Ganó Massa y no fue por la economía

Unión por la Patria [peronista] se impuso con un sorpresivo 36,68%, y va a ballotage contra La Libertad Avanza [ultraderecha] que obtuvo 29,98%. Con una inflación desatada y en el marco de una corrida cambiaria, la decisión política mayoritaria fue optar por lo malo conocido, y por la fórmula con posibilidades de ganar, que le daba algunas garantías democráticas y de preservación de derechos.

Es evidente que las razones que le dieron el triunfo a Massa son más políticas que económicas. La inflación desatada en los últimos meses fue acompañada en la última semana por una brutal remarcación de precios, que destruyeron el poder adquisitivo de trabajadores, jubilados, cuentapropistas y beneficiarios de planes sociales.

La voluntaria asociación de Milei con la dictadura prendió alarmas en muchas personas, muy críticas del gobierno actual, pero que no quieren saber nada con la reivindicación del genocidio. Las expresiones misóginas de Milei y algunos de sus principales candidatos y su amenaza de retrotraer derechos conquistados por las mujeres y disidencias, generaron un fuerte rechazo entre las votantes femeninas.

Los cuestionamientos a la salud y la educación pública y las amenazas de privatización generaron mucha preocupación entre quienes, a pesar de sus carencias actuales, valoran el ejercicio de esos derechos. Las amenazas contra las familias migrantes se convirtieron en otro motivo de rechazo, en un segmento de la población que durante las PASO [primarias] se había entusiasmado con la dolarización.

A todo esto hay que agregar que en las provincias donde se disputaron intendencias y gobernaciones, el justicialismo movió muy fuerte el aparato político, con datos muy significativos como el de Tucumán donde se alcanzó un 80% de presentismo.

La gran derrotada en esta elección fue Patricia Bullrich, que alcanzó un magro 23,83%, agravando la crisis de Juntos por el Cambio [derecha], donde no sería descabellada una ruptura con el radicalismo, que ha obtenido varias gobernaciones. La presencia de Macri acompañando a la candidata perdedora refuerzan la línea de un acercamiento a Milei y a los republicanos de Trump. Para los radicales puede ser más atractiva la propuesta de Massa del Acuerdo Nacional, que es la convocatoria a cogobernar en un gobierno de ajuste dentro de marcos constitucionales.

El candidato del “cordobesismo” Juan Schiaretti hizo una buena elección en el interior con un 7%. Este referente se había acercado en las últimas semanas a Milei, pero el triunfo de Massa en primera vuelta lo obliga a barajar y dar de nuevo. Por ahora, se ha limitado a comentar que dejará en libertad de acción a sus votantes.

Como era de prever la izquierda hizo mejor elección en legisladores que a la presidencia. Su muy buena candidata, Myriam Bregman, obtuvo un 2,7%. El Fit-U consiguió una nueva banca legislativa para Christian Castillo.

Después de la primera vuelta, se ha pasado de una elección de tercios a una elección de techos. Las preguntas serían: ¿Quién tiene el techo más bajo? y ¿Qué candidato acumula más rechazos? Porque ese candidato perderá la elección. La crisis de Juntos por el Cambio pueda ser decisiva en un escenario que por el momento sigue abierto a nuevas sorpresas.

Cobertura conjunta de Contrahegemonía y Tramas.