Policía Colombiana dispara a estudiantes en protesta pacífica.

Excesivo uso de la fuerza / detenciones arbitrarias.
Informe tomado de OMCT.

El Secretariado Internacional de la OMCT solicita su intervención
URGENTE ante la siguiente situación en Colombia.

Breve descripción de la situación

El Secretariado Internacional de la OMCT acaba de ser informado por
la Corporación Colectivo de Abogados "José Alvear Restrepo", miembro
de la Red de la OMCT, del excesivo uso de la fuerza por parte de la
policía antimotines y de la detención arbitraria de varios
estudiantes y profesores en hechos ocurridos en la Universidad del
Valle, en Cali, y en la Universidad Distrital "Francisco José de
Caldas", en Bogotá.

De acuerdo con la información recibida, el 22 de septiembre de 2003,
hacia la 01h30 de la tarde, en predios de la Universidad del Valle,
se presentaron 6 agentes del grupo de reacción de la policía, quienes
se transportaban en motocicleta, armados con fusiles galil, y a 30
metros de la entrada principal de la Universidad empezaron a disparar
los fusiles y pistolas contra un pequeño grupo de aproximadamente 20
estudiantes, por lo cual el estudiante de psicología Jhon Edward
Osorio Grisales, se paró en la puerta a gritarle a los demás
estudiantes que corrieran hacia adentro. Todo esto ocurrió cuando
los estudiantes realizaban una protesta de manera pacífica en la
avenida Pasoancho, adyacente al Campus universitario, en contra de
la privatización y liquidación de la Empresas Municipales de Cali,
manifestación que estaba siendo escoltada por la policía
metropolitana de Cali, al mando del coronel Ramírez, quien permaneció
en compañía de un agente de apellido Gonzáles y de miembros del ESMAT
(Escuadrón antidisturbios de la policía).

De acuerdo con las informaciones, el estudiante Jhon Edward Osorio
Grisales corrió detrás de los otros estudiantes y cuando se
encontraba cerca de la puerta, los policías de las motos, a los
cuales se sumaron otros más, ingresaron a la universidad disparando
ráfagas de fusil y de varios tipos de armas, hasta herirlo por las
balas. Los policías siguieron disparando y el joven Jhon Edward
Osorio Grisales, recibió otra bala, aparentemente de fusil, que le
dieron en la parte baja de la espalda, los estudiantes que trataban
de ayudarlo cayeron al piso y fueron rodeados por los policías
quienes los golpearon con puntapiés y arrastraron al joven hacia la
puerta de la Universidad mientras el comandante de la policía
metropolitana, de apellido Ramírez, gritaba que lo mataran y
amenazaba con su pistola a los que se aproximaban. Sin embargo,
varios estudiantes y trabajadores protestaron ante los policías para
exigir que dejaran llevar a Jhon Edward Osorio Grisales al servicio
médico, siendo amenazados y golpeados y quedando con contusiones
varios de ellos, quienes tuvieron que ser tratados médicamente.

Según los informes, el estudiante, gravemente herido, pudo ser
llevado finalmente hacia una ambulancia y a las Urgencias de la
Clínica Valle de Lilí, por personas que eran atacadas por los
miembros de la policía con disparos, golpes y gases lacrimógenos.
Varios estudiantes que querían acompañarlo fueron agredidos
brutalmente por la miembros de la policía antidisturbios, como consta
en imágenes de noticieros de televisión, y otros fueron detenidos,
entre ellos los Sres.: María del Rosario Perdomo, quién acompañaba a
Jhon Edward Osorio, detenida por la policía cuando se encontraba
realizando las gestiones pertinentes para que el joven fuera
atendido. A ella la trasladaron inmediatamente hasta la Sijin del
Barrio Ciudad Modelo. En la Clínica también fueron detenidos los
estudiantes Lenin David Campo, Walter Julián Rodríguez, Luis Ángel
López, Ana Carolina Marcel, Natalia Peña, Edwin Andrés Sánchez,
Andrés Felipe Arenas, Sandra Maritza Castro, Juan Carlos Barreto,
quienes fueron llevados al interior de una tanqueta de la policía.
En la tanqueta, otro estudiante, Juan Carlos Barreto, sufrió de
asfixia y parálisis y fue ingresado de urgencia a la mencionada
Clínica.

De igual manera y sin que mediara ninguna autoridad civil, los
miembros de la policía controlaron la unidad de cuidados intensivos
de la clínica e ingresaban una y otra vez hasta donde se encontraba
el joven Jhon Edward Osorio Grisales hasta tomarle pruebas de
Absorción Atómica.
Jhon Edward Osorio, fue intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones
pero tiene pronóstico reservado, pues el impacto de fusil que recibió
por la espalda, le afectó varios órganos delicados, y el impacto de
otra bala le destruyó parte de la arteria aorta. Durante todo el
tiempo, han circulado mandos de la policía en la sala de cuidados
intensivos de la clínica y le han puesto vigilancia policial. La
familia del joven ha tenido que soportar, la presencia, el control y
el hostigamiento de quienes lo hirieron. Los informes agregan que
posteriormente se conoció que el estudiante Jhon Edward Osorio está
siendo procesado judicialmente, acusado de porte ilegal de arma y
ataque a la fuerza pública.

Los informes agregan que, en otro momento, los estudiantes que se
encontraban en asamblea en los predios de la universidad descubrieron
que entre ellos estaban dos personas de civil, armadas, las cuales
intentaron disparar contra los estudiantes. Según los informes, al
finalizar la tarde, los estudiantes fueron entregados a la personería
Municipal de Cali y a la Rectoría de la Universidad, así como los
miembros de la policía que estaban vestidos de civil dentro de la
universidad, fueron entregados por los estudiantes a la policía.

De acuerdo con las informaciones de fuentes confiables, en otro
hecho, el 24 de septiembre de 2003, hacia las 12h00 del día, la
policía antimotines de Bogotá irrumpió en las instalaciones de la
Universidad Distrital "Francisco José de Caldas" y procedió a golpear
y a detener, sin presentar ninguna orden judicial, a varias personas
de las que se encontraban en predios del establecimiento educativo,
ocupando de manera pacífica parte de la cafetería y del edificio del
Programa de Física, como un acto de rechazo al nombramiento
antidemocrático del rector del centro educativo. Según los informes,
como resultado de la agresión, al menos sesenta personas entre
estudiantes y profesores de la mencionada Universidad, fueron
golpeados y privados de la libertad arbitrariamente. Los informes
agregan que una parte de estudiantes que permanecía en clase, fue
igualmente golpeada y sacada por la fuerza de sus aulas. En las
horas de la tarde, todos los edificios que componen la sede de La
Macarena, permanecían acordonados, sin que el resto de estudiantes
pudiera salir de allí.

Según las denuncias varios vehículos y tanquetas se presentaron con
las placas de identificación cubiertas y los agentes antimotines
ocultaron también sus identidades. Hasta el momento no se conocen
mayores informaciones sobre la situación física ni judicial de los
detenidos durante esta incursión policial.

El Secretariado Internacional de la OMCT se encuentra seriamente
preocupado por el excesivo uso de la fuerza por parte de la policía
contra los estudiantes universitarios de la Universidad del Valle en
Cali y de la Universidad Distrital en Bogotá, y recuerda que el 16 de
septiembre de 2003, hacia las 06h30 de la tarde fue asesinado el
dirigente estudiantil Sr. Jairo Roberto Moncayo Pascuaza, de 26 años
de edad, estudiante de 10 semestre de Sociología de la Universidad de
Nariño y miembro del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos
Humanos, seccional Nariño, en hechos ocurridos frente a la iglesia
del barrio San Felipe, en la ciudad de Pasto.

Acción solicitada
Por favor escriban a las autoridades en Colombia urgiéndolas a:

i. garantizar la seguridad y la integridad física y psicológica de
todas las personas detenidas durante los hechos arriba mencionados;
ii. ordenar la inmediata liberación de todos los detenidos, en caso
de ausencia de cargos legales válidos o, en el caso de que estos
cargos existan, llevarlos ante un tribunal competente e imparcial y
garantizarles sus derechos procesales en todo momento ;
iii. realizar una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial en
torno a las circunstancias de estas detenciones, en particular al
excesivo uso de la fuerza por parte de la fuerza pública con el fin
de identificar a los responsables, llevarlos a juicio y aplicar las
sanciones penales y/o administrativas previstas por la ley;
iv. garantizar el respeto a los derechos humanos y las libertades
fundamentales en todo el país, de conformidad con el derecho interno
y las normas internacionales de derechos humanos.

Ginebra, 26 de septiembre de 2003.