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:: 28/09/2005

Uruguay: Las privatizaciones progresistas

La lucha continúa
En el funcionamiento del capitalismo dependiente cumple un rol sobresaliente la intervención del Estado a la hora del rescate en las quiebras de la economía privada

Editorial

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Tras la crisis económica del año 2002 y la quiebra de varias instituciones bancarias se conformó con los activos de varios de estos bancos (Banco Comercial, Montevideo y Caja Obrera) una nueva entidad llamada "Nuevo Banco Comercial".

El Nuevo Banco Comercial (NBC) es una institución pública regida por el derecho privado. Hoy en día la mayor cantidad de depósitos y actividad financiera está bajo intermediación estatal. Precisamente la crisis económica que destruyó enormes masas de capital, concentró y centralizó la propiedad en todas las ramas de la economía. La socialización financiera la tuvo que realizar inevitablemente el Estado como único garante final de la continuidad del ciclo de reproducción. De esta forma perdimos, como sociedad, una oportunidad inmejorable para avanzar en la estatización y nacionalización de todo el sistema bancario y financiero. Un extraño frente conformado por el imperialismo, la burguesía (en todas sus fracciones) y la burocracia sindical y política de la izquierda obturaron esta perspectiva.

La privatización de esta entidad es uno de los requisitos exigidos por el FMI. Solo la agrupación "RUC" (810...) de AEBU se manifestó en contra (ver abajo). Lo extraño y preocupante es la información trascendida sobre la aceptación unánime de los trabajadores del propio NBC para pasar a la órbita privada en forma definitiva los 1.000 millones de dólares de activos hoy propiedad del Estado. ¿A qué niveles de cooptación ideológica llegaron estos trabajadores? ¿A qué punto de sometimiento a la burguesía hemos llegado?

II

Agreguemos ahora algunos elementos más del contexto y la posible perspectiva.

El ministro de Economía anuncia la meta de reducir la relación PBI/Deuda (actualmente en el 100%) a un 60% en el quinquenio. ¿Cómo se quiere lograr esto? O aumentando la extracción de riqueza sobre el país que representa el pago de la deuda, o con el crecimiento económico. Pero al mismo tiempo, el propio Fondo Monetario anuncia la previsión de que el crecimiento del PBI se irá enlenteciendo en los años próximos, ya se ha enlentecido respecto al año pasado. Esto no tiene nada de extraño: el crecimiento reciente ha sido solamente una recuperación débil luego de una recesión profunda en el año 2002.

El país pudo evitar un colapso total sin cambiar el modelo macroeconómico por medio del sencillo expediente de tomar más deuda y patear la pelota para adelante, para el futuro, es decir, para el presente de hoy. Podría haber ocurrido que el jugador que recibe semejante pelotazo en contra se rebelase contra un juego tan sucio. Pero no, todo lo contrario, Astori alabó entonces y alaba ahora la "salida" del 2002, y se disciplina a la misma. De esta forma, y según lo dice el propio FMI, esa leve recuperación económica se agota, porque se agota la base en que se apoya.

Como vemos, abatir la relación PBI/Deuda aumentando radicalmente el PBI (el tan conversado "País Productivo") es una fantasía cada vez más lejana. Solamente queda entonces seguir pagando la deuda externa en detrimento de la deuda social y de la inversión pública.

La huelga de los médicos del MSP y la incipiente rebeldía de distintos sectores de trabajadores, como los docentes, algunos del sector privado (es particularmente destacable el conflicto del CASMU) son los nuevos elementos que tiñen el panorama. Al mismo tiempo el gobierno empieza a mostrarse (por boca de algún ministro mediático) "cansado". Rascan la lata, según lo dicen reiteradamente, pero no hay más. El PANES se estanca. ¡Hasta el ejército ha comenzado a licenciar a la tropa porque no tiene con qué darle de comer!

Descartada la inversión pública, ¿qué pasa con la inversión privada? El presidente Tabaré Vázquez ha tratado de ajustar los términos del Tratado de Inversiones con EEUU para ver si puede hacerlo tragar por la propia fuerza política. Lo hace por su cuenta, pocas semanas después de haber dicho que no se iba a meter en nada, ya que era exclusivamente un tema del parlamento. Pero, aún si ese un camino para atraer la inversión privada, ¿qué inversión privada sería?

Ya lo estamos viendo: el gobierno ha aprobado la exoneración impositiva de la empresa Botnia, que operaría en un régimen de "zona franca". Más allá de todos los elementos objetables que tiene el proyecto de las plantas de celulosa, además y todavía su impacto sobre el crecimiento de la recaudación fiscal sería mínimo. Y ese es el esquema del Tratado, y de todos los proyectos de atracción de inversiones que presenta este gobierno: aportarán riqueza a los inversores, pero no recursos con los que el estado pueda pagar la deuda. ¿Con qué, entonces?

 

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