7 de octubre, el día que los agresores yanquis ocuparon a Afganistán

Bajo la guerra contra el terrorismo, los agresores estadounidenses invadieron a Afganistán y quitaron del poder a los talibanes a quienes habían entrenado, porque su fecha de “utilidad” se había vencido. Los invasores, con el apoyo de 60,000 soldados de la OTAN dirigidos por Estados Unidos, impusieron al régimen títere anti- humano de Karzai sobre el pueblo de Afganistán.
Todos los matones, oportunistas y traficantes de drogas que no sirven para nada salvo acumular riqueza a través del soborno y la corrupción, tomando la propiedad de otras personas y robando la riqueza de la sociedad, se juntaron y establecieron un órgano llamado el “Estado”. Su escandaloso acto dio como resultado el deterioro de las condiciones de vida del pueblo, así que éste se levantó y se rebeló en su contra. Los estudiantes universitarios, profesores y estudiantes, civiles y oficiales del ejército, discapacitados, tenderos y pequeños artesanos se han ido repetidamente a huelga y protestado contra el gobierno y las fuerzas de la OTAN dirigidas por los Estados Unidos que siempre están hablando de los miles de millones de dólares en ayuda que dan a Afganistán.
El gobierno ha tratado de comprar tiempo y ha reaccionado brutalmente contra las protestas del pueblo. Ahora, seis años después de la ocupación, la situación económica de la gente no ha mejorado. Contrario a la “paz” y “seguridad” que fueron prometidas, la gente es bombardeada diariamente y sacada de su casa. Varias decenas de personas son asesinadas casi a diario. Se han incrementado enormemente los asesinatos y otros crímenes cometidos por las fuerzas de ocupación. Bajo ésta, el cultivo de amapola y el tráfico de drogas han alcanzado nuevos niveles. La situación de la mujer se ha deteriorado y cientos de miles de jovencitas y mujeres no han podido ir a la escuela y al trabajo y son confinadas dentro de su casa.
De acuerdo con un general de Estados Unidos, en los últimos 19 meses siete mil civiles han sido asesinados en Afganistán. Si estas cifras son ciertas, se pregunta: ¿por qué y quién es el responsable? No puede haber la menor duda que las fuerzas de la OTAN dirigidas por Estados Unidos son los responsables de los asesinatos y crímenes en contra del pueblo inocente de Afganistán.
La causa raíz de todos estos problemas es la ocupación de Afganistán, con la presencia de las fuerzas extranjeras que privan a la gente de su libertad y que pisotea la soberanía e independencia nacional del país. Sin embargo, los imperialistas quieren legitimar este gran crimen con mentiras, decepción y engaño a la gente, usando a un gobierno elegido, una constitución y representantes de elección popular, y de esa manera imponer su dominio y el de sus títeres criminales sobre la mayoría de la gente. Pero cuando la gente se niega a aceptar eso, la lógica de los imperialistas es asesinatos y masacres.
Desafortunadamente, las fuerzas reaccionarias de dentro como de fuera del Estado han estado aprovechando esta situación caótica y traficando con la furia y el odio que la gente tiene por el régimen títere y los ocupantes. Estas fuerzas están blandiendo su poder en las narices de la gente a medida que dan pasos para hacer compromisos contra los intereses de la gente, mientras que la voluntad del pueblo es persistir en la lucha. Las fuerzas políticamente conscientes que tienen la experiencia y las lecciones de la historia y consideran como enemigos del pueblo a las fuerzas ocupantes imperialistas dirigidos por los Estados Unidos y las fuerzas dependientes dentro y fuera de los círculos del poder necesitan organizar la resistencia popular. Necesitan organizar la lucha y la resistencia activa, abrir otro frente para impedir que las masas trabajadoras sean víctimas de los viles e infrahumanos intereses de los enemigos del pueblo.
Las masas oprimidas y trabajadoras se han dado cuenta que no pueden esperar nada de las fuerzas de ocupación y del gobierno títere. La propaganda sobre la reconstrucción, la democracia, la sociedad civil, los derechos de la mujer y la libertad de los ciudadanos ha sido desenmascarada y ha perdido su atracción. La gente se nos está adelantando y ya ha tomado parte en las luchas sangrientas. El pueblo necesita urgentemente nuestra dirección. Dejen que los vendepatrias, capitulacionistas y mercenarios vestidos de de intelectuales y los políticos hipócritas sigan su camino hacia el parlamento, los ayuntamientos locales o los ministerios y que, en beneficio de sus amos, sigan engañando al pueblo. Pero el camino de la gente es el camino de la lucha y la resistencia.
La agresión y la ocupación de Afganistán encabezadas por los Estados Unidos han sembrado el viento, pero ellos cosecharán el torbellino.