Burkina Faso: "La juventud ha sido la protagonista de la resistencia"

André Tibiri es miembro fundador de la Organización Democrática de la Juventud (ODJ) fundada en el año 2000. Es uno de los principales organizadores, rodeado de una nueva generación de activistas que jugó un papel muy importante durante la insurrección de octubre de 2014 y frente al intento de golpe militar en septiembre de 2015 (ver otros artículos en SP aquí y aquí).

Dos semanas antes de las elecciones generales que se celebraron en Burkina Faso el 29 de noviembre (legislativas y presidenciales) y que ganó como estaba previsto Roch Marc Christian Kaboré, del MPP, responde a las preguntas de Jean-François Cabral para la revista francesa Anticapitalisme et Revolution.

Jean-François Cabral - Después de la insurrección del pueblo de Burkina Faso, en octubre de 2014, la RSP (ex guardia presidencial del general Blaise Compaoré) ha intervenido a menudo para tratar de imponer sus puntos de vista sobre el gobierno de transición. ¿Cuáles han sido sus objetivos con el golpe de estado? Y ¿cuál fue el papel de la población en este fracaso? ¿Y el de la juventud, los sindicatos, las potencias militares o extranjeras como Francia?

André Tibiri - En efecto, la RSP ha intervenido en varias ocasiones en la arena política, lo que altera el funcionamiento del aparato estatal. Vale la pena señalar la aparición repetida de esta fracción de los militares en la vida política. Refleja el hecho de que era, en última instancia, el titular real de poder. Después de la sublevación y la salida forzada de Blaise Compaoré, en octubre de 2014, que había dado un golpe de Estado, pasando el testigo al Jefe del Estado Mayor de los ejércitos que se autoproclamó a su vez jefe del Estado. A continuación, la RSP le quitó el poder, y se lo entregó a su número dos, el teniente coronel Yacouba Isaac Zida. Era el 1 de noviembre de 2014. Al día siguiente, la gente protestó con una gran movilización, forzando a la RSP a revisar sus planes iniciales de confiscación del poder: lo que ha llevado al concepto de "transición inclusiva", una fórmula que ha ayudado a dar un barniz civil al proceso de transición. Pero básicamente, el ejército, la RSP, mantuvieron la mayor parte del poder. En estas condiciones, la transición fue un proceso precario que difícilmente podría cumplir con el calendario electoral previsto.

Cuando la RSP a continuación intervino por cuarta vez en el proceso, fue a un nivel superior, haciéndose con todo el poder a través de un golpe de Estado contra-revolucionario fascista, y en menos de una semana sembró el terror en la ciudad de Ouagadougou, disparando con munición real sin previo aviso y sin vacilar contra toda oposición, matando a más de diez personas. De este modo, buscó entre otros objetivos acabar con los logros y el espíritu del levantamiento popular del 30 y 31 de octubre de 2014, restaurar en el poder al partido de Blaise Compaoré, en particular a su fracción más reaccionaria. Por último, pero no menos importante, garantizarse la impunidad. La RSP es, de hecho, la unidad militar que ha sembrado durante 27 años el terror político con numerosos asesinatos, como los del estudiante Boukari Dabo o el periodista Norbert Zongo.

La reacción de la gente fue simplemente ejemplar. En todo el país, se levantó como un solo hombre en todos sus componentes, los trabajadores, los jóvenes, los sindicatos, las organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos, etc., para derrotar el golpe de Estado en un gran impulso de la solidaridad nacional. Los sindicatos por ejemplo, a partir del 16 de septiembre (día del secuestro del Presidente y de los miembros del Gobierno), lanzaron una huelga general que fue ampliamente seguida en todo el país, paralizando la economía y el funcionamiento de los servicios . En todo el país, se crearon estructuras de resistencia al golpe de Estado, sobre la base de los comités provinciales de la Coalición contra los precios altos (CCVC) en todo el país. La ODJ (que hizo un llamamiento a la resistencia el 17 de septiembre) ha contribuido en gran medida al éxito de estas estructuras movilizando a la juventud, animando y encuadrando las manifestaciones, levantando barricadas, etc.

En esta resistencia heroica, las personas disfrutaron del apoyo del ejército. En muchas comunidades, de hecho, las personas que luchaban acamparon fuera de los cuarteles militares para llamar al ejército a alinearse del lado del pueblo y enfrentarse a la RSP. El ejército, leal en su conjunto, ha adoptado abiertamente la causa de la resistencia. Todas las unidades militares del país se reunieron en la capital, Ouagadougou, donde la población, especialmente los jóvenes, también estuvo en las barricadas en diferentes barrios. El resto lo conocemos: el líder golpista, el famoso Gilbert Diendéré, figura emblemática de la RSP, finalmente reconoció el fracaso del golpe de Estado.

En esta resistencia, el pueblo dio muestras de prudencia y madurez política. Muy pronto, la CEDEAO, la organización correa subregional del imperialismo francés, intentó el rescate de los golpistas mediante un golpe de Estado legalizado. Las propuestas de solución de la crisis (que garantizaban, entre otras cosas, la impunidad del golpe) fueron categóricamente rechazadas por el pueblo y la juventud. Al principio de esta crisis, Francia ha brillado por la ausencia de una condena del golpe de Estado, limitándose a exigir la liberación de los rehenes (el golpe de Estado comenzó con el secuestro de miembros del gobierno y del jefe de la Estado). Luego, ante la determinación de los manifestantes, adoptó un lenguaje más apropiado para la situación. Finalmente nos enteramos de que ha intervenido una vez más militarmente en este conflicto político nacional sacando del país (como había hecho con Blaise Compaoré) al Presidente Kafando.

Se tiene la impresión de que la vida se ha reanudado con normalidad. Pero ¿es verdad? ¿O la gente sigue movilizándose y organizándose y cómo?

AT - De hecho, tras el fracaso del golpe de Estado, la tensión se ha desvanecido y el clima político es un poco más relajado. Ello permitió regresar, yo diría, a la situación anterior: la transición que termina y la campaña electoral para las elecciones presidenciales y legislativas. Sin embargo, todo el mundo es consciente de que la lucha debe continuar. La transición, lamentablemente, no ha saciado la sed de verdad y justicia que moviliza a los burkineses desde hace más de 15 años. Además, el pueblo de Burkina Faso en su conjunto no tiene ilusiones sobre las elecciones presidenciales. Los principales candidatos son en su mayoría pilares del antiguo régimen y algunos de sus colaboradores. Por el momento, por lo tanto, las organizaciones democráticas que llevaron la lucha contra la impunidad y por las libertades democráticas todos estos años, continúan la movilización, incluso en el contexto electoral. La Coalición de la lucha contra los altos precios, la impunidad, el fraude y las Libertades (CCVC) ha puesto en marcha una campaña nacional para que la transición y las autoridades se centren en estas preocupaciones legítimas de la población. La ODJ es miembro de la coalición y, en este contexto, moviliza a la juventud para que esta campaña sea un éxito.

Por otra parte, cabe señalar un dato importante: la creación de comités de defensa de las conquistas de la insurrección, estructuras populares de lucha cuya contribución fue fundamental para el éxito de la resistencia contra el golpe de Estado.

El discurso oficial del último año es la "transición democrática". Pero, ¿qué ha cambiado desde octubre de 2014? Y ¿qué podemos realmente esperar de las próximas elecciones?

Sin ser exhaustivo, hay que decir que si hay una cuestión sobre la que el pueblo burkinés tenía esperanzas en la transición, es la cuestión de la impunidad. Al asumir el cargo, el presidente Kafando declaró abiertamente que "nada sería como antes", y que había comprendido el significado de la insurgencia: nunca más injusticia, nunca más corrupción, nunca más mal gobierno. Sobre la base de estas declaraciones, la gente esperaba una vasta campaña contra los delincuentes de cuello blanco, los saqueadores de la República y todos estos criminales. Pero en este tema, el gobierno de transición se ha demorado, ha oscilado entre vacilaciones y retrocesos para no hacer al final nada, por no decir nada realmente importante. Peor aún, la "transición democrática" ha llegado a señalar con el dedo a los movimientos sociales como su enemigo, mostrando tendencias represivas.

Es en este contexto que hemos escuchado discursos como "hay que restaurar la autoridad del Estado" y "debemos poner fin a la "callecracia''. Se está terminando el proceso de transición, pero ninguno de los delitos de sangre y los casos de crímenes económicos denunciados por el movimiento de protesta durante más de 15 años ha sido investigado seriamente. Incluyendo los dossieres de los mártires de la sublevación. Este fracaso de la transición empaña gravemente las próximas elecciones: los candidatos presidenciales más destacados son parte del serrallo del régimen depuesto. Roch Marc Christian Kaboré, candidato del MPP y futuro presidente, era parte del régimen de Blaise Compaoré y estuvo involucrado en el golpe de Estado de 15 de octubre de 1987 que lo llevó al poder. Ha sido primer ministro y presidente de la Asamblea Nacional, así como presidente del CDP (el partido de Blaise Compaoré). Se unió a la oposición en enero de 2014, tras ser relevado de sus funciones como presidente del partido un año antes. Por estas razones, a pesar de la campaña orquestada para presentar estas elecciones como las más libres, las más transparentes y limpias, la gente no es tonta y están convencidos de que la partida está lejos de haber terminado.

¿Puedes contarnos un poco acerca de tu organización? ¿Cómo participa la juventud?, ¿cuáles son sus metas, sus éxitos, qué vínculos tiene con los sindicatos de estudiantes y otras organizaciones como Balai citoyen?

AT – La Organización de la Juventud Democrática de Burkina Faso (ODJ) es la organización de lucha de la juventud patriótica y revolucionaria de Burkina Faso. Fue creado en diciembre de 2000 con la ambición de federar a través de Burkina las luchas de los jóvenes en la defensa de sus derechos democráticos y sociales, para la promoción y defensa de las libertades democráticas y para luchar junto a la gente de Burkina Faso en la conquista de la democracia, la justicia social y la liberación nacional.

El ODJ tiene sucursales en treinta provincias de Burkina (de 45) a través de las cuales se moviliza a la juventud de todos los sectores: los jóvenes agricultores, los jóvenes en el sector informal, los trabajadores jóvenes, los artesanos y los mineros, artistas, etc. . Por lo tanto, el éxito de la ODJ es organizar grandes movilizaciones en torno a las preocupaciones específicas de la juventud, pero también en cuestiones transversales que preocupan a todos los ciudadanos de Burkina Faso. En particular el tema de la impunidad, la lucha en relación con el caso de Norbert Zongo, las movilizaciones contra los altos precios, el levantamiento popular de 2014 y la resistencia contra el golpe de Estado de septiembre de 2015.

Como parte de estas luchas, la ODJ se integra en la red de otras organizaciones democráticas, como los CCVC (la ODJ es un miembro fundador), el REN-LAC (contra la corrupción), el Colectivo de lucha contra la impunidad en el asesinato de Norbert Zongo, etc. Mantiene relaciones de amistad y lucha con los sindicatos y otras organizaciones de la sociedad civil, especialmente con las organizaciones juveniles como la Unión General de Estudiantes de Burkina Faso (UGEB), con el que tiene relaciones de solidaridad y de lucha.

http://anticapitalisme-et-revolution.blogspot.fr. Traducción: Enrique Garcíapara Sinpermiso