuentro de organizaciones sociales y populares, para emprender unitariamente el camino de la lucha como legítimo mecanismo de defensa de los desposeídos frente a la opresión y explotación capitalistas.

Proceso que debemos fortalecer desde todos los espacios, actuar con transparencia y honestidad, vigorizando el debate fraterno, la solidaridad, el respeto a la diversidad y las organizaciones como mecanismo de proyecciones estratégicas de liberación. De lado deben quedar los cálculos premeditados, los intereses mezquinos, pues se trata de avanzar, de construir, de generar organización, resistencia y combate. Por ello nos atrevemos a parafrasear una canción que señala que no se molesten en entrar quienes no están dispuestos a dar el corazón y la vida.