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Mundo, Europa :: 05/04/2011

Post-scriptum: sobre la izquierda francesa y la guerra en Libia

Jean Bricmont
El discurso de la izquierda, que se repite en todas las guerras, es la versión, adaptada a la crisis actual, del "ni-ni" (ni OTAN ni Milosevic, ni Bush ni Saddam...)

Varios lectores me han hecho notar que la primera versión de la entrevista publicada en el sitio de Investing'Action y traducida al castellano por SinPermiso ("Libia frente al imperialismo humanitario"), era demasiado rápida y amalgamaba diversas posiciones de la izquierda. Veamos, pues, con más detalle dichas posiciones.

El diputado europeo Mélenchon, que es sin lugar a dudas el hombre político más importante de la izquierda del PS, apoya la guerra y rechaza incluso utilizar este término porqué la guerra está autorizada por la ONU.1

Si se adopta este punto de vista tampoco se puede hablar de "guerra de Corea", o de "primera guerra del Golfo", ya que también estaban autorizadas por la ONU. Si Mélenchon se basa en la resolución ¿como la interpreta (como Rusia, como la Liga Árabe)? ¿Y que responde a quienes estiman que ya ha sido violada por los países agresores o a quienes, como el jurista italiano Danilo Zolo, subrayan que esta resolución viola la Carta de la ONU?2. Además, puede que la resolución de la ONU permita a Francia intervenir, pero no la obliga a ello. La intervención continúa siendo una elección política puramente francesa (incluso si el grueso del esfuerzo de guerra recae de hecho en los Estados Unidos).

Mélenchon también piensa que ello permitirá salvar a las revoluciones árabes, amenazadas por la represión de Gaddafi. ¿Se da cuenta de que este apoyo a las revoluciones árabes se hace en compañía de Sarkozy y de los emiratos que, o bien no saben lo que hacen, o bien se han convertido de repente a la revolución? Mélenchon piensa que esta intervención conviene a los intereses de Francia, a saber "tener lazos con el mundo árabe. No hay futuro posible para Francia si se opone al sentimiento mayoritario de la mayoría de los pueblos del Magreb, es decir por la libertad y contra los tiranos". Bien, el Sr. Mélenchon vive en un país donde incluso es ilegal promover un boicotpacífico contra Israel. ¿Quien puede creer, ni por un segundo, que la actitud actual de apoyo a los rebeldes va a ser interpretada por los pueblos del Magreb como un apoyo a la libertad y no como, por ejemplo, una voluntad de controlar un estado petrolífero como Libia, o de retomar pie militar y políticamente frente a las revueltas árabes y orientarlas, en tanto que posible, en función de los intereses occidentales?3

Vayamos al PCF [Partido Comunista Francés], que expresa su "oposición total" a toda intervención militar4. Señalemos en primer lugar que Mélenchon declara: "He votado la resolución del Parlamento europeo de acuerdo con la dirección del PCF y de la Izquierda unitaria, de acuerdo con mi colega eurodiputado comunista Patrick Le Hyaric", lo que te deja perplejo respecto a la oposición total del PCF a cualquier intervención militar (¿donde ha ido a parar la disciplina de partido? y, si Mélenchon miente ¿por qué no lo denuncia?) Ciertamente la declaración de Roland Muzeau5 (hecha después de mi entrevista) es valiente y se puede aprobar.

Pero los argumentos empleados en otras declaraciones dejan perplejo: cuando el PCF expresa su oposición total a la guerra, declara que "responsables de la insurrección popular han expresado varias veces su rechazo a una intervención de este tipo", lo que es el peor argumento posible, visto que dichos responsables han cambiado de opinión y que evidentemente su opinión depende principalmente de las relaciones de fuerza sobre el terreno. La cuestión que debería plantearse, pero que no se hace, vista "la urgencia" es saber si el papel de las tropas francesas consiste en intervenir en todas partes donde se les pide (en Gaza, del lado palestino, por ejemplo, si se les pidiera). En otro comunicado, el PCF reitera "su pleno apoyo a las fuerzas que actúan por la democracia en Libia, con el Consejo Nacional de Transición"6.

Dejemos de lado el hecho de que nadie sabe si los rebeldes actúan por la democracia (en el sentido en que nosotros la entendemos) y que los documentos de Wikileaks siembran la duda sobre esta cuestión7. Pero es incoherente otorgar su "pleno apoyo" a unas fuerzas políticas y rechazar al mismo tiempo su principal exigencia, a saber, los bombardeos sobre las tropas contrarias. Los rebeldes no tienen necesidad, evidentemente, de grandes declaraciones de solidaridad hechas en París, sino de armas, aviones, bombas, etc. Notemos de paso que lo mismo vale para los combatientes afganos, palestinos, bahreinianos, etc. Nadie tiene necesidad de una "solidaridad" puramente verbal y que no implica ninguna acción política concreta.

El colmo de este tipo de declaración de "solidaridad" ha sido sin duda alcanzado por el "Llamamiento del Colectivo de solidaridad con el pueblo libio"8, que denuncia "la complicidad de los gobiernos occidentales" en el momento (19 marzo) en que éstos están ya bombardeando Libia, probablemente violando la letra de la resolución, exige el "Reconocimiento del Consejo nacional de transición interino (único representante legítimo del pueblo libio") así como una "justicia ejemplar contra los crímenes de Gaddafi". Y ¿como van a conseguirse todas estas cosas tan bonitas sin una guerra total? El llamamiento está firmado, entre otros, por ATTAC, la LDH, el NPA, el PCF, el PG y el PIR.

Después de esto es difícil no hacer amalgamas con las posiciones de la izquierda. Evidentemente, el mismo tipo de razonamiento se encuentra en los grupos salidos del trotskismo. El NPA "reafirma su apoyo a los insurgentes libios contra la dictadura"9, al mismo tiempo que se interpone a la intervención occidental, pero sin explicar que significa su apoyo si niega a esta insurrección aquello que más desea (una intervención armada). La LCR habla claramente de "fracaso del chavismo"10, debido a las propuestas de solución negociada avanzadas por la Alianza bolivariana (señalemos de paso que la oposición a esta guerra no proviene solamente de Chávez, sino también de los 42 partidos de izquierda de América Latina11).

Este tipo de discurso, que se repite en todas las guerras, es la versión, adaptada a la crisis actual, del "ni-ni" (ni OTAN, ni Milosevic, ni Bush, ni Saddam, ni Hamas ni Netanyahu)12. Por una parte, se aceptan todos los argumentos de la propaganda de guerra sobre los crímenes del enemigo, hoy de Gaddafi, pero ayer de Milosevic o de Saddam, sin interesarse jamás en fuentes de información alternativas13 y se afirma el apoyo total a la causa en cuyo nombre se lleva a cabo la guerra ((los Albano-Kosovares, los Kurdos, las mujeres afganas, o la oposición libia). Luego se rechaza la intervención militar "imperialista" que es precisamente lo que reclaman aquellos a quienes se "apoya", sin proponer ninguna otra alternativa que no sea verbal. Se habla de armar a los rebeldes (que ya lo están), lo que es una forma de injerencia (y ¿qué hacemos si este armamento no es suficiente?). Se lanzan palabras al aire sobre las brigadas intencionales (¿quién va a organizarlas?).

Es evidente que este tipo de argumentación "contra" las guerras no convence a casi nadie y abre una avenida a los contra-argumentos de la izquierda intervencionista; es de suponer pues que Francia será el país donde las manifestaciones contra la guerra serán más débiles (como es sistemáticamente el caso en las cuestiones de guerra y paz desde la crisis de los misiles en los años 1980). El problema de fondo es que no hay ninguna reflexión alternativa a la doctrina de la injerencia humanitaria.

Ninguna reflexión sobre el militarismo ni sobre lo que sería una política de paz y de desarme, ninguna reflexión sobre el mundo multipolar que se está instalando y sobre lo que significaría un verdadero internacionalismo en su interior, y ninguna reflexión sobre el efecto desastroso de las políticas imperialistas norteamericanas. Se reacciona con urgencia a cada crisis "para salvar a los civiles" diciendo que luego ya se reflexionará. Pero como la reflexión no llega nunca, siempre nos quedamos con "la urgencia", es decir a remolque del discurso dominante. Todo el mundo, especialmente la izquierda, adora burlarse de BHL, pero en realidad, la victoria de la revolución (o de la contrarrevolución) en el pensamiento francés conseguida por los nuevos filósofos en los años 70-80 ha sido total. A partir de esta época, el pensamiento político ha sido reemplazado por una especie de religión de la culpabilidad.

Francia y los franceses son eternamente culpables, especialmente del régimen de Vichy y de las deportaciones y, en menor medida, del colonialismo y de la guerra de Argelia; los numerosos "ex", comunistas, maos, etc., son "culpables", ellos, de los crímenes de Stalin, Mao o Pol Pot. Este clima engendra, a nivel interior, una voluntad extraordinaria de control de cualquier pensamiento o palabra heterodoxa, que, por así decirlo nos devolvería "a las horas más sombrías de nuestra historia", por utilizar la fórmula consagrada. Esto evita cualquier pensamiento independiente del discurso dominante, por lo menos en temas como el de la soberanía nacional. A nivel externo, el discurso de la culpabilidad implica que Francia tiene la obligación de "socorrer a las víctimas", por analogía, especialmente, a los judíos víctimas de los nazis y, en menor medida, a los republicanos españoles contra Franco. Frente a este pensamiento casi religioso no es posible ninguna reflexión sobre el derecho, el militarismo o el imperialismo.

Contrastemos finalmente la posición de la izquierda con la del Frente Nacional. Ellos, contrariamente a Melenchon, hablan de guerra contra Libia (lo que significa llamar las cosas por su nombre) y son casi los únicos que mencionan la soberanía nacional y el derecho internacional14. Ellos se oponen en nombre del derecho de los franceses, tal como ellos lo perciben (sobretodo evitar los flujos migratorios). Y evidentemente, como buenos "patriotas" apoyan a las fuerzas armadas una vez que se han metido en el combate. Pero si las cosas van mal para la coalición (lo que no es muy probable aunque nunca se sabe) mucho me temo que este tipo de oposición, y no la de la parte de la izquierda que se opone débilmente a la guerra, es la que gozará del favor de los franceses.

Entretanto15 el PCF habría sin duda condenado la guerra en nombre de los intereses del "pueblo" o de los "trabajadores" franceses, pero la versión actual del internacionalismo (que en la práctica significa aceptar la doctrina de la injerencia humanitaria) prohíbe este tipo de lenguaje. Parece como si el mundo mediático pasase por delante del mundo del trabajo. Por desgracia el FN se aprovecha de ello para dirigirse al "pueblo" olvidado. Lo más cómico, si puede decirse así, es que la izquierda no tiene en la boca más que palabras como antirracismo y multiculturalismo, lo que le lleva a venerar las culturas del "Otro" (y a través de ellas, con frecuencia las religiones) pero es incapaz de comprender el discurso político de los "otros" realmente existentes cuando éstos son rusos, chinos, indios, latino-americanos o africanos.


Notas

1. http://www.liberation.fr/politiques/01012326704-il-faut-briser-le-tyran-pour-l-empecher-de-briser-la-revolution

2. http://www.legrandsoir.info/Une-imposture-criminelle.html

3. A juzgar por http://www.aloufok.net/spip.php7article3777, la reacción en Túnez y Argelia es como mínimo mitigada.

4. http: //www. pcf.fr/8198

5. http://www.pcf.fr/8426

6. http://www.pcf.fr/8349

7. http://213.251.145.96/cable/2008/02/08TRIPOLI120.html; Ver también
http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/africaandindianocean/libya/8407047/Libyan-rebel-commander-admits-his-fighters-have-al-Qaeda-links.html

8. http://solidmar.blogspot.com/2011/03/appel-du-collectif-de-solidarite-avec.html

9. http://www.npa2009.org/content/communiqu&eacute ;-du-npa-soutien-au-peuple-libyen-contre-la-dictature

10. http://www.lcr-lagauche.be/cm/index.php?view=article&amp ;id = 1981:lamerique-latine-et-la-revolution-arabe-faillite-du-chavisme&option=com_content&Itemid = 53

11. http://www.ciudadccs.info/?p=155276

12. Voir http://www.monde-diplomatique.fr/2006/08/BRICMONT/13824 para una crítica de esta ideología

13. Para un testimonio alternativo respecto a Libia, ver por ejemplo http://www.countercurrents.org/mountain220311.htm. En francés,
http://www.legrandsoir.info/Bombarder-la-Libye-de-1986-a-2011-Countercurrents.html.

14. http://www.frontnational.com/?p=6639

www.michelcollon.info - Traducción para sinpermiso.info: Anna Maria Garriga Tarré. Revisada por La Haine

 

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