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Mundo :: 20/10/2007

En respuesta al debate sobre la conquista de América

Guillermo F.
Me gustaría hacer algunas puntualizaciones al análisis del 12 de octubre desde la perspectiva libertaria del compañero Gonzalo Abella (12 de octubre. Algunas certezas: Colón no descubrió nada)

Puntualizaciones que cabria matizar a mi entender. No lo entiendo como una corrección pues seguramente mis ideas sean similares, solo es una intención de completar con datos un debate necesario después de 515 años y enriquecedor.

Es cierto, y eso nadie lo ha negado nunca, que en el imaginario colectivo de los pueblos precolombinos, ya existían los mitos, tradiciones y leyendas de los dioses (que no hombres de otros pueblos) de pelo cobrizo o rubio y piel blanca que en algún momento, curiosamente coincidente con el año 1500 de la era cristiana-occidental, debían presentarse a los pueblos, concretamente mexicas, para redimirlos de sus errores y reconducir la civilización.

Este mito del dios Quetzalcoatl ya era conocido y muy bien explotado por Hernán Cortes y su aliada Malintzin, que supieron aprovechar el equivoco general de estos pueblos al atribuir a Cortes una imagen divinizada y sobrenatural (dios Quetzalcoatl - Cortes) y a sus conquistadores castellanos una imagen fiera y protectora (guardianes del dios - tropas armadas castellanas).

A esta coincidencia cronológica de la llegada de Cortes con la profecía de los mexicas, debemos añadir el aspecto desconocido y fiero de las tropas invasoras (caballos, armaduras de metal, armas de fuego...) que fueron un factor de impacto psicológico muy importante para la derrota mental de los pueblos indígenas, que veían en este aspecto fiero de los invasores un elemento que infundía miedo y temor.

Por otra parte, también son de sobra conocidas por todo el mundo las pruebas mas o menos recientes de la imagen del continente de pachamama por parte de determinados pueblos. Se han descubierto mapas chinos y turcos que pueden hacer referencia geográfica a este continente, y también conocemos la leyenda del guerrero vikingo-nórdico Eric "El rojo" del cual se presupone una presencia previa a Colon probablemente en la zona de Terranova o Groenlandia.

Además existe la leyenda, ya mas cercana a posiciones legendarias de Colon como hombre que aprovecha al llamado "informador o navegante desconocido", el cual informa en su lecho de muerte al invasor al servicio de Castilla de un nuevo continente en el que ha estado y establecido una colonia. Pero esto, aun no demostrado, obedece mas bien al terreno borondoniano de la leyenda.

Así pues, en esta visión prehispánica de la llamada Pachamama se mezclan dos conceptos; el de una posible visión o intuición del continente y una leyenda indígena basada en la mitología y no en la realidad sobre la presencia divina de seres diferentes. Por lo tanto no puedo estar de acuerdo en esa imagen de que ya existía un acercamiento, y un conocimiento previo de la cultura indígena y occidental que facilitaría un poco mas el camino de la aculturación de los primeros, lo cual me parecería un error puesto que ni los primeros le daban un carácter humano ni los segundos podrían haber imaginado jamás la grandeza de las culturas indígenas.

Que las culturas no hacen la guerra ni oprimen a otras culturas es algo evidente.

No se en que momento de los relatos históricos de la conquista y expolio del continente americano se haya dicho alguna vez que ha sido la cultura y no el estado occidental europeo el que ha masacrado, explotado y oprimido al pueblo indígena americano.

Nadie ha dudado nunca que los mismos que oprimen al indígena oprimen al campesino.

Que el mismo rey oprime en el mismo año al indígena y al campesino y aplasta sus reivindicaciones, sírvanos de ejemplo el año de 1521, cuando en el mismo año casi por igual un ejercito imperial masacra a cientos de mexicas en Tenochtitlan y a la vez acalla los últimos gritos de resistencia del pueblo castellano en Villalar.

El poder imperial (como el capital después) no distingue de pueblos, identidades y culturas. No lo hizo en 1521 y no lo hará a día de hoy, eso es algo indudable.

Por eso dudo de que la izquierda revolucionaria ha de ignorar este hecho fundamental, aunque presupongo que será una critica orientada a la derecha de ese país.

Por otra parte, es interesante el análisis de los llamados "dos genocidios" contra el pueblo indígena, el occidental y el criollo, que, sin embargo, para mi son uno mismo porque obedecen a la misma lógica e intereses.

Es simplemente un traspaso de poderes. No cabe mas que analizar la participación de los movimientos insurreccionales.

Al principio los que se suman a los levantamientos insurreccionales obedecen mas a cuestiones populares y revolucionarias, son unas rebeliones mas de "fe" que de intereses, cuyos ejemplos estarían en las rebeliones mexicanas de Hidalgo y Morelos, y la venezolana de Bolívar, en las que fue realmente muy difícil atraer a las masas criollas e intelectuales que, de hecho, llegaron a apoyar proyectos regionalistas simplemente o abiertamente realistas (como el movimiento de Pablo Morillo). Así, las elites criollas de hecho solo se incorporan masivamente a los procesos independentistas muy al final y cuando ven que los nuevos estados pueden estar en sus manos.

Como cite anteriormente, vuelvo a insistir en la frase de Burke "cambiar para conservar", elites occidentales-elites criollas, mismo perro con distinto collar.

Por ello todo viso de oposición, popular e indígena en el estado criollo en su mayoría es acallado con las armas como fue acallado todo proceso popular independentista por los imperios occidentales (Tupac Amaru, Tupaj Katari, Guerra de las Misiones...) todo con el interés de seguir manteniendo el mismo orden socio-político-económico de antaño, de siempre.

Económicamente también ha sido y es visible hoy en día los efectos de la explotación occidental.

El estado ingles lleva a cabo una política de colonización impositiva muy dura, que conllevo como ultima consecuencia de su asfixiante sistema la desesperada independencia de un puñado de colonos hartos de las políticas de Londres.

Sin embargo, la política extractiva de la corona castellano-aragonesa fue sin duda alguna mucho mas dañina, dura y mortal que la inglesa, en tanto que además de imponer esa extracción también a sangre y fuego (ya lo demostró Colon con el aniquilamiento casi total de la población indígena de las Antillas durante su mandato de 1492-1500 tanto por sobreexplotación como por masacre de todo tipo de revuelta indígena), lo hace en unas condiciones de explotación que en nada envidian al proletario moderno del taller fabril.

El ejemplo mas claro de ello se encontraría en ese "pozo de almas" que fue las tristemente celebres minas de San Luis de Potosí, que llegaron a introducir sistemas que hacían mas eficiente la explotación masiva de plata y que tantísimas vidas costaron a los esclavos negros, poco habituados a las alturas y al frío, y a los indígenas locales victimas de la fatiga y las precarias condiciones de esclavitud a la que les sometía el cada vez mas ambicioso y enriquecido imperialismo castellano-aragonés, imperialismo alimentado por el ya incipiente comercio con los otros imperios locales.

Ello no trajo como consecuencia otra cosa que la caída masiva de la tasa demográfica y el enorme empobrecimiento de unas naciones ricas en materias primas, situación de miseria a la que ha relegado el imperialismo occidental a esos pueblos, deuda impagada e impagable de estos y huella visible de su presencia en esas tierras.

Por tanto si nefasta fue la política impositiva de Inglaterra, de criminal y mortal podríamos calificar a la extractiva ibérica.

Coindico plenamente en las visiones finales de que, con Francia, Holanda, Inglaterra, o España... así como en los modernos estados postcoloniales, el único que ha salido y sale perdiendo es el indígena, el pueblo.

Las luchas de Tuapac Amaru, Hidalgo, o Jerónimo no son mas que ecos del pasado de los que toman herencia nuestros EZLN, nuestros FSLN, nuestros FMLN, nuestros Tupamaros, nuestros Aymaras, nuestros A.I.M., nuestros Che Guevara, o nuestros José Carlos Mariategui, compañero este ultimo que comprendió muy bien el problema de la cuestión indígena y su traslación a nuestras sociedades de hoy en día.

El pueblo indígena americano (continental, con una visión global de clase y no nacional, como preferiría Ernesto Guevara) pues, tiene ante si un enorme reto y un enorme desafío, el de afrontar con dignidad y valentía su futuro y su destino.

Muchos de ellos ya lo han empezado a hacer, muchos lo han entendido y han emprendido el camino que les debe conducir hacia la libertad.

Pero como dirían algunos compañeros marxistas americanos, ese camino se debe mezclar, se debe juntar y unir necesariamente con el destino de los tantos oprimidos que ha dejado como herencia el sistema imperial colonialista, el de los afro americanos, y el de los obreros y campesinos nativos o no, que sufren las consecuencias de un expolio que dura ya mas de 500 años.

Los indígenas deben emprender conjuntamente su camino con todos los desheredados de este sistema y de este mundo, no deben afanarse en buscar nuevas reivindicaciones nacionales de distinción que puedan conducir a nuevos estados burgueses, si no que deben buscar la liberación total de la clase obrera y oprimida del continente americano.

La lucha conjunta con el proletariado y el campesino, que ellos mismos integran, debe ser la respuesta contundente a esta masacre y la partida que le toca jugar a las victimas de esta verdadera cara del 12 de octubre.

Parafraseando a un análisis genial de otros acertados compañeros: "No tenemos miedo a la historia".

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