Ecuador: 25 y 26 de febrero, 24 Congreso de la Fetralpi

Sujeto revolucionario

En cada época histórica los sectores que producen la riqueza, se han convertido en los sujetos revolucionarios, en el capitalismo la situación no es distinta y la clase obrera se constituye en la clase revolucionaria, que consciencia, organización, educación y lucha echará al traste este sistema de explotación.

Con un persistente, sistemático y multifacético vendaval ideológico se ha pretendido eliminar por decreto la existencia de la clase obrera: se proclamo el fin de la historia y el reino del capitalismo, se ha arremetido con todo el aparato del Estado burgués para desarticular el movimiento obrero, se lo ha reprimido e ilegalizado, por todos los medios se impide la organización de sindicatos, asociaciones y diferentes formas organizativas de los obreros, las centrales sindicales han sido divididas, desviadas de sus planteamientos originales; se ha criminaliza la protesta y denodadamente se busca corromper a los dirigentes para que abandonen el camino de la lucha y se entreguen a los afanes del sistema capitalista.

A pesar de toda esa prédica y práctica del sistema nadie ha podido negar el carácter revolucionario de la clase obrera y su papel trascendental en las luchas por la liberación y construcción de una nueva sociedad. Es decir la clase obrera continúa siendo un sujeto revolucionario, que dotado de conciencia ideológica, organización y métodos de lucha transformará el sistema actual, junto con los otros sectores sociales.

Nadie puede negar el papel de ese sector social y por ello es que la burguesía arremete cotidiana y permanentemente pretendiendo anular su papel, pues obviamente una huelga, una paralización de este sector afecta directamente el elemento más sensible del sistema, el económico, golpea directamente el bolsillo de los explotadores.

No son tiempos fáciles a pesar del triunfalismo en muchos lados del reformismo y su desviacionismo y confusión creada, pues sectores de derecha se han apropiado del discurso de cambio y transformación, se ha construido un mundo de lo aparente donde desde el discurso se habla de revolución pero, la terca realidad, va demostrando lo contrario.

Se hace necesario ir tejiendo con paciencia y conciencia el movimiento obrero, sacándole de los vicios que el capitalismo ha sembrado en su seno, de ese discurso inmovilizador y conciliador con los sectores dominantes.

Para ello se debe trabajar diariamente desde la sencillez de la base, innovando y siendo creativos, fomentando la unidad en la acción. Para ello se hace necesario formación de nuevos cuadros en el movimiento sindical, levantar un sistemático y articulado proceso de educación política y sindical.

Se debe forjar una disciplina que impida que la acción y la ideología del sector antagónico penetre las filas del movimiento sindical, generar una fortaleza ideológica y una conciencia de clase que conlleve nuevos y elevados niveles de lucha por la defensa, conquista de los derechos de la clase trabajadora y de los pueblos en general.

Recuperar la memoria histórica del movimiento sindical, forjar una mística en el trabajo y el compromiso, recuperar iconos simbólicos que movilicen y generen adhesiones es una tarea fundamental. Son algunos de los elementos que abren una más amplia discusión de la clase obrera, su papel y su rol en las luchas de liberación de nuestros pueblos.

http://fetralpi.blogspot.com/2011/02/24-congreso-fetralpi.html