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Medio Oriente, Medio Oriente :: 04/11/2017

Nuevo informe detalla la "extendida represión sistémica" de menores en Jerusalén Oriental

Sheren Khalel
El régimen terrorista de Israel tiene unas fuerzas policiales terroristas, no podría ser de otra manera

Un nuevo informe publicado por grupos israelíes de derechos humanos, reveló un "abuso amplio y sistémico por parte de las autoridades israelíes" de cientos de niños y adolescentes palestinos detenidos en la ocupada Jerusalén Oriental.

Los grupos también encontraron casos de abuso infantil mientras estaban bajo custodia policial israelí.

Encontraron que "adolescentes palestinos de Jerusalén Oriental son sacados de la cama en medio de la noche, esposados e interrogados innecesariamente sin darles la oportunidad de hablar con un abogado o con sus padres antes de que comience el interrogatorio y sin informarles de su derecho a permanecer en silencio”. "Luego los retienen bajo duras condiciones, en repetidas ocasiones en prisión preventiva por un período adicional de días e incluso semanas, después de que el interrogatorio haya terminado. En algunos casos todo esto va acompañado de abuso verbal o amenazas y abuso físico".

Por ejemplo, el 23 de octubre, las fuerzas israelíes irrumpieron en la aldea de Issawiya, en Jerusalén Oriental, en violentas redadas nocturnas, lo que desató enfrentamientos entre jóvenes locales y fuerzas israelíes fuertemente armadas.

Los enfrentamientos no eran nada nuevo para el conflictivo pueblo, ubicado cerca de la Universidad Hebrea de Israel y el Hospital Hadassah, pero lo que generalmente suele acabar en un puñado de arrestos y lesiones dejó un saldo de 51 palestinos detenidos y apresados por las fuerzas israelíes, 27 de ellos entre 15 y 18 años, según el Comité palestino de Asuntos de los Prisioneros.

"Los niños se encuentran solos en una situación amenazadora y desconcertante sin que nadie les explique de qué son sospechosos, cuáles son sus derechos, con quién pueden consultar, cuánto durará el proceso y cuándo regresarán a sus hogares con sus familias", declaró el informe.

"Hasta que no los liberen no tienen adultos cerca en los que puedan confiar y se mantiene a sus padres alejados. Estas prácticas de arresto e interrogatorio dejan a las autoridades libres para presionar a los menores detenidos a confesar las acusaciones" aunque sean falsas.

Al menos el 81 % de los niños fueron esposados antes de ser introducidos en un vehículo policial, mientras que al 70 % se les mantuvo con restricciones durante sus interrogatorios.

El informe encontró que solo el 70 % ciento de los menores fue informado de que tenían derecho a guardar silencio, por temor a ser perjudicados si no respondían a las preguntas de la policía.

Los grupos descubrieron que en muchos casos a los niños se les entregó el número de teléfono personal del interrogador haciéndole creer que era el de un abogado.

Más de la mitad de los niños dijeron que en los interrogatorios les gritaban amenazas y abusos verbales. Casi una cuarta parte no pudieron usar el baño o solo les daban comida después de interrogarlos.

El 83 % de los menores dijeron que una gran razón para firmar confesiones era porque tenían hambre: el 80 % de las confesiones estaban en hebreo, por lo que los niños no podían leer lo que estaban firmando.

Detrás de los arrestos

Según el grupo de derechos de los presos Addameer hay varias razones principales por las que las fuerzas israelíes eligen arrestar a menores en la Jerusalén Oriental ocupada, además de mantener la ley y el orden.

Addameer cree que los soldados y policías israelíes atacan a los jóvenes como una forma de ejercer presión sobre las familias y las comunidades, presionándolos para que "pongan fin a la movilización social" contra la ocupación. Además, Addameer descubrió que arrestar a los niños cuando son pequeños podría disuadirlos de participar en enfrentamientos y lanzamiento de piedras, el cargo más común contra los jóvenes. Por último Addameer informa de que ha recopilado testimonios que sugieren que los niños son "rutinariamente" arrestados y se les pide "convertirse en informantes" y "proporcionar información sobre figuras prominentes involucradas en actividades de defensa y de otros niños que participan en manifestaciones".

El informe de B'Tselem y HaMoked concluyó que la política israelí hacia los niños de Jerusalén Oriental es una política ejercida intencionalmente y utilizada por el Estado para presionar a los palestinos de la ciudad para que se vayande Jerusalén Oriental, tratando a la población como personas ajenas al sistema.

"El sistema de justicia de Israel está, por definición, en un lado de la cancha con los palestinos en el otro: los policías, los guardias de la prisión, los fiscales y los jueces son siempre ciudadanos israelíes que arrestan, interrogan, juzgan y encierran a adolescentes palestinos a los que ven como enemigos que quieren dañar los intereses de la sociedad israelí".

Mondoweiss. Traducido del inglés para Rebelión por J. M. Extractado por La Haine

 

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