Panamá: Lucha popular y organización campesina

Durante toda la vida republicana nos han sido negados los espacios de participación política transparente, real y efectiva por parte de la oligarquía con sus elecciones fraudulentas, los militares con su imposición dictatorial y hoy empresarios corruptos junto a políticos profesionales con sus mecanismos de control absoluto mediante la "partidocracia".

Ante esta realidad, en abril del 2007, FRENADESO, en su Congreso Constitutivo, llamó a todos los sectores sociales del pueblo panameño a organizarse en sus centros de trabajo o de estudio y en sus comunidades indígenas, campesinas y populares, en barrios, vecindarios, pueblos y caseríos. Convencidos de que las respuestas a las necesidades de las masas empobrecidas y marginadas solo se alcanzan a través de la lucha organizada.

Conscientes de ello, los campesinos del país decidieron unificar sus esfuerzos organizativos en la Unión Campesina Panameña (UCP), la cual se propone como objetivos fundamentales impulsar las luchas a nivel nacional, frenar y derrotar las políticas neoliberales, a los latifundistas y empresarios explotadores, los proyectos de muerte que se adelantan en el interior del país. Igualmente enfrentar el ALCA, TLC y Plan Puebla-Panamá, proyectos ingerencistas que acabarán con los productores agropecuarios nacionales y afectará nuestra soberanía y seguridad alimentaria.

Para nadie es un secreto el profundo nivel de pobreza en que vive el campesinado y la población indígena del país. Mientras que la clase dominante se jacta de un crecimiento económico, que se sustenta en muy pocas actividades económicas (principalmente terciarias) y se concentra en muy pocas manos (menos del 20% de la población), la pobreza y el desempleo siguen creciendo. Por provincia, salvo el caso de Panamá, Herrera, Los Santos y Colón, el resto de las provincias (Darién, Bocas del Toro, Coclé y Chiriquí), presentan niveles de pobreza por encima del 50%, es decir, más de la mitad de la población que habita en estas áreas no logra cubrir plenamente la satisfacción de sus necesidades materiales de vida.

En términos organizativos, la UCP pasa a llenar el vacío que impusiera a sangre y fuego el régimen militar, quienes con torturas, desapariciones, asesinatos de dirigentes populares y cooptación de organizaciones campesinas mediatizó la pujanza que traía este sector en las décadas del cincuenta y sesenta. La UCP dota al sector campesino de una expresión social, organizativa e independiente, que les permitirá manifestarse con planteamientos propios en el acontecer nacional.

En este sentido, saludamos al campesinado, quienes decidieron constituir la Unión Campesina Panameña (UCP), que aglutina a diversas organizaciones de distintas provincias del país, las cuales vienen luchando contra los proyectos transnacionales, como la minería, hidroeléctricas, así como por el derecho a la tierra, mejor calidad de vida de los campesinos e indígenas y por el respeto a su identidad cultural.

La UCP se constituye en firme pilar de FRENADESO, que debe luchar por construir poder popular y enarbolar la bandera de la convocatoria popular a una Asamblea Constituyente Originaria con plenos poderes que dé paso a una nueva sociedad próspera, democrática y con justicia social. Hay que hacer valer la voluntad popular y el derecho a la organización independiente, a la libre expresión y a manifestarse públicamente que tienen los sindicatos, gremios, asociaciones y la ciudadanía en general, mismos que vienen siendo vulnerados por los sucesivos gobiernos.

La situación de crisis socio-económica, política y moral, a la cual la clase dominante ha arrastrado a la sociedad y al Estado panameño, exige de los sectores cívicos, progresistas, patrióticos, democráticos y populares, una respuesta urgente y efectiva que apunte hacia cambios estructurales impostergables que permitan el adecentamiento del país, su democratización política y la equidad económica y social que claman las grandes mayorías nacionales.

En la medida en que seamos capaces de organizarnos para desarrollar y fortalecer el poder popular desde abajo, será el propio pueblo el que estará construyendo su genuina alternativa de poder político, la cual será distinta a aquella de las clases que hoy ostentan el poder político y de las instituciones en las cuales se sustentan. Como elemento fundamental de este planteamiento señalamos que al construir poder popular levantada desde el seno del pueblo, por los sectores populares y para las clases populares, estaremos construyendo otra forma de organización social y política, una sociedad más justa, humana, de colectividad comunitaria, de respeto y bienestar común, ese otro Panamá Posible que anhelamos los sectores populares.

-El autor es obrero de la construcción, secretario general del SUNTRACS y miembro de la Dirección Nacional de FRENADESO.

O. Artículo publicado en La Estrella de Panamá el 27 de enero de 2008. Kaos en la Red