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Venezuela :: 01/05/2021

A dos años de un golpe a Maduro que hirió a la derecha

Kelly Carreño
La única vía para llegar al poder en Venezuela es el respaldo ciudadano legítimo que otorgan las políticas populares y el voto, y que la derecha no tiene

 

x Kelly Carreño

El 30 de abril de 2019 Venezuela amaneció en medio de una revuelta. Un reducido grupo de militares se alió con la derecha, tomaron tanques y armas de guerra, y desde el distribuidor Altamira, ubicado en el este de la principal autopista del país, grabaron un vídeo llamando al alzamiento contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

La acción fue dirigida por el derechista Juan Guaidó, quien tres meses antes se había autoproclamado "presidente" interino del país, y Leopoldo López, quien fue liberado ese día en horas de la madrugada en su casa, donde cumplía una condena por incitar a la violencia en las manifestaciones que sacudieron Venezuela en 2014, en las que fallecieron 43 personas.

Los hechos comenzaron alrededor de las 6:00 hora local y ya para las 15:00, los militares y civiles que participaron se habían refugiado en embajadas, pues el llamado a golpe de Estado había fracasado por la oposición de pueblo y militares.

Dos años transcurrieron desde aquel suceso, que para el politólogo Walter Ortiz, columnista del diario 'Correo del Orinoco', lejos de consolidar a la derecha pareciera haberla condenado a la división y el debilitamiento.

"Hay un gran conflicto a lo interno de la derecha y un gran vacío de liderazgo en el sector, que sin duda es uno de los aspectos que tienen que ver con esa derrota", expresó Ortiz a Sputnik. Para el experto, ese día marcó el punto de inflexión del derrumbe del "Gobierno" autoproclamado de Guaidó.

Sin apoyo militar

Las acciones que ha emprendido la derecha para deponer a Maduro no cuentan con el respaldo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que sigue fiel a los ideales bolivarianos, y a juicio de Ortiz, allí radica su fracaso, combinado con que en los dos últimos años también ha disminuido el apoyo nacional e internacional hacia el sector de la derecha que busca derrocar al presidente.

El 23 de febrero de 2020, después de la autoproclamación de Guaidó y del reconocimiento por parte de actores internacionales apalancados por el Gobierno de EEUU, varios de Europa y algunos aliados de la región, hubo un intento de hacer ingresar lo que se denominó una especie de mínima ayuda humanitaria (y un buen número de sicarios) por la frontera colombiana, pero eso no fraguó.

"Detrás de todo ese proceso hubo un intento de llamar a la insurrección a la FANB y eso tampoco fraguó", sostuvo Ortiz. Por el contrario, en reiteradas ocasiones la FANB ha expresado su apoyo al Gobierno de Maduro, y ha dicho que no permitirá la injerencia de gobiernos extranjeros que se han aliado a la derecha venezolana para causar la desestabilización en el país. "Desde el momento en que empiezan a ocurrir sucesos políticos que se convierten en derrotas, se empieza a socavar todo el plan", acotó.

De esta manera, si bien Guaidó y sus seguidores todavía tienen cierto reconocimiento por parte de quienes los apoyaron hace dos años (burguesía y sectores derechistas), la debilidad aumenta cada día, dado que la Unión Europea y EEUU "ya no llaman recurrentemente al Gobierno interino, sino más bien es algo por debajo de la mesa".

Recursos secuestrados

Después del intento de golpe de Estado, las denuncias de corrupción contra Guaidó se incrementaron, al punto que el Gobierno lo acusa, con pruebas, de apropiarse de recursos de Venezuela en el exterior.

Según el Ejecutivo, los recursos provenientes de empresas como Citgo, filial de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en EEUU, o el proveedor de fertilizantes Monómeros en Colombia, así como los intereses generados por los más de 800 millones de dólares depositados en bancos norteamericanos, han sido utilizados por Guaidó y su banda para impulsar acciones de desestabilización y provocar la salida de Maduro.

En ese sentido, Ortiz recordó que la derecha cuenta con el respaldo de EEUU para apropiarse de los recursos del país, sin importar el daño que causa a los ciudadanos de la nación suramericana. "Si algo ha caracterizado este plan de estos sectores apalancados por el Gobierno de EEUU con medidas unilaterales y sanciones, es que ha logrado robar fondos de la nación, estamos hablando de recursos que han sido secuestrados a Venezuela", afirmó.

A principios de abril, el Gobierno venezolano denunció que la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por su sigla en inglés) de EEUU entregó a la banda de Guaidó más de 100 millones de dólares pertenecientes a Venezuela en 2020, y que ahora está por liberar otros 53 millones de dólares.

Con este panorama y a dos años del intento fallido de la derecha, si algo tiene claro el Gobierno de Maduro es que la única vía para llegar al poder en Venezuela es el respaldo ciudadano legítimo que otorgan las políticas populares y el voto, y que la derecha no tiene.

Sputnik / La Haine

 

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