"Hay una maquiavélica estrategia para disparar el precio del petróleo a través de una acción meramente especulativa"

Invitado por la Universidad de Oviedo para participar en sus cursos de verano, Mario Isea Bohórquez - Ingeniero de PDVSA, co-redactor de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela... - intervino, en Gijón, en el seminario «Cuba y la nueva realidad de América Latina».

-¿Qué puesto ocupa la República Bolivariana de Venezuela entre los países productores de petróleo?

-Petróleos de Venezuela, PDVSA, es la cuarta empresa del mundo; nuestras reservas son las mayores después de las del Medio Oriente e, individualmente como país, nuestras reservas son las mayores del mundo.

-¿Cuál es la producción actual de crudo venezolano?

-Aproximadamente producimos tres millones doscientos mil barriles al día, pero parte de esa producción es propia y otra parte es producción compartida en convenios operativos y asociaciones estratégicas firmadas en el pasado que ahora están en revisión.

-Desde hace meses el precio del crudo sube sin parar, ¿por qué?

-Hay varios factores que hacen subir el precio. Los niveles de precios actuales tienen que ver mucho con la inestabilidad introducida al mercado por factores políticos propiciados, fundamentalmente, por la política exterior de los Estados Unidos. Es indudable que lo que pasó en Irak tiene un sustrato petrolero, allí no había armas de destrucción masiva, no había armas químicas, simplemente era el interés de controlar las reservas petroleras de Irak por parte de los Estados Unidos. Esto introdujo un factor de inestabilidad terrible y dio alas y rienda suelta a los especuladores del mercado, a quien quiere tener sus propias reservas para sacar provecho al negocio petrolero; por eso PDVSA está planteando la política de vender directamente a las refinerías, negociar de Estado a Estado y evitar gestores casuales ante la gran especulación que hay en el mercado.

Nosotros fuimos los propiciadores, en el año 1999, de las bandas de precios, para tratar de mantener precios estables que permitiesen a los exportadores de petróleo planificar su economía y a los consumidores, lo mismo, sin embargo, la especulación, propiciada, a mi juicio, por factores extra OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), entre los cuales tiene mucho que ver la propia Agencia Internacional de Energía, introdujo la inestabilidad en los mercados, que casi siempre está acompañada por campañas anti OPEP.

Por otro lado, los consumidores de los productos refinados creen que el beneficio va a la OPEP y no es verdad, quienes reciben más beneficios son los países que cobran impuestos por los combustibles. En el fondo, lo que hay es una maquiavélica estrategia para disparar el precio del barril a través de una acción meramente especulativa. También hay algunos factores estructurales, por supuesto, entre ellos la escasez de refinerías en el mundo.

-¿Qué acciones tiene en marcha el Gobierno venezolano ante esa maquiavélica estrategia de la que usted habla?

-Nosotros no estamos jugando a esa escalada de precios e, incluso, estamos empeñados en promover un desarrollo equilibrado de los países de la América Latina y el Caribe. Hemos suscrito acuerdos, como los de San José y Caracas, hemos estimulado Petrosur, Petrocaribe, que, en su conjunto, van a beneficiar a los países de América Latina como un ejemplo de hacer integración, es decir, integrar integrando. También damos facilidades de pago y proponemos trueques de petróleo por manufacturas de otros países latinoamericanos y caribeños. Estamos empeñados en que haya un orden de cooperación internacional. Con España, por ejemplo, estamos avanzando, ya que teníamos unas relaciones de intercambios económicos muy débiles.

-Pero lo que importa es el precio de los combustibles en los bolsillos de los particulares. ¿Ante esta escalada de los precios del crudo, qué pueden esperar los españoles, por ejemplo, cuando vayan a repostar con sus vehículos y observen que el precio del litro de gasolina sigue subiendo?

-Lamentablemente, no está en nuestras manos el control de los factores especulativos. Estamos buscando salidas para limitar la acción de los especuladores y estamos conversando con los países que no pertenecen a la OPEP para que no faciliten esa práctica, ya que en el fondo perjudica a todos los productores de petróleo.

-¿Se puede hablar de países especuladores?

-No, realmente no son países, si fuera así, sería más fácil contrarrestarlos.

-Pero tendrán sus formas de «influir» sobre determinados gobiernos. Antes hablaba usted de la intervención en Irak...

-Todo va unido. Estados Unidos tiene pocas reservas de petróleo y se ha convertido en un importador nato de petróleo y tiene un consumo irracional de petróleo...

-¿Y las reservas de Alaska?

-Pero son muy pequeñas. Ellos se verán forzados, en los próximos años, a importar el setenta y cinco por ciento de sus requerimientos de petróleo, de modo que estaban locos por hacerse con reservas controlables por ellos y temen que el crecimiento de la demanda de China y de la Unión India, entre otros, les cree una competencia con la que se verían relegados.

-Es decir, ¿estamos en el «gran juego» por el petróleo?

-En buena parte aún estamos, lamentablemente, en la era de la guerra del petróleo y tenemos que decirlo con propiedad: de los Estados Unidos proceden muchas de las fuerzas que le abren posibilidades a esta especulación.

-Y, entonces, la República Bolivariana de Venezuela firma un pacto estratégico con Cuba, el «gran Satán» para el Departamento de Estado norteamericano desde hace cuarenta y seis años.

-Nosotros siempre fuimos proveedores confiables de Estados Unidos y les dijimos que no queremos renunciar a ese papel, pero también les pedimos que no intervengan en nuestros asuntos internos. Se supo que el presidente Bush financió organizaciones golpistas en Venezuela. Respecto a Cuba, Venezuela está promoviendo la integración latinoamericana y caribeña sin exclusiones, nosotros no excluimos a nadie y no tenemos ningún interés en pelearnos con los norteamericanos.

-Ustedes también están muy interesados en el mercado chino, que en pocos lustros está llamado a ser el principal competidor económico de los Estados Unidos.

-Nosotros tenemos un plan de negocio que orienta el incremento de nuestra producción de crudo para el año 2012, a más tardar, hasta los cinco millones de barriles diarios, de tal forma que debemos tener una visión del conjunto del mercado y conversar con todos los países del mundo. No se trata de que tengamos un plan dirigido a quitarle el suministro de petróleo a los Estados Unidos, por contra, lo que les dijimos es que si ellos siguen saboteándonos y financiando la violación de nuestra Constitución, tendremos que tomar medidas de soberanía.

-¿A medio plazo habrá reservas de crudo suficiente ante el desmesurado crecimiento de la economía de China?

-Venezuela puede producir, al ritmo que nos hemos marcado en nuestras previsiones, durante los próximos ochenta y cinco años, pero esperamos que China no reproduzca los patrones de consumo irracionales que tiene Estados Unidos. Con China tenemos excelentes relaciones y si a mí me tocara hacerle una sugerencia al Gobierno chino, lo que le diría sería esto, ya que con el nivel de población que tiene China, si reproducen los patrones de consumo irracionales de Estados Unidos, nos van a meter en un lío a todo el planeta.

Fuente: La Nueva España