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Pensamiento, Europa, Mundo :: 18/12/2020

G. Varela: "Engels llega rápidamente al comunismo, mucho antes que Marx, en 1842" (y II)

Nicolás González Varela / Salvador López
Entrevista con Nicolás González Varela sobre Friedrich Engels y la edición de 'Engels antes de Marx'

Primera parte: Entrevista a Nicolás González Varela sobre Friedrich Engels y la edición de Engels antes de Marx (I). "Engels fue un precoz y genial filósofo autodidacta": https://lahaine.org/dN5r

Nicolás González Varela estudió Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, donde ejerció como Profesor en Ciencias Políticas y de Extensión Universitaria.

En tu opinión, ¿qué interés tienen estos escritos del joven Engels que abarcan de 1838 a 1843, desde que tenía 18 años hasta los 23? Me ha parecido que hay mucho de “crítica literaria”.

Como te he señalado anteriormente, muchos han sostenido de manera inocente esta creencia “natural”, aunque insostenible en los textos mismos, producto de años de marxología oficial sobre el “actor secundario” Engels; pero además entiendo que a ello se suma una incomprensión del contexto en el que luchaba Engels. Hay que sumergirse en la situación concreta. Al no existir en Prusia la esfera de lo político como ámbito separado, la Kritik de la política se debía practicar sobre territorios intermedios, como la literatura y la teología.

Engels parte desde la orilla de la literatura romántica y radical de la “Joven Alemania”, un partido político in nuce, en su versión final, enfrentándose primero a su propia rutina religiosa comunitaria y familiar, el pietismo, por lo que parte no tanto de la Filosofía pura como de la crítica de la religión; la Bibelkritik es su modo de desembarazarse del peso muerto de su tradición y, al mismo tiempo en una doble tarea simultánea, destripar de manera materialista las formas alienadas de su tiempo. La visión que mencionas mainstream,del joven Engels como mero “crítico literario”, es la que queda refutada a lo largo de la lectura de estos textos inéditos. Su mejor biógrafo y primer editor de estos escritos, Mayer, denomina esta época aparentemente inundada de anodinos “ejercicios literarios”, la “Politische Anfänge” del joven Engels, su auténtico inicio político revolucionario antes de su contacto con la literatura comunista o socialista.

¿Hay en estos trabajos alguna reflexión sobre el movimiento socialista o comunista de aquellos años?

Como te he dicho, Engels llega rápidamente al Comunismo mucho antes que Marx, en el año 1842. Léxicamente Engels intercambia la idea de Comunismo con la de Socialismo en esta época. Esto se acelera de manera notable a su llegada a Mánchester, y sus contactos personales con owenistas y cartistas, las alas radicales del movimiento obrero inglés. Te adelanto que estoy preparando un trabajo sobre el origen del Marxismo trazando su inicio en la estadía de Engels y Marx en Mánchester, la ciudad-fábrica. Queda claro que se convenció de que solo el Comunismo, entendido como una “Comunidad de Bienes”, podía resolver la candente cuestión social, la agenda de una auténtica reforma social a nivel continental. Y lo que es más decisivo: afirmaba que el Comunismo “no es la consecuencia de la posición particular” de una nación o pueblo elegido, sino es una conclusión necesaria, “que no puede evitarse que se extraiga de las premisas dadas en los hechos generales” de la civilización capitalista. Una conclusión demoledora y de efecto epocal que asumirá el propio Marx.

¿Cuáles son las principales influencias filosóficas y políticas que recibe en estos años?

Precisamente Engels tiene un doble cauce: uno del movimiento literario, en especial del republicano Ludwig Börne, de la “Joven Alemania”, con lo que vuelvo a subrayarte el problema dogmático de reducir sus textos a “ejercicios literarios” abstractos, una hipoteca de la marxología oficial que llevamos a cuestas. El segundo es Hegel, a través de la influencia directa de la izquierda hegeliana, en especial de David Strauss y su crítica a la Biblia, que tanta influencia tuvo en el origen del Marxismo. La crítica a la Religión, dirá Marx, es la premisa a toda crítica de lo político. Engels se plantea durante un tiempo llegar a una nueva Teoría crítica unificando la gran filosofía de Hegel con la práctica literaria-política de Börne. Vislumbró la tarea pendiente de la teoría crítica, superó las unilateralidades de las vanguardias literarias y filosóficas. Se trataba de llevar a término “la compenetración de Börne y Hegel, la mediación entre vida y ciencia, entre la realidad moderna y la auténtica filosofía”.

El híbrido parecía imposible de sintetizar en la alta teoría, el cuádruple frente de combate (el espíritu libre luchando contra curas y pietistas, contra la nobleza y su burocracia, contra la “aristocracia del dinero” y los poseedores y, finalmente, el republicano contra la monarquía) requería un método realmente sólido y revolucionario, una herramienta que ya no podía encontrar en la Joven Alemania. Finalmente, al ver las contradicciones internas insalvables del liberalismo de izquierda alemán, desistió del proyecto, asumiendo el aporte materialista de Feuerbach. En este tema Engels también es mucho más precoz que Marx. Se apropió de Hegel ya en 1839, aplicando el método dialéctico-materialista creativamente, con una soltura poco habitual, ya en artículos de 1840.

Uno de los escritos recogidos lleva por título “Esbozo de crítica de la economía política”. Recuerda el subtítulo de El Capital. ¿Qué tipo de crítica realiza aquí Engels a la Economía política?

Este decisivo ensayo fue el primer trabajo de Engels de Kritik a la Ciencia del enriquecimiento burgués, como definía a la Economía política. Marx estaba muy interesado en este trabajo de Engels y escribió un resumen que se encuentra en su Nachlass, incluso más tarde lo mencionó en el prefacio a su Kritik… de 1859, diciendo que era “un brillante ensayo sobre la crítica de las categorías económicas”. A pesar de que la obra contenía algunos rasgos de inmadurez inevitables en la fase anterior de la formación de sus ideas −una exposición poco dialéctica que se inicia con el comercio (y no con la célula básica del capitalismo, la mercancía), influencia del humanismo abstracto de Feuerbach y una crítica moralizante, al estilo de los escritores cartistas y owenistas como Watt, que influenciaron mucho a Engels en su llegada a Manchester−, contenía una profunda anticipación de la futura Kritik materialista al capital como tal a través de sus categorías teóricas.

Engels anuncia que “al criticar la Economía nacional, examinaremos las categorías básicas, revelaremos la contradicción introducida por el sistema de libre comercio y sacaremos las consecuencias de los dos lados de la contradicción”. La obra se dedica principalmente a un examen crítico de la base económica del sistema capitalista: la propiedad privada. Engels demostró que la causa principal de los antagonismos sociales en la mundo burgués y la causa de la futura revolución social, será el desarrollo de las contradicciones inherentes y generadas por el conflicto entre el capital y la tierra enfrentadas al trabajo.

Además analizó las interconexiones dialécticas entre la competencia y el monopolio resultante de la naturaleza de la propiedad privada burguesa. En este trabajo Engels define el rol de la ciencia como componente esencial del catálogo de las fuerzas productivas del Capital. Este ensayo ha generado una falsa polémica, en torno a la cuestión de si Engels fue el que estimuló al joven Marx hacia la crítica de la Economía política…

¿Por qué falsa polémica?

Porque es insostenible documentalmente desde el conocimiento preciso de la propia evolución intelectual de Marx en la Rheinische Zeitung, y sus conocimientos objetivos sobre la Economía política alemana de la época. He escrito algo sobre el tema…

¿Contó Engels con el apoyo familiar antes estas “inquietudes literarias”?

En absoluto. Su familia desconocía su actividad político-literaria, salvo su hermana preferida, Marie. Todos su artículos de los primeros años son o bien anónimos o con seudónimos. Vuelvo a decirte que no se tratan de “inquietudes literarias”, pecamos de anacronismo, estamos comprendiendo mal el complejo contexto de lucha política revolucionaria en la Prusia de la época. Hasta qué punto estos “ejercicios literarios” eran eminentemente políticos y revolucionarios, lo demuestran las obras de la mayoría de los escritores del movimiento de la “Joven Alemania”, el liberalismo de izquierda de la época. Recordemos que Engels era columnista regular de su principal revista, que estas obras fueron prohibidas en bloque en toda Alemania, y muchísimos de sus principales autores debieron exiliarse perseguidos por el Estado. Engels, debido a la censura y la dura represión policial, recién firmó con su nombre y apellido verdaderos en el año 1843. No hubiera sido de este calibre la respuesta del Estado prusiano si solo expresaran “inquietudes literarias”.

De acuerdo, tienes razón. ¿Habló el Engels maduro de estos trabajos de adolescencia y juventud? ¿En qué términos?

El proceso de autoinmolación de Engels, espiritual y material, que comenzó después de 1848, hizo que Engels ni siquiera se imaginara valorar sus escritos previos al comienzo de su colaboración con Marx. Además se sumaba que se había transformado en el Teofrastro (por en relación con Aristóteles) del Nachlass literario marxiano, tarea central de su última etapa vital. Hay un anécdota ilustra esta actitud. Una vez un socialdemócrata ruso, Voden, al preguntarle en 1893 a Engels por su material juvenil, se autopreguntó: “¿debería emplear el resto de mi vida en publicar viejos manuscritos de su trabajo publicista de los 1840´s o bien debería, después de publicado el tomo III de Das Kapital, editar los manuscritos sobre la historia de las teorías de la plusvalía de Marx?” Engels jamás se consideró importante en el formidable trabajo teórico de Marx, asumió un rol “paulino” con respecto al Marxismo.

En la autoinmolación de Engels, ¿incluyes el caso del hijo no reconocido por Marx que tomó su apellido?

No, me refiero a su notable voluntad de desaparición, tanto física (cremación de sus restos y esparcimiento de las cenizas en el mar para evitar todo culto a su persona) como intelectual (él fue el que fundamentó el mito de ser un segundo y desechable violín)…

Nos recuerdas cómo se conocieron Engels y Marx.

Engels llegó a Berlín en 1841 e inmediatamente buscó unirse a los jóvenes hegelianos, otra especie de partido político y cátedra paralela a la vez, que corporizaba la segunda fase del liberalismo de izquierda en Alemania. Lo más probable, −por el retrato satírico que realiza Engels de él en el poema sobre la Biblia, que aparece por primera vez en español en nuestro Engels antes de Marx− es que ya conociera a Marx, circunstancialmente, de las reuniones en bares y cervecerías del grupo de Die Freien, los libres de Berlín, en el que ambos participaban. En su camino hacia Londres y Mánchester en 1842, Engels hizo otra parada en Colonia para visitar la famosa Rheinische Zeitung, diario liberal de izquierda que reunía a burgueses republicanos con jóvenes hegelianos. Allí se reunió con su nuevo editor-jefe, Marx, que había asumido el 15 de octubre de 1842, más o menos por defecto, ya que era el único asociado dispuesto a asumir el riesgo.

Debido a sus brillantes folletos contra Schelling, Engels había sido invitado a colaborar en el diario y llevar la corresponsalía en Inglaterra. Así que este encuentro, el 16 de noviembre de 1842, fue descrito como muy cercano y cálido, por el propio Engels, confesándoselo en 1895 al biógrafo de Marx, Franz Mehring. La reunión definitiva y ya legendaria será la del otoño de 1844 en París, que sellará sus destinos para siempre.

¿Se puede hablar, en algún sentido, de engelsianismo como seguimos hablando de marxismo?

Solo puede hablarse de cierto “Engelsianismo”, sin Engels por supuesto, en el intento de codificación jesuítica en tríadas y leyes que intentó el Dia Mat en la URSS de determinados textos del corpus engelsiano. Aunque si invertimos los términos, dado nuestro grado de conocimiento en estos momentos, el “Ismo” en Marx es esencialmente una suerte de Engelsianismo tardío. Tal la paradoja…

¿Quieres añadir algo más?

Espero que el lector español pueda disfrutar y aprender de este indudable clásico del pensamiento crítico de Occidente, y descubrir en su etapa juvenil, el genio y el nervio de un gran pensador. Agradecerte, como siempre, tu generosidad y tu perspicacia, y felicitarte por tu dilatado y enorme trabajo de divulgación de las ideas progresistas y de todo espíritu libre.

Gracias por tu tiempo, por tu erudición, por tu compromiso… y por tu generosidad conmigo.

El Viejo Topo, noviembre de 2020

 

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