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Argentina :: 12/12/2014

El encarnizamiento contra los más constituye un ejemplo para disciplinar

Oscar Castelnovo
Entrevista con Eduardo “el negro” Soares, abogado de izquierda :: “Las ‘causas garrón’ [falsas] crecieron exponencialmente en los últimos años”

La tarea de la Asociación Gremial de Abogadas y Abogados de la República Argentina, que preside “El Negro”, se multiplicó en toda la geografía del país.

Así, el organismo tomó la defensa de Luz y Diego, dos jóvenes jujeños blanco de una fábula que les costó más de un año y medio de prisión. Del mismo modo, patrocinó a las hermanas Ailén y Marina Jara y a Francisco Núñez, todos víctimas de causas armadas, “garrones” aunque hoy libres, cuyos casos ganaron los medios masivos, y esquivos, a puro grito de pulmón. A la vez, los compañeros perseguidos por el estado paraguayo, como los 6 campesinos hoy presos en Tacumbú; o los militantes requeridos por Chile, España, Italia, Perú y otros, hallaron en La Gremial un bastión contra la persecución tras las fronteras. “El kirchnerismo rompió una tradición de más de un siglo de asilo y refugio político”, dirá El Negro, y explicará que esta caza de luchadores fue impuesta en la región por Estados Unidos y su amañada categorización de “terrorismo”.

También fustigó, con dureza, a las distintas versiones del peronismo en el poder: “Todas vienen a profundizar el capitalismo”, dijo. Claro que nadie podrá acusarlo de “gorila”. El mero repaso de algunos hechos de su historia sobra para anoticiarse – por si hiciere falta- acerca de quién es y por qué habla así. A saber: combatió por un proyecto revolucionario y estuvo preso 6 años durante la dictadura.

También contó largos días tras las rejas del menemismo. Su padre fue asesinado de 50 balazos por la Triple A, durante el estado terrorista de Isabel y López Rega, como represalia al intento de un comando montonero de liberarlo. Y, hoy, tras décadas de militancia nadie puede afirmar – ni remotamente-, que él haya dejado en la estacada a un solo ser humano, cuando la partida y las leyes le arrasaban la vida y la libertad.

-¿Cuándo y en qué circunstancias se conforma esta nueva Gremial de Abogadas y Abogados?
-Hay dos períodos. El primero, que yo le llamo el de los viejos porque fuimos cinco o seis veteranos que nos conocemos desde hace treinta años, la mayoría ex militantes del PRT o de Montoneros que somos, además, abogados. Estamos hablando de los años entre 2000 y 2007. Me acuerdo del Vasco Orzaocoa de Córdoba, el viejo Héctor Chávez de Mendoza, que es el vicepresidente de la Gremial, quién ya fue fundador de la antigua Gremial de Abogados, mirá si será viejo; el “Pelado” Roberto Perdía, Jorge Elizondo de Rosario y yo, que soy el más chico de todos, ahora tengo 61 pirulos. Todos habíamos participado en causas por delitos de lesa humanidad, y veníamos defendiendo presos políticos y sociales, a los detenidos del 2001 por ejemplo, y habíamos sido presos políticos nosotros alguna vez. Esa fue la primera etapa, nos juntamos en 2008 en Córdoba , unos doce o trece compañeros y fue el primer Plenario donde le dimos el nombre de la Gremial de Abogados en honor a la vieja Gremial de los años 60’ que tanto había hecho en esos tiempos.

¿Quiénes estuvieron entonces?
-Ortega Peña, Duhalde, Landaburu, Mario Hernández, todos desaparecidos, asesinados o represaliados. La vieja Gremial debe tener tranquilamente ciento cincuenta muertos durante la dictadura y el período de Isabel y López Rega. Hay un material de la historia que nos honra que sale en el segundo plenario, pero en el primero estuvimos todo un día discutiendo para sacar nuestra Declaración de Principios, en Córdoba, año 2008.

-¿Cuándo y cómo se incorporan las abogadas?
-En el segundo plenario de 2009, en Rosario. Ahí ya tenemos mayor presencia de una segunda camada de compañeras y compañeros que tenían entre 35 y 40 años. Los que hoy están a la cabeza de la Gremial: la Chiqui Conder, Verónica Heredia de Comodoro, Marina Schifrin de Bariloche, Matilde Gatti de Rosario. Ahí, nos aparecieron todas minas y nos dijeron: ¡le ponemos Gremial de Abogadas y Abogados o nosotras no entramos! Y así lo hicimos. Fue muy bueno para todos. Y llega otra camada de colegas ya más bien excelentes técnicos del Derecho. Porque yo digo que soy chapucero y hago lo que puedo como abogado, tengo más una patente de corso que una matrícula de abogado. Soy un militante político y mi función principal es construir una agrupación política. Y creo que la mayoría de aquellos viejos compañeros de los que te hablaba son igual. Pero esta segunda camada son compañeras y compañeros técnicos del Derecho. Y, la última etapa la vemos en los últimos tres o cuatro años, donde ves chicos más jóvenes: algunos que aún no se han recibido, otros recién salidos de la Facultad. Creo que estamos en un punto en que los fundadores de la Gremial ya estamos dando como un paso al costado y tienen que hacerse cargo las compañeras y los compañeros que son óptimos defensores del pueblo.

¿Cómo caracterizás el momento político del nuevo surgimiento en 2008?
-En los albores de este gobierno, en 2003 y 2004, luego de la crisis de 2001, no sabíamos muy bien qué tendencia iba a tener en temas de represión, derechos humanos, etcétera. Nosotros pensamos que iba a haber una especie de disminución en la represión… pero sucedió que ya en 2008 habíamos tenido la mayor cantidad de presos políticos desde el advenimiento de la democracia. En un solo hecho nos cayeron cien presos que los tuvieron como seis meses en Haedo, por un reclamo del funcionamiento de los trenes. Gente laburante. Y hoy podemos decir que durante la gestión de los Kirchner se superó a todos los gobiernos post-dictatoriales juntos, en diversos parámetros represivos. A los presos políticos los triplicó.

-¿Qué estoy nombrando cuando digo “preso político”?
-Entendemos por preso y perseguido político y social a todo aquél que sea detenido, procesado o imputado por hechos que puedan constituir delitos o contravenciones para la legislación nacional, provincial o municipal, si los mismos se hubieren producido como consecuencia de luchas, reclamos o peticiones de carácter social o político. O cuando el imputado formare parte de una organización social, política o gremial y hubiere llevado a cabo hechos acordados u ordenados en instancias internas del colectivo al que pertenece. Si el compañero fue a tomar un cuartel o a robar un banco porque su organización lo decidió así, para nosotros es un preso político.

¿Qué causas de presos políticos recordás ahora por su impacto en esta etapa?
-Podemos decir que el kichnerismo rompió por primera vez una tradición de más de cien años de asilo y refugio en la Argentina. Para que tengas una idea: Josu Lariz Iriondo, en 2004, fue el primer caso que debió alertarnos y nosotros no entrevimos la importancia que merecía. Es un vasco independentista capturado en Uruguay, sometido a un proceso de extradición allí y donde se rechazó la misma. Incluso la Corte Suprema de Uruguay decretó que se trataba de un perseguido político. A los dos días de que lo ponen en libertad, lo citan para firmar la resolución, llega, firma, sale del edificio y allí se le cruzan dos vehículos, lo encapuchan y lo llevan al aeropuerto de Carrasco. Viene un tipo de la Embajada española, así encapuchado le trucha un pasaporte y lo traen a Ezeiza. Aquí lo entregan a la Federal… La Federal le informa al gobierno (Kirchner presidente) y a la Justicia lo siguiente: “encontramos esta persona en Ezeiza, averiguamos quién era y vemos que se llama Josu Lariz Iriondo, requerido por la justicia de España, por el juez Garzón”. Lo ponen a disposición de un juez, el cual acepta tener a un tipo en esas condiciones. Eso se hace durante el kichnerismo: ¡aceptar a una persona secuestrada! Otra de las causas más resonantes que tuve fue cuando metieron presa a la ex conducción nacional de Montoneros, en 2003, Vaca Narvaja y el Pelado Perdía.

Y te nombro un caso de ahora: Juan Manuel Carranza, un abogado perteneciente a la Asociación de Abogados Democráticos de Perú, defensor de presos políticos que se viene para acá perseguido, ya que lo que dice el gobierno peruano que un tipo que defiende presos políticos es del Departamento de Defensa de Sendero Luminoso. Entonces el tipo se vino para acá en la época de Menem. Pide refugio y Menem se lo da. Se queda, pues, acá. Como estaba cagado de hambre y le sale un laburo en España se va para allá con su familia. En España lo capturan y lo someten a juicio de extradición. Pero como estaba en libertad durante el proceso se escapa y se viene para acá, donde ya tenía status de refugiado. Pero resulta que el gobierno kirchnerista le dice: No, si usted salió del país ahora no es más refugiado. Y lo someten a juicio de extradición. Vergonzoso.

-Recuerdo el caso de los 6 campesinos paraguayos, ahora presos en Tacumbú luego de ser extraditados: Agustín Acosta, Roque Rodríguez, Simeón Bordón, Gustavo Lescano, Basiliano Cardozo y Arístides Vera.
-Sí, fue muy dolorosa su extradición, además es la única derrota que tuvimos porque todos los demás casos logramos evitar la entrega. Yo trato de no establecer una corriente de afecto con la gente que defiendo, para preservar la salud y la eficacia, aunque no siempre lo logro. Los queremos mucho a estos compañeros, no solo yo sino toda La Gremial… Bueno, estos compañeros quedan metidos en esa interna narco gubernamental de la burguesía paraguaya donde primero la gente de Duarte (los colorados) mata al candidato a presidente del otro partido, luego estos responden. Un verdadero quilombo. Así secuestran y matan a Cecilia Cubas, hija de un ex presidente paraguayo. Entonces mienten que fue Patria Libre y el Movimiento Agrario Popular y detienen a un montón de personas. El juez Pedro Martínez, que debe ser el único juez probo que hay allí los libera, sobreseídos. Cuando salen en libertad dos de ellos se van a Brasil donde Lula les da refugio. Otros tres se van a Bolivia y Evo les da refugio. Los otros seis se van a la Embajada argentina y hablan con el embajador, el doctor “Balito” Romá, un militante del PJ. ¿Qué les dice el embajador? Lo que ustedes tienen que hacer es ir a la Argentina, el paraíso de los derechos humanos, preséntense allí y los vamos a refugiar.

Estos pibes le creen y vienen nomás a presentarse al entonces Cepare, (Hoy Comisión Nacional para Refugiados) con su abogada. Allí les toman los datos y los citan para dentro de los diez días siguientes. Cuando vuelven los detienen a todos y están ahora cumpliendo treinta y cinco años de condena en Paraguay. Acá estuvieron dos años encerrados. Además de eso, a la semana vino la mamá de Cecilia Cubas, acompañada por el ingeniero Blumberg y se entrevista con Aníbal Fernández, que salió de la reunión a decir: nosotros los vamos a mandar a Paraguay. Aníbal Fernández fue el principal impulsor de la extradición de los campesinos paraguayos.

-¿Por qué ese empeño?
-Porque si alguien representa los intereses de los sectores más reaccionarios y recalcitrantes de los gringos es Aníbal Fernández. Peor que Berni. Porque si bien Berni dijo sobre Oswaldo Quispe que se trataba de un terrorista de Sendero Luminoso, Aníbal Fernández militó con exaltación para la causa de los gringos y la represión. Además, en el caso de los paraguayos la Secretaría de Derechos Humanos había elevado un dictamen a favor del refugio y Aníbal Fernández lo rompió cuando lo llevó él al Ministerio de Justicia y ¡puso otro distinto!

Repasando los logros, tenemos al vasco ¿y quiénes más?
-También a Padilla Vaca (del Mrta peruano), León Fernández, del PC del Perú, en Córdoba al peruano Liñán Vázquez. También defendimos al Pelado Perdía y a Vaca Narvaja. Y los últimos 15 años defendí a Quebracho. Qué se yo, nos tocaron casi todas las causas de presos políticos.
Después, la causa de los tres chilenos, que la perdimos. Como ya el gobierno (éste gobierno, no Videla) estaba avivado y no los somete a un juicio de extradición por no arriesgarse a perderlo, lo que ha hecho con estos chicos que son del Movimiento Lautaro es expulsarlos, decretar su expulsión, con lo que tuvimos que recurrir a un Juzgado Civil. No alcanzaron ni a solicitar refugio estos pibes. Los chuparon y los expulsaron directamente. Así están preso allá Freddy Fuentevilla, Aliste Vega y Marcelo Villarroel. Y hoy estamos peleando bien con los peruanos Echarri, Carranza y Quispe jurídicamente y en las calles, pero es necesario materializar el refugio político.

-Recientemente, dijiste en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, en ocasión de celebrarse el rechazo a la extradición de Oswaldo Quispe, que siempre hay dificultades en estos casos, pero que hubo un cambio de calidad que se hizo más jodido defenderlos. ¿Cuáles son las causas políticas de esta situación?
-Hay un cambio de calidad represiva, en el sentido de que los jueces son más gravosos, menos garantistas y cada vez un rol más predominante de los fiscales en cuanto a su arbitrariedad. Cada vez tenemos más problemas y cuesta cada vez más. En los casos de extradición los juzgados nos niegan prácticamente la totalidad de la prueba, nos rechazan la prueba y, cada vez más, transforman un juicio de extradición en un juicio administrativo, donde el juez, con este criterio a partir de los paraguayos dice: la extradición no es un juicio sino un proceso administrativo donde yo tengo que probar dos cosas: que acá al que piden es Juan y que acá tengo a Juan ; y que la documentación que me mandan del país requirente no es trucha. Entonces yo lo mando y todo lo demás ustedes vayan y discútanlo en el país requirente.¡ Entonces los mandan a la muerte o a condenas perpetuas o de treinta y cinco años! Y políticamente se relaciona con las condiciones que establece el imperio respecto de los que ellos llaman “terroristas”.

La Gremial también intervino en los casos de las hermanas Jara, Francisco Núñez y el reciente de Luz y Diego. ¿Qué tienen en común?
-Las tres tienen en común que las víctimas del armado son pobres, que las “pruebas” son aportadas por la policía con la complicidad absoluta del aparato judicial, fiscales defensores oficiales y jueces. En dos de estos casos aparece un muerto y no tenemos testigos presenciales del hecho. En el caso de Núñez, que llevó el colega Ramiro Geber, la persona muere como cinco días después en un hospital. Al pibe lo chupa la policía y, el fiscal, quien no se caracteriza por ser un libre pensador que te regala cosas, no lo pudo acusar. Las hermanas Jara, dos pibas hostigadas por un acosador, que se defendieron de él y se presentaron voluntariamente, las acusaron de tentativa de homicidio pidiendo como siete u ocho años con una connivencia tremenda de la defensa oficial. Y cuando vamos al juicio después de dos años de prisión y empieza a dilucidarse lo que ocurrió, daba vergüenza ajena lo que se ventiló allí.

En el caso de Luz y Diego, ellos se olvidan una mochila en un remisse y esa mochila aparece como tres meses después en un hecho delictivo. En vez de citarlos a que puedan dar explicaciones de esto, dejan pasar desde el hecho como cuatro meses más y los detienen, sin preservar la prueba. Se comieron un año y medio en cana para salir absueltos cuando con sólo leer el expediente desde el primer día se podía comprobar su inocencia. Entonces, hay hilos conductores en todos estos casos: policías que arman, o a sabiendas o por desgano una causa. Fiscales, jueces y defensores oficiales que, porque se cagan en todo y no quieren laburar o porque directamente quieren engarronar a los más pobres.

Y me falta el caso Alejandro Bordón. Al pibe que lo acusaron de matar a un colectivero. Él se levanta a las cinco de la mañana, va a laburar, aparece un muerto a una cuadra y media y dicen que fue él. Las “causas garrón” crecieron exponencialmente en estos años.

¿A qué lo atribuís?
El encarnizamiento contra los más pobres se explica porque es el segmento que menos posibilidades tiene de defenderse y constituye un ejemplo para disciplinar y controlar a los que no “ganaron” la década. En los últimos tiempos existen organizaciones como nosotros y otras que toman sus defensas, pero si contamos desde unos 10 años para atrás, estamos en crecimiento permanente. También los usan para tapar la autoría real con “garrones”, en otros casos para hacer estadísticas. En otros es mala fe. Esto con chicos de Palermo no hubiera ocurrido, ocurre con pibes de Monte Chingolo o Merlo, por lo que te das cuenta que se descarga sobre los desposeídos. Te lo digo sin pedantería: si no hubiéramos aparecido nosotros, me refiero a todos los abogados y luchadores populares, Correpi, la Liga, la Coordinadora Antirrepresiva del Oeste, los medios alternativos que forzaron a que las causas sean tomadas por los masivos, entre muchos, lo más probable es que todos estuvieran presos. Y cómo es denunciado por infinidad de compañeros, ya tenemos más de 7000 judicializados por luchar, y también acá el “armado” causas es monumental, como sucede con los petroleros de Las Heras.

-El armado de causas se focaliza en territorios concretos: el pobrerío, los militantes, los presos y cautivas. ¿Es un dato esencialmente argentino?
-Mirá, no es que no suceda en otros lados, pero por lo que yo conozco y algo he visto en Latinoamérica, Argentina está a la cabeza. A mí me abre otra pregunta: con el envío presidencial del proyecto de reforma del Código Procesal Penal, ¿me garantizan la presidenta, el ministro o los legisladores que el Código que van a votar próximamente evita el armado de causas? Porque este Código está vigente en la provincia de Buenos Aires y en la de Santa Cruz, por citar dos, y en estos distritos el armado de causas no es la excepción sino la regla. En Corral de Bustos, con este Código que ahora van a promulgar, tenemos presos desde hace siete años: ¡colegas nuestros! Un abogado, un periodista. Y en Santa Cruz lo mismo: los compañeros fueron condenados.

- Existe una práctica represiva, estatal y clandestina en las cárceles argentinas. Sucede que si no tenés derechos, si tu juez se encuentra – al igual que tu familia, a mil kilómetros de distancia-, tu abogado no existe, si estás en un pabellón hostil donde te puede matar la requisa o un “coche bomba”, si cualquier enfermedad deviene en una tragedia, si morís por hambre, la situación poco tiene que ver con el estado de derecho, ¿cómo evaluás las voces de militantes que refieren a las cárceles como nuevos campos de concentración?

- Bueno, no habrá cámaras de gas ni vuelos de la muerte, ni ejecuciones masivas como en Perú o en Brasil que en un día te matan a cien tipos, pero hay algo de lo que se denuncia que le da mucho sentido a la relación que se establece: es que están afectados derechos como la vida y la integridad, la salud y casi todos los otros. Y sí, pasás por momentos de absoluta indefensión. Hoy tenemos récords de presos, de muertes y torturas. Entonces, uno puede o no llamarlos campos de concentración, pero lo concreto es que se violan derechos elementales a ese mismo nivel. Y nada de eso debería suceder. Recuerdo que Gladys Rodríguez, la compañera referente de Zainuco – hoy fallecida-, que estuvo secuestrada durante la dictadura, siempre refería a estas cárceles como nuevos campos de concentración.

-Recientemente ustedes lanzaron en ATE-Nacional una convocatoria desde Segunda Independencia. ¿A quiénes reúne?
-Estoy muy contento porque se juntaron allí cuatro o cinco prácticas que vienen funcionando los últimos quince años. Eso es lo que estamos fusionando: las nuevas generaciones de 20 o 25 años como los pibes de La Voluntad, los viejos que ya nos tenemos que ir retirando de a poco como el Pelado Perdía o yo mismo, las prácticas sindicales de compañeras y compañeros como los ferroviarios o Carina Maloberti, todo ese sector de la misma generación de La Cámpora pero que resistió y no se hizo oficialista, y los compañeros del frente sindical. Esa es una mezcla importante, y estamos muy satisfechos no sólo con la repercusión que está teniendo sino con las expectativas que está creando en la militancia. No les cuesta creernos desde el punto de vista personal, político o moral. Porque nosotros no tenemos que demostrar a la militancia de este país lo que hemos sido y lo que somos. Lo demostramos con nuestra práctica por la coherencia de años. No tenemos ni doble discurso ni doble práctica. Hemos sido y somos muy precisos y claros, a diferencia de otros.

-Al revés de lo que planteaba Cooke, es nuestra opinión que cualquier versión del peronismo en el poder es ahora el “hecho burgués del país maldito”. En la Argentina no se puede gobernar si no te posicionás dentro del peronismo y así lo entendieron liberales como Massa, Vudú, Insaurralde y hasta Macri tiene su pata peronista…

-Yo digo que el peronismo fue en algún momento el más alto nivel de conciencia en la clase obrera argentina, pero el peronismo nace a la vida política del país con una alianza de clases que se rompe apenas de andar. Y esa alianza de clases, salvo en algún período muy especial como el gobierno de Menem, nunca más se pudo reconstruir. Esa alianza y ese enfrentamiento interno de clases se desarrolla en términos objetivos durante los primeros diez años de gobierno peronista pretendiendo una ficción, porque el proyecto peronista pretende hacer confluir sectores de clase con intereses enfrentados y no lo logra. Porque hasta Evita y los dirigentes sindicales más coherentes se oponen a eso. Esa lucha de clases larvada que hay en el peronismo se desarrolla en términos objetivos.
Pero eso llega a un punto, sobre todo por el ‘55, se empieza a dar en términos subjetivos, es decir en términos de organizaciones que representan a la burguesía o a la clase obrera. Y esto, ya finalizada la década del 60 y entrada la del 70, se desarrolla en términos virulentos porque esas organizaciones expresaban o un peronismo claudicante, pro imperialista y entreguista, o bien un peronismo que quería construir el socialismo en la Argentina. Ezeiza fue la carne viva de ese enfrentamiento de clases. De alguna manera, de cómo se resolviera esa lucha de clases iba a significar que el peronismo podía ser, o un proyecto de la burguesía o el vehículo para la construcción del socialismo en la Argentina. Además, estamos hablando de organizaciones autónomas e independientes de Perón. ¿Decime qué sector de la izquierda argentina se enfrentó más que los Montoneros a Perón, Coria o Alonso?

Entonces, eso que no podían derrotar ni Isabel ni López Rega ni la policía ni las fuerzas de seguridad, fue visto por el imperialismo y el imperialismo jugó su carta estratégica con las fuerzas armadas con el golpe del ‘76. Este golpe, entre otras cosas, vino a hacer balancear esa lucha de clases a favor de los sectores de derecha y pro imperialistas del peronismo.

-Fue notorio que en la convocatoria de Segunda Independencia no existiera la palabra “peronismo”. ¿Y por qué la llamamos Segunda Independencia y no Segunda Independencia Peronista? ¿Por qué ninguno de nosotros la llamamos convocatoria peronista? Ninguno de nosotros tiene hoy la identidad peronista. Hemos dejado de serlo hace muchos años en la medida en que esa lucha de clases desequilibró a favor de los sectores de la burguesía y pro imperialistas dentro del peronismo. Entonces, hoy cualquier oferta del peronismo es una oferta pro capitalista y proimperialista. Aún las ofertas kirchneristas. Porque si la oferta kirchnerista puede terminar siendo Sciolli, ¿cuál es la diferencia con Massa, De la Sota o incluso los más progres? En la medida en que no dejen en claro que vienen a construir el socialismo en la Argentina, no hay diferencia.
Nosotros, reivindicamos nuestra historia y nuestro pasado en esa identidad peronista en la medida en que intentamos desde allí avanzar en esa lucha de clases dentro del peronismo para construir el socialismo en la Argentina. Si nosotros la hubiéramos ganado hoy tendríamos una Argentina socialista, no tengas dudas. Quien no tuvo dudas fue el imperialismo y la desequilibró a favor de ellos.

Hoy pensamos que se trata es de luchar para tomar el poder y construir el socialismo. Está claro que todas las variantes que se probaron en la Argentina en los últimos treinta años, incluidos los gobiernos radicales y de la Alianza, han tenido componentes del peronismo. Pero todas dentro del capitalismo. El peronismo liberal, democrático, el de los derechos humanos, pero nunca el peronismo anti capitalista. Todos vienen a profundizar el capitalismo en cualquiera de sus versiones. Mirá, con los matices que uno puede tener con la Revolución Bolivariana o Evo Morales, ellos plantean claramente que vienen a construir el socialismo. Y esa es nuestra pelea.

Agencia Para La Libertad

 

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