Movimiento anticorrupción nepalí revela vínculos del gobierno con Israel

El movimiento juvenil, autodenominada la “Gen Z”, que lanzó un levantamiento contra el régimen en Nepal, ha criticado los estrechos vínculos entre Katmandú y el régimen israelí, llamando la atención sobre la presencia de colonos supremacistas israelíes con antecedentes militares, en medio de crecientes protestas contra la corrupción y la falta de oportunidades económicas.

Se estima que entre 7000 y 10 000 israelíes visitan Nepal cada año, y la representación diplomática de Israel monitorea sus actividades. Actualmente, alrededor de 200 israelíes se encuentran refugiados en la Casa Jabad en Katmandú mientras la ciudad permanece bloqueada tras las protestas.

Israel emitió un aviso de viaje pidiendo a sus ciudadanos quedarse en casa o abandonar este país en el sur de Asia para evitar que los disturbios se propaguen.

Según informes, la mayoría de los "turistas" son personal militar israelí, incluidos los heridos de la guerra en Gaza, que buscan tratamiento mediante actividades como el senderismo en el Monte Annapurna, organizadas por la Fundación Erez, una empresa fundada y dirigida por el ex teniente coronel israelí Shimon Pariente.

Nepal ha mantenido relaciones diplomáticas con Israel desde 1960, y el régimen israelí tiene una influencia constante en la cultura, el comercio, la agricultura de Nepal.

Más importante aún, Israel ha equipado y tomado el control de la modernización del ejército nepalés y se ha hecho cargo de la seguridad del país en tiempos de crisis, lo que quizás hace que el papel del régimen sionista sea más significativo en las circunstancias actuales.

Dados estos lazos, la élite gobernante en Katmandú condenó rápidamente el ataque reivindicativo del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) contra Israel el 7 de octubre de 2023.

Israel también participa en la economía nepalí, dependiente de las remesas, que representa el 33 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Además, Israel emplea a trabajadores nepaleses bajo acuerdos bilaterales, muchos de los cuales enfrentan condiciones laborales abusivas.

Periodistas y activistas han denunciado que el envío de trabajadores a Israel pone en riesgo sus vidas y plantea interrogantes sobre la complicidad de Nepal en las acciones genocidas de Israel en Gaza.

El periodista Kanak Mani Dixit declaró que “Israel busca satisfacer su escasez de mano de obra reclutando trabajadores de Nepal, poniendo así en peligro sus vidas.”

“Junto con el derecho a la vida de los trabajadores nepaleses, el intento de enviarlos a Israel en este momento plantea la cuestión de si el Estado nepalí está ayudando e instigando el genocidio israelí contra el pueblo palestino”, indicó Dixit.

Según el diario local Himalayan Times, hay alrededor de 5000 nepalíes trabajando en los territorios ocupados por Israel.

Las protestas recientes reflejan un amplio descontento contra la corrupción y el nepotismo de la élite política y económica, que ha mantenido estrechos vínculos con Israel durante más de seis décadas.

Al menos 19 manifestantes de entre 18 y 25 años murieron y 400 resultaron heridos el lunes cuando la policía disparó balas de goma y munición real contra las manifestaciones provocadas por la prohibición de las redes sociales el 4 de septiembre en medio de dificultades económicas y corrupción gubernamental.

En un comunicado emitido el martes, el movimiento “Gen Z” afirmó que “el futuro liderazgo de Nepal debe estar libre de afiliaciones a partidos políticos arraigados, ser totalmente independiente y seleccionado sobre la base de su competencia, integridad y calificaciones”.

“Exigimos un gobierno transparente y estable que trabaje en interés del pueblo y no para el beneficio de individuos corruptos o élites políticas”, añadieron.