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Europa :: 09/07/2014

Galbraith sobre la propuesta modesta, Europa y Grecia

Yanis Varoufakis
Entrevista con el economista James K. Galbraith :: La implosión griega fue una medida política procedente de Berlín y Frankfurt

En esta entrevista con un periodista griego, con motivo del lanzamiento de la traducción griega del libro 'The Modest Proposal', James K. Galbraith argumenta que Italia y Grecia pueden jugar un papel importante en el cambio de los términos de la "discusión" en Europa, de tal manera que las soluciones racionales y minimalistas, como su propuesta modesta, puedan tener la oportunidad de salvar la Eurozona. También explica que la implosión griega fue una medida política procedente de Berlín y Frankfurt; y que si la presión de la troika disminuye se debe al éxito de SYRIZA — y no a los logros del programa de austeridad. Por último, responde a la importante pregunta sobre las estrategias de inversión del gobierno chino en Grecia y en el resto de la Eurozona.


'La propuesta modesta' se sustenta sobre el análisis de que la crisis financiera puede resolverse si tres instituciones, a saber, el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Europeo de Inversiones (FEI) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), así como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) se utilizan en la dirección de crear un espacio común entre las economías europeas, ya sea a través de la emisión de eurobonos o mediante un nuevo "New Deal". Sin embargo, en última instancia, estas son decisiones de carácter político rechazadas por la mayoría de los países del norte de Europa, que sienten que ya han hecho lo suficiente por el sur en los últimos 50 años. Este sentimiento se expresa a través del apoyo a los partidos euroescépticos en las recientes elecciones. ¿Considera este reciente cambio peligroso para el euro y para la UE? En su opinión, ¿cómo se puede frenar esta tendencia?

Sí, es peligroso. Aunque hay que señalar que el grupo euroescéptico no lo hizo del todo bien en Alemania, que es la nación decisiva en estos asuntos.

Para empezar, es necesario encontrar un discurso claro y convincente para el Sur de Europa. Creo que este proceso ya está en marcha, tanto en Italia como en Grecia. El fundamento de ese discurso no puede ser que los países en crisis necesitan "ayuda". Debe ser que el proyecto europeo está en peligro, que debe ser salvado, que puede ser salvado — y que esas medidas requieren un cambio de ideas y de políticas.

Después será necesario empezar las negociaciones con los compañeros europeos encargados del cambio en las medidas políticas.

Aún está por ver si la opinión pública en el norte de Europa puede modificarse a favor de un cambio de este tipo. Pero un giro favorable sólo es posible si los líderes políticos comienzan a expresarse con nuevas ideas y con una nueva dirección en la práctica.

En cuanto a su propuesta de un nuevo "New Deal", los críticos señalan que los programas de crecimiento y estímulo han fracasado anteriormente en la UE (por ejemplo, durante la presidencia de Delors en la Comisión Europea) y que, en lugar de eso, deberíamos centrarnos en la competitividad. ¿Qué le lleva a pensar en su propuesta como una buena solución para Europa?

Nuestra propuesta no se basa en "estímulos". Es un cambio coordinado en cuatro áreas: la deuda pública, el sistema bancario, un programa de inversiones y un programa de solidaridad social. Se basa, en parte, en los principios de la exitosa estabilización de las condiciones económicas que ha tenido lugar en los Estados Unidos, y que también se ha dado "en el interior" de las grandes economías del norte de Europa.
Se sustenta sobre ideas y políticas probadas. Por otra parte, una estrategia basada en la "competitividad" está destinada al fracaso, ya que no hay manera de que el sur de Europa pueda disminuir los salarios reales tanto como para ser competitivos frente al mundo no europeo. Por el contrario, los recortes en las instituciones de bienestar social en el sur de Europa están destruyendo los cimientos de una economía avanzada, haciendo menos atractiva la inversión y empeorando la competitividad.

En relación a la crisis Humanitaria, usted propone que los países y los bancos lleguen a un acuerdo para revertir la tendencia seguida con TARGET2. Eso implicaría necesariamente un giro desde la "competitividad" a la "solidaridad" y reflejaría un cambio en los corazones y mentes de las élites europeas. ¿Se podría decidir y aplicar este cambio sin modificar los principios básicos del pensamiento económico y político dominante actualmente en la UE?

No. Se requiere un cambio de pensamiento. Gracias por hacer esta pregunta. Creemos que es nuestra tarea ayudar a aclarar este punto. En cuanto a nuestra propuesta para financiar los cupones de alimentos utilizando el interés acumulado de TARGET2, le recuerdo que este dinero no refleja la competitividad del Norte. Reconociendo esta competitividad, "recompensas" a las naciones centrales mediante excedentes en su cuenta corriente. El interés acumulado de TARGET2, por el contrario, refleja la fragmentación del euro; no podemos pensar en este dinero como una recompensa para las decisiones empresariales tomadas por las entidades de los países centrales.

Mario Draghi anunció recientemente la fijación de las tasas de interés negativas, con el propósito de hacer frente a la deflación. En su opinión ¿esto será suficiente?

No. Las armas del banco central en este aspecto son muy débiles.

La idea de las tasas de interés negativas parece basarse en que los bancos deberían tener un incentivo para prestar sus reservas. Pero los bancos no prestan reservas. Los bancos crean depósitos a través de préstamos, y conceden préstamos sólo cuando tienen solicitantes creíbles, con buenas expectativas y garantías. El Banco Central Europeo puede calmar el pánico. Se puede acabar con esta especulación coordinada contra los países pequeños. Pero por sí mismo, el BCE no puede crear las condiciones generales para la reanudación de la expansión generalizada del crédito. Por eso insistimos en el papel del BEI y del FEI, y en la necesidad de implementar a gran escala la capacidad de estas instituciones.

El presidente del principal partido de la oposición en Grecia, SYRIZA, Alexis Tsipras, reclama, entre otras cosas, el indulto de una parte de la deuda. ¿Le parece realista esa demanda? ¿Puede salir Europa de la crisis sin algún tipo de reducción de la deuda de los países del sur?

La idea desarrollada en la propuesta modesta consiste en un mecanismo que funciona a través del Banco Central Europeo para ayudar a que la deuda soberana de Grecia y de otros países en crisis sea más manejable, acompañado de medidas para ayudar a restaurar la actividad económica y, por tanto, (finalmente) la capacidad fiscal del estado griego. Creemos que esta propuesta es totalmente realista, especialmente si se aplica dentro del marco de la legislación europea existente. Particularmente, en el caso de Grecia, una vez que su deuda en poder de las autoridades públicas europeas se hubiera vuelto manejable, debería haber poca dificultad para controlar la deuda que permanece en manos privadas.

Permítame señalar que, en estas situaciones, si no se toman las medidas prácticas, con el tiempo, otras medidas más duras serán necesarias. Una deuda que no se puede sostener, no se sostendrá. Así que las cosas se ponen más difíciles a medida que pasa el tiempo si no hay una acción práctica.

En su informe anual, el MEDE insiste en que Grecia está siguiendo el camino correcto y que se encuentra en la senda del crecimiento, como demuestra el índice de competitividad del Banco Mundial, en el que el país ha escalado 29 posiciones en comparación al año 2009. (Se puede leer el informe del MEDE aquí). El MEDE afirma explícitamente que se ha avanzado debido a la reducción de los costes de mano de obra en el país.

Si el MEDE es su autoridad en estos asuntos, no puedo hacer mucho más por usted. Le sugiero que eche un ojo a sus predicciones anteriores.

Por otra parte, el primer ministro chino visitó Grecia en el día de hoy con la intención de firmar acuerdos de 7 billones de euros en sectores como el ferrocarril y las infraestructuras, el turismo, etc.
¿Deberían ser considerados como signos de la confirmación de que la austeridad funciona? Si no es así, ¿cuál sería su interpretación?

Creo que los chinos están mostrando interés para ganarse la voluntad del Estado griego y para conseguir la profundización de este tipo de cooperación con el fin de asegurarse un mayor acceso a los mercados en Europa. También están interesados en la diversificación de su cartera de activos, aunque en menor medida. No creo que estas inversiones sean, en sentido estricto, una propuesta de negocios para ellos; casi nada de lo que China hace en el campo de la inversión extranjera directa tiene que ver más con los negocios que con motivaciones políticas. Por lo tanto, y con mucha claridad, esta medida no tiene nada que ver con el supuesto éxito del programa de austeridad. Más bien es una oportunidad que surge del fracaso de Europa a la hora de iniciar este tipo de inversiones, que podrían haber sido hechas bajo la protección del Banco Europeo de Inversiones.

El gobierno afirma que el rescate está llegando a su fin y que en el futuro no serán necesarias más medidas de austeridad. ¿Comparte usted esa opinión?

Sobre este tema, espero que el gobierno tenga razón. Si lo que dice el gobierno es cierto, estaría reflejando un importante cambio de posición por parte de la troika. Y la causa de ese cambio —si se ha producido— no es difícil de averiguar: podemos encontrarla en SYRIZA. La hipótesis más probable es que los socios europeos de Grecia estén reaccionando ante el cambio en el clima político griego y sientan preocupación por poder encontrarse negociando frente a un interlocutor mucho más duro representando al próximo gobierno griego.

Por supuesto, lo que este cambio demuestra es que las medidas de austeridad aplicadas a lo largo de este tiempo tuvieron una motivación política, más que económica. Las medidas se tomaron, sobre todo, por razones de política interna en Alemania. Ahora, una vez que el gobierno alemán se ha instalado de forma segura tras las elecciones, surge una motivación política más amplia, que requiere el cambio de políticas. Y se cambian.

Conclusión: durante todo el tiempo, la economía no ha tenido nada que ver con las políticas de austeridad.

Y por último, ¿Tuvo la oportunidad de asesorar al gobierno socialdemócrata del PASOK y al entonces Primer Ministro, George Papandreou, en 2009? ¿Alguna vez le pidieron su consejo?

Visité Grecia varias veces durante el gobierno del Primer Ministro Papandreou. Él es un viejo amigo, y como saben los lazos entre nuestras familias se remontan a la década de 1940. Mis comentarios para el gobierno consistieron básicamente en exponer mis razones para un profundo pesimismo sobre el rumbo de las políticas europeas, especialmente en relación a Grecia. El gobierno griego, en ese momento, tenía una visión más optimista y esperanzada, y no los culpo por ello.
Pero me temo que las circunstancias me dieron la razón.

yanisvaroufakis.eu. Traducción para sinpermiso.info: David Torres Pascual

 

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