[COP-16] Por la justicia climática y los derechos de los pueblos

Mientras en Cancún, Quintana Roo, México, gobiernos y representantes de los grandes contaminadores del planeta se reúnen, en lo que algunos califican de reunión con fracaso anunciado y otros más claramente han denunciado como una gran simulación, abajo se mueven otras fuerzas, que desde la defensa del territorio, luchan no solamente por la naturaleza, el medio ambiente y la vida, sino por una posibilidad de futuro para el planeta.

El concepto de “cambio climático” ha sido criticado, por tratar de naturalizar el desastre ambiental provocado por la voracidad del capitalismo, sus megaempresas, sus estados, gobiernos y corporaciones a instituciones transnacionales.

Otras voces han dicho que se trata de una “crisis climática”, es decir, de una crisis ambiental que está profundamente relacionada con la crisis del capitalismo mundial, algo que va más allá de una crisis en la economía y la política. Es una crisis de la civilización occidental, que se empeñó en destruir, mediante la colonización, el saqueo y la guerra, a otras elecciones civilizatorias y culturales, algunas de las cuales sobreviven y se erigen hoy en una alternativa de vida, de cultura y de civilización frente al desastre planetario. Nos referimos especialmente a las culturas indígenas del mundo.

Frente al intento del capitalismo de lucrar con el desastre ambiental, pretendiendo que los mecanismo del mercado por sí solos pueden mejorar el medio ambiente y buscando hacer nuevos negocios que sustituyan a los combustibles fósiles como el petróleo, a costa de destruir más el planeta con la energía nuclear, las presas hidroeléctricas, las minas a cielo abierto, los transgénicos y biocombustibles, los afectados ambientales plantean el concepto de justicia climática.

Hay diversas movilizaciones y foros alternativos como el Klimaforum 10 impulsado por las Ecomunidades, que tratan de ir a la raíz del problema, el modelo desarrollista del capitalismo y plantean descrecer, regresar a las economías vernáculas, locales, de maneras tan directas como dejar los minerales donde están, bajo tierra, y despavimentar, volver a dejar la tierra libre, los ríos libres, la vida.

Una gran movilización la impulsaron la Vía Campesina y la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, quienes han realizado varias caravanas internacionales de denuncia y resistencia que confluyeron en Cancún para visibilizar y denunciar el desastre ambiental en México, la injusticia climática que reparte para sus beneficiarios millonarias ganancias y para los afectados, los saldos negros: dejar intoxicadas y envenenadas sus tierras, aguas y aire, desplazadas sus comunidades y afectadas o enfermas sus vidas.

Ellos han planteado un Foro Internacional de Justicia Climática, Diálogo de los Pueblos, en el que participan entre diversos sectores sociales, y con ellos, los pueblos indios de México. Estas voces plantean conceptos profundamente anticapitalistas como “los derechos de la Madre Tierra”.

Zapateando para NómadaSintópico, un programa sobre migración por Contrabanda FM en Barcelona, 5 de diciembre de 2010