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Venezuela :: 29/02/2024

El equilibrio entre el poder institucional y el comunal: diálogo con Ángel Prado

Chris Gilbert
El portavoz principal de la comuna El Maizal, en la región de los Llanos de Venezuela, intenta poner el poder institucional al servicio de la comunidad

Ángel Prado, alcalde de la comuna El Maizal, destaca la importancia del poder comunal y el autogobierno, inspirado en los principios de Hugo Chávez. Según Prado, esta estrategia garantiza la dignidad de todos y el control del ciclo productivo.

La comuna El Maizal se encuentra en la entrada de la región de los Llanos de Venezuela, entre los estados de Lara y Portuguesa. Se destaca por ser una de las comunas más consolidadas de Venezuela, ya que alberga alrededor de 3500 familias y cuenta con extensas áreas dedicadas al cultivo de maíz y a la cría de ganado, junto a diversas iniciativas productivas.

Ángel Prado es el principal portavoz del municipio. Hace dos años alcanzó una reñida victoria en las elecciones a la alcaldía de Simón Planas, el municipio que abarca la mayor parte de El Maizal, junto con otras 11 comunas. En esta entrevista, Prado aborda sus esfuerzos para combinar el poder institucional con la búsqueda constante de la autonomía comunal.

Es posible que algunos de nuestros lectores estén familiarizados con El Maizal, pero, ¿podrías dar una descripción general de la comuna?

El Maizal es un conjunto de experiencias, prácticas, victorias y derrotas. Sin embargo, fundamentalmente, es un programa y proyecto legado por Chávez, un programa que determina nuestra identidad y nuestra estructura organizativa.

En El Maizal se materializa el modo de vida comunitario, el cual se fundamenta en la búsqueda de métodos innovadores y enfoques políticos para construir un mundo mejor. Es importante destacar que esta nueva forma de vida no se rige por principios capitalistas, sino que se centra en los recursos comunales y en la preservación de la dignidad de todos.

El Maizal abarca 27 consejos comunales y gestiona 2335 hectáreas de tierras comunales. Además, ha forjado conexiones con comunas vecinas de Simón Planas y de todo el país a través de la Unión Comunera, una organización nacional compuesta por más de 50 comunas. Esta colaboración es de suma importancia, haciéndose eco de la advertencia de Chávez de que las comunas aisladas corren el riesgo de sucumbir al sistema hegemónico capitalista.

Considero que El Maizal desempeña un papel crucial en nuestra sociedad y dentro de nuestra clase social, dado que se mantiene fiel a la visión de Chávez. Por lo tanto, nuestra comuna, como muchas otras, sirve de guía e inspira a los movimientos populares de todo el país e incluso de todo el mundo.

Las comunas son más que simples entidades políticas; representan un modelo económico emergente que se basa en nuevas relaciones sociales. ¿Podrías ampliar más sobre esto?

La lucha contra el capitalismo se lleva a cabo a gran escala; implica desmantelar las normas existentes, en particular las relativas a la propiedad. De ahí que el énfasis en la propiedad colectiva, la comunalización del trabajo y la distribución equitativa de los recursos excedentes sea primordial.

Nuestro objetivo es establecer una cultura de propiedad comunal que contrarreste el individualismo promovido por el capitalismo. Esto implica unir a la gente, organizarse dentro y para la comunidad, y salvaguardar nuestros medios de producción, mientras avanzamos hacia la industrialización y a la distribución directa. En última instancia, aspiramos a controlar todo el ciclo de producción.

Dada nuestra condición de productores primarios, el excedente de nuestra producción comunal suele acabar en el mercado capitalista. Este es un problema grave que subraya la importancia de la industrialización comunal.

Lo que digo no solo es aplicable a la comuna de El Maizal, sino a todas las comunas: la industrialización es esencial. Sin ella, las comunas corren el riesgo de quedar relegadas a una economía de supervivencia al margen del sistema capitalista imperante.

Tras la caída de la Unión Soviética, muchos miembros de la izquierda mundial se apartaron de la idea de adquirir el poder estatal. Sin embargo, se puede decir que Chávez contribuyó a redefinir el concepto de "toma del poder" en los círculos de izquierda.

En Simón Planas, el movimiento comunal se esforzó por establecerse dentro de una estructura de poder institucional existente: la Alcaldía. Este objetivo se hizo realidad respaldando su triunfante candidatura a la alcaldía. Pero, ¿por qué era tan importante controlar esta institución?

Como chavistas y comuneros, nuestro objetivo es controlar los recursos existentes y ponerlos al servicio del pueblo. En nuestro caso, esto conlleva tomar el control de los medios de producción y de las instituciones públicas en nuestro municipio.

El Maizal tiene una larga trayectoria comunalizando terrenos vacíos y medios de producción, pero más recientemente logramos tomar el control de la Alcaldía al participar en las elecciones. Al igual que Chávez, no evitamos tales contiendas.

La dirección del gobierno local puede facilitar o impedir el avance hacia los objetivos comunitarios, y nosotros estamos comprometidos con lo primero. Siguiendo el ejemplo de Chávez, creemos en desafiar a la autoridad: tomarla y emplearla al servicio del pueblo. Sin la llegada de Chávez al poder, el progreso de la comuna se habría visto obstaculizado. Su liderazgo fue decisivo para impulsar la agenda socialista y reavivar el diálogo sobre la utopía que queremos alcanzar.

Es importante garantizar que el poder no nos consuma; más bien debe emplearse para beneficiar al pueblo. En nuestro país, cuando se utiliza de forma revolucionaria, el poder estatal puede actuar como catalizador para impulsar el avance de la comuna.

Chávez señaló varias veces que Venezuela todavía tiene un estado fundamentalmente burgués. Tu objetivo como alcalde no es fortalecer el estado burgués, sino crear condiciones para su disolución. ¿Cuáles son los riesgos y oportunidades para ti, como comunero, al involucrarte en la política a nivel estatal?

Incluso durante el mandato de Chávez, hubo un esfuerzo concertado dentro del Estado para socavar el modelo comunal, describiéndolo como anticuado, ineficaz o ineficiente. Estas ideas persisten. Por eso vemos nuestra participación en el gobierno local como una oportunidad para demostrar que los comuneros pueden supervisar las instituciones de forma competente.

Al principio, nos enfrentamos a muchos desafíos debido al escepticismo generalizado. Sin embargo, hemos demostrado que, con determinación política, apego a principios y un objetivo claro, podemos gestionar de forma competente la gobernanza municipal, dando prioridad a los intereses de la gente. Lo vemos como una herramienta, pero el verdadero motor de la transformación social es el movimiento comunal.

Sin embargo, existen posibles inconvenientes y riesgos. Si consideráramos la Alcaldía como el epicentro de la política, estaríamos fracasando como revolucionarios y chavistas, pues estaríamos descuidando lo que debería ser el núcleo de nuestra existencia política y económica: la comuna.

Su mandato como alcalde de Simón Planas ha sido muy exitoso. Las instituciones municipales han abordado con éxito diversas cuestiones relacionadas con las infraestructuras, la sanidad y la educación. Si bien estos logros son dignos de elogio, ¿cómo contribuyen al objetivo estratégico del socialismo comunal?

Desde la Alcaldía, hemos fomentado constantemente los debates, los referendos y los procesos colectivos de toma de decisiones. En otras palabras, la consulta es un elemento fundamental de nuestro modelo de gobernanza, que aspira a ser cada día más comunal.

Por ejemplo, hace un año organizamos un referéndum sobre presupuestos participativos. El objetivo principal era abolir normas municipales obsoletas que habían perdurado durante más de dos décadas y que dificultaban nuestra capacidad para asignar recursos, promulgar leyes y gobernar conjuntamente con la comunidad. El referéndum tenía varios objetivos concretos: pretendíamos redistribuir fondos que antes estaban bajo el control de altos funcionarios hacia proyectos públicos, y queríamos democratizar procesos clave de toma de decisiones poniéndolos en manos del pueblo.

El referéndum fue todo un éxito. Contó con una amplia participación y sentó las bases de un nuevo modelo de gobierno en el que los recursos, la información y la toma de decisiones ya no están monopolizados por unos pocos privilegiados. Ahora, la comunidad desempeña un papel activo en la trayectoria política y económica de Simón Planas, reforzando así la organización comunal.

Algunos de los camaradas con los que hemos hablado aquí opinan que, en última instancia, el "gobierno comunal" debería sustituir a la Alcaldía. Pero, ¿qué representa realmente un "gobierno comunal" en este contexto?

Básicamente, un gobierno comunal es aquel gestionado por el pueblo y para el pueblo. Se materializa cuando la comunidad establece objetivos de manera colectiva y participa con ahínco en su planificación y ejecución. Un gobierno comunal funciona con autonomía, soberanía y libertad, tomando decisiones sin limitaciones institucionales.

Siguiendo la visión de Chávez, nuestro propósito es desmantelar las instituciones antiguas, como el gobierno municipal, y crear espacios autogobernados que se dediquen por completo a la comunalización de la sociedad.

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