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Medio Oriente :: 14/11/2020

Elementos para entender los resultados de la guerra en Nagorno-Karabaj

The Saker
Las revoluciones de color y el caos político están terminando en pérdidas territoriales para Occidente (Siria, Ucrania, Georgia y ahora Armenia)

Han ocurrido muchas cosas muy rápidamente en los últimos dos días y comenzaré este análisis con unos pocos puntos que resumen lo que acaba de ocurrir:

– La guerra que acaba de terminar fue un verdadero baño de sangre y ha tenido más bajas (contando ambos bandos) que las que sufrió la Unión Soviética en 10 años de guerra en Afganistán

– Esta guerra ya ha terminado, las fuerzas de paz rusas ya han sido desplegadas a lo largo de la línea de contacto. Hasta ahora, ninguno de los dos lados se ha atrevido a reanudar las hostilidades.

– Ha habido dos días de celebraciones en Bakú, capital de Azerbaiyán. El presidente Ilham Aliyev ha declarado que la guerra fue un triunfo para las fuerzas azeríes y que el Primer Ministro Armenio, Nicol Pashinian no obtuvo nada. Tiene razón.

– Los azeríes están reclamando ahora que quieren una compensación de Armenia.

– Las fuerzas turcas en Azerbaiyán y las fuerzas rusas y turcas han creado un comité conjunto para coordinar las acciones.

– Erdogan ha insistido en que Turquía debería enviar fuerzas para mantenimiento de la paz, pero Putin ha rechazado categóricamente esta exigencia: como cualquier otro Estado, Azerbaiyán tiene el derecho indiscutible de invitar a fuerzas extranjeras a su territorio, pero estas fuerzas no tendrán el estatus y los derechos de una fuerza de paz.

– Han estallado violentos disturbios en la capital de Armenia, allí los manifestantes han asaltado edificios gubernamentales, golpeado a funcionarios y saqueado el Parlamento.

– Diecisiete partidos de la oposición armenia han declarado que quieren un comité de salvación nacional y la dimisión del primer ministro Nicol Pashinian.

– Nadie sabe dónde se esconde Pashinian, pero parece que todavía está en algún lugar de Armenia.

– Los manifestantes también destruyeron las oficinas de Soros en Ereván (la capital de Armenia) y ahora están buscando a Pashinian («el traidor») para lincharlo.

– Nicol Pashinian se ha quejado en twitter que sus oficinas han sido saqueadas, que le han robado un ordenador, su carnet de conducir y un frasco de perfume (¡pobre líder perfumado!).

– La fuerza de paz rusa estará constituida por subunidades de la 15ª Brigada Independiente de Fusileros Motorizados que a su vez forma parte del 2º Ejército de Armas Combinadas del Distrito Militar Central. Son alrededor de 2.000 soldados armados (APCs e IFVs), vehículos especializados (EW, C3I, etc.), drones y sistemas de defensa aérea.

– Las fuerzas de paz rusas permanecerán desplegadas en esta área por no menos de 5 años.

– Rusia controlará tanto el corredor de Nagorno-Karabaj como el de Nakhichevan.

Ahora veamos la posición de las partes al final de esta guerra y comparémoslas.

Armenia

No hay duda de que Armenia es el mayor perdedor de esta guerra. Nicol Pashinian y su camarilla anti-rusa – partidaria del especulador internacional George Soros – han traído una verdadera calamidad a su pueblo.

Desde que llegó al poder, purgó a las fuerzas militares y de seguridad armenias de todos los supuestos elementos «pro-rusos», prohibió en las escuelas de idioma ruso, etc. En cambio, autorizó la instalación de una embajada estadounidense absolutamente enorme con unos 2000 efectivos (¡tanto como toda la fuerza de mantenimiento de la paz rusa!) . Y… cuando los azeríes atacaron, Nicol Pashinin se negó a pedir ayuda a Rusia, en su lugar pidió ayuda a Trump, Merkel y Macron. No hace falta decir que estos gobernantes hicieron exactamente nada.

La verdad es que los armenios no tuvieron otra opción que aceptar los términos azeríes. Han sufrido enormes pérdidas mientras que los azeríes han tomado Shushi, la ciudad estratégica clave que controla tanto la capital de Nagorno-Karabaj (Stepanakert) como el corredor entre esta región y Armenia.

Si Pashinian no hubiera firmado la paz, el ejército armenio rodeado habría sido masacrado por los azeríes (en esta guerra, ambos bandos informaron de que casi no tenían prisioneros. ¿Por qué? Porque casi todos fueron ejecutados). También los analistas rusos dicen que Armenia se estaba quedando sin suministros rápidamente (un hecho que reconoció Pashinian).

En pocas palabras: el plan de Aliev funcionó. La ciega arrogancia de los líderes armenios, junto con sus políticas suicidas casi le han costado a Armenia la pérdida completa de Nagorno-Karabaj y sin la paz acordada, posiblemente la existencia de su propio país.

Una vez eliminados los mejores oficiales armenios (incluidos los héroes de la primera guerra de Karabaj, que ganó la Armenia pro-rusa), lo que quedó fueron payasos delirantes que prometieron que Armenia – incluso sin la ayuda de Rusia – podría ganar la guerra y llevar sus fuerzas a Bakú (sonaban tan delirantes como algunos líderes ucranianos).

Turquía

El próximo gran perdedor en esta guerra es Turquía. Su objetivo de unir a todas las naciones turcómanas bajo un solo imperio neo-otomano se ha venido abajo.

Erdogan es un megalómano y alborotador de clase mundial, y ha involucrado a Turquía en guerras (o cuasi guerras) con Siria, Israel, Irak, Grecia, Libia, Irán, Rusia e incluso (hasta cierto punto) con la OTAN. Y no hay que olvidar las sangrientas operaciones contra los kurdos en todas partes. Es un megalómano muy peligroso.

Rusia ha intervenido militarmente en Siria y Libia para- entre otras cosas- detener las aspiraciones imperiales de Erdogan. Los rusos ven a Turquía como el país que realmente es, una nación que no tiene los recursos para construir un imperio. Erdogan no entiende que abrir simultáneamente conflictos en varios frentes en una segura receta para el desastre.

Por otra parte, es muy probable que hayan sido los turcos quienes derribaron el helicóptero Mi-24 ruso, dentro del espacio aéreo armenio: su objetivo era obligar a Rusia a dejar de buscar una solución negociada e imponer una continuación de las hostilidades.

Sin embargo, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, demostró una gran inteligencia estratégica: asumió la culpa de lo que llamó un trágico error y ofreció todo tipo de compensaciones y excusas. Probablemente la decisión de Aliyev de asumir la culpa se produjo después de que él y Putin (son amigos) tuvieron lo que los diplomáticos llaman un «franco intercambio de opiniones».

Los turcos están dando mucha importancia al hecho que los azeríes hayan invitado a sus fuerzas a Azerbaiyán. Pero seamos sinceros: los azeríes y los turcos siempre estuvieron cerca y nada pudiera haber impedido que los azeríes invitaran legalmente a las fuerzas turcas a su país.

La verdadera cuestión es qué pueden hacer esas fuerzas. Sostengo que, si bien no debemos descartar el potencial tóxico de una fuerza turca, es poco lo que podrán hacer. En resumen 1) vigilar la situación y 2) coordinar con los rusos y mantenerse al margen. Lo que estas fuerzas no podrán hacer es atacar, o incluso amenazar con atacar, a las fuerzas armenias y/o rusas.

Rusia

Rusia es el único verdadero ganador de esta guerra. Lo sé, hay un poderoso lobby armenio en los EEUU y en Europa . Este lobby está tratando de presentar su derrota como una derrota para Rusia. Francamente, entiendo su amargura y siento lástima por ellos, pero están absolutamente equivocados. Aquí está el porqué:

Primero, Rusia se ha establecido como la única potencia en el Cáucaso que puede traer la paz. EEUU – con 2.000 funcionarios en su Embajada- no hizo absolutamente nada, durante años, para ayudar a Armenia, todo lo que hicieron fue forzar políticas rusófobas, eso es todo.

La misma cantidad de soldados rusos literalmente han traído la paz de la noche a la mañana. Ahora debo explicar algo sobre las unidades de la 15ª Brigada Independiente de Fusileros Motorizados (15 IMRB), enviada a la zona.

La 15 IMRB no es una fuerza de paz en el sentido occidental del término. Es una fuerza de combate de élite que se especializa en misiones de mantenimiento y establecimiento de la paz («coerción para la paz» en la terminología rusa).

Su personal está compuesto al 100% por profesionales, la mayoría de los cuales tienen una amplia experiencia de combate: participaron en la operación de paz en Georgia y después en Siria.

Se trata de fuerzas de primera línea, bien entrenadas y magníficamente equipadas que, además de sus propias capacidades, pueden contar con el apoyo de todo el ejército ruso. Quienes dicen que esta fuerza es una unidad militar simbólica simplemente no entienden estas cuestiones.

Todo el teatro de operaciones de esta guerra está en el perímetro de los 1.000 kilómetros de la frontera con Rusia. La planificación del ejército ruso establece que sus fuerzas deben ser capaces de controlar este perímetro en caso que estalle una guerra.

Para entender esto hay que explicar que el ejército ruso no está organizado de la manera en que lo está el ejército de los EEUU: la doctrina militar rusa es puramente defensiva, y esto no es propaganda.

Rusia fundamenta su defensa en la capacidad de desplegar rápidamente fuerzas mecanizadas de alta preparación dentro del territorio ruso (y en unos 1.000 kilómetros desde su frontera). El ejército ruso tiene la capacidad de destruir cualquier fuerza extranjera que entre en esta zona.

Rusia ha creado avanzados sistemas de armas capaces de desatar una gran potencia de fuego en defensa de sus fuerzas de tarea desplegadas. En otras palabras, aunque el 15 IMRB es sólo una fuerza expedicionaria del tamaño de una brigada, está entrenada para mantener una posición hasta que los refuerzos (el personal y/o potencia de fuego) sean desplegados desde Rusia.

Ahora, volviendo al derribo de un Mi-24 ruso. Esta acción no ha pasado desapercibida ni olvidada, de eso pueden estar seguros. El hecho que Putin (y los militares rusos) no actúen como lo haría EEUU e inicien inmediatamente represalias no significa que a los rusos no les importe, lo hayan olvidado o tengan miedo.

Hay un proverbio judío que dice «una buena vida es la mejor venganza». Parafraseando esta idea diría que el lema de Putin puede ser «un resultado ventajoso es la mejor represalia»: esto es lo que vimos en Siria y esto es lo que sucederá en Azerbaiyán.

Otro punto para Rusia es que ahora puede (sinceramente) declarar que las revoluciones de color y el caos político están terminando en pérdidas territoriales (Ucrania, Georgia y ahora Armenia)

A continuación mire el siguiente mapa. Aunque está ruso no será ningún problema entenderlo.

Observe las dos gruesas líneas azules: muestran los corredores entre Azerbaiyán y la provincia azerbaiyana de Nakhichevan y el corredor entre Armenia y Nagorno-Karabaj.

Estos dos corredores son absolutamente vitales para estos países y ahora estarán bajo el control de los guardias fronterizos del FSB; guardias fronterizos rusos con unidades móviles y de élite comparables con las capacidades a sus colegas de las Fuerzas Aerotransportadas. Son unidades de élite muy duras que están entrenadas para luchar contra una fuerza muy superior (no se parecen en nada a los funcionarios de fronteras o aduanas de los EEUU o la Unión Europea).

Esto significa, en términos estratégicos, que Rusia tiene ahora el control sobre una arteria vital y estratégica tanto para Azerbaiyán como para Armenia.

Ninguna de las partes está dispuesta a explicar mucho sobre esto, no hay necesidad de humillar a nadie, pero los que saben se dan cuenta de la fantástica capacidad de influencia que tiene Putin en el Cáucaso. Ambos corredores son un salvavidas para Azerbaiyán y Armenia, siempre y cuando ambos estados comprendan que son también una área estratégica para Rusia.

Quienes odian a Putin estuvieron gritando: «Putin perdió el control en su entorno cercano» , Bueno, ahora deberían estar avergonzados por su falta de comprensión. Este tipo de pensamiento mágico occidental no cambiará la realidad sobre el terreno: lejos de perder nada, Putin consiguió una inmensa victoria estratégica para Rusia, a costa de un herido y un helicóptero.

A partir de este momento, Rusia tendrá fuerzas militares permanentes tanto en Armenia como en Azerbaiyán. Por otra parte, el Cáucaso ruso es en su mayor parte pacífico y próspero. Tanto el Mar Negro como el Caspio son de hecho «lagos rusos» y el «bajo vientre» de Rusia es ahora mucho más fuerte que antes.

Conclusión

La guerra de Nagorno-Karabaj está congelada, pero como en Siria, habrá provocaciones, falsas banderas, reveses y asesinatos de inocentes. Como en Siria, Putin siempre preferirá una estrategia silenciosa con pérdidas mínimas a una política de amenazas, grandilocuencia y represalias instantáneas.

También existe lo que yo llamo las «reglas de la fuerza de Putin»: su estrategia es nunca usar la fuerza donde se espera, siempre usar la fuerza cuando menos se espera y siempre usar la fuerza de una manera que sus enemigos no lo han pensado.

Aun así, no todo es color de rosas, seguro que habrá contratiempos, Erdogan está enfadado y todavía quiere jugar un papel. Putin, a la manera rusa le dará «un papel», pero ese rol será mínimo y será para el consumo interno turco.

Erdogan, lejos de ser un nuevo “Mehmet, El Conquistador” pasará a la historia como “Erdogan El Perdedor”. La megalomanía puede ser un prerrequisito para un aspirante a constructor de imperios, pero no es suficiente.

¿Qué viene ahora?

Nicol Pashinian será derrotado, eso es bastante seguro. Lo que más importa para Armenia es quién lo reemplazará. Desgraciadamente, hay nacionalistas que son tan rusófobos como la pandilla del primer ministro. Además, considerando la histeria que se está levantando en Armenia, hay una posibilidad real que un nuevo gobierno anule el alto el fuego y exija una «lucha hasta el final».

Esto podría ser un problema importante, incluso para las fuerzas rusas de paz en Armenia, pero también es probable que cuando el pueblo armenio comprenda que ha sufrido una derrota aplastante, esos llamamientos acaben por ser ahogados por voces más cuerdas (incluidas las voces de los dirigentes anteriores a 2018 actualmente encarcelados).

Además, hay una enorme inmigración armenia en Rusia que escucha los análisis rusos y está plenamente consciente de la realidad. Estos inmigrantes representan un importante recurso para Armenia ya que serán los que impulsen una fuerte colaboración con Rusia que Armenia necesita más que cualquier otra cosa.

Es cierto, la diáspora armenia en la UE y en EEUU está organizada, tiene mucho dinero y actualmente está controlada por la narrativa occidental (en Rusia intentaron instalarse y fracasaron estrepitosamente). Muchos de estos armenios están horrorizados por el resultado de la guerra y creen que los turcos han penetrado en la esfera de influencia rusa. A ellos las voces cuerdas armenias le responden, “simplemente no se dan cuenta de lo que están diciendo”.

Está bien, entendemos los sentimientos armenios, pero dejemos que pasen unos meses y la realidad acabará por convencer a los que actualmente se niegan a entenderla.

En este momento, hay una reacción violenta en la capital armenia. Pero tarde o temprano, los manifestantes serán reemplazadas por algún tipo de gobierno de unidad nacional y si ese gobierno querrá poner fin a las horribles pérdidas y reconstruir lo que queda en pie. Entonces, tendrán que llamar al Kremlin y llegar a algún tipo de trato con Rusia.

La inmensa embajada de EEUU y los cientos de «ONG» patrocinadas por Soros se podrán oponer, pero el «Imperio Americano» está luchando por la supervivencia, la Unión Europea está en total desorden y los turcos han fracasado en todo lo que intentan, una opción anti-rusa no es una opción viable para el pueblo armenio.

Los rusos solían bromear que se necesitan 2 judíos para engañar a un armenio, lo que significa que los armenios son muy inteligentes. Comparto esta admiración por el pueblo armenio: es una antigua, noble y hermosa nación y cultura, que merece vivir en paz y seguridad. El pueblo armenio ha sufrido muchos horrores en su historia y merecen mucho más que un títere de la CIA y del MI6 como Nicol Pashinian.

En este momento, la nación armenia se encuentra en una situación comparable a los «democráticos» años 90 en Rusia o al actual horror «liberal» que está teniendo lugar en los EEUU. Pero, como le gustaba decir a Dostoievski, «uno nunca debe juzgar a una nación por lo bajo que puede caer, sino por lo alto que puede elevarse».

Lo mejor para Armenia, objetivamente, sería formar parte de Rusia (lo que Armenia fue en su pasado reciente). Pero eso no va a suceder porque Rusia nunca aceptaría a Armenia en la Federación de Rusia.

Armenia no tiene nada que ofrecer a Rusia, excepto un territorio difícil de proteger con vecinos potencialmente peligrosos. No, Rusia nunca perdió a Armenia, fue Armenia la que perdió a Rusia. Lo máximo que el Kremlin ofrecerá a Armenia es protección contra vecinos agresivos y ayuda económica.

En cuanto al resto, cuando el próximo gobierno armenio reanude los intercambios de información, la colaboración militar, las operaciones de seguridad con Rusia, dará un gran primer paso para su nación.

* The Saker es un analista militar ruso

www.observatoriocrisis.com. Extractado por La Haine.

 

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