La batalla de Lisichansk

El viernes, 24 de junio, el gobernador de la pequeña parte de la región de Lugansk aún bajo control ucraniano, Serhiy Haidai, anunciaba prematuramente la retirada estratégica de las tropas ucranianas de la ciudad de Severodonetsk, que quedaba ya en manos de Rusia y la RPL.

Desde hacía varias semanas, la presencia ucraniana, que había realizado ya una retirada parcial para evitar una situación como la de Azovstal, se limitaba a la zona industrial de la ciudad, concretamente a la planta Azot, una empresa química propiedad de Dmitro Firtash. Con esa retirada, Ucrania perdía la ciudad que había ejercido de capital de la región desde la pérdida (temporal, según Kiev) de Lugansk en el verano de 2014.

Durante esta semana pasada, tanto las autoridades como la prensa han intentado presentar la retirada de Severodonetsk, una ciudad ya destruida y cuya batalla estaba ya perdida, como estratégica. Lisichansk, al otro lado del Severski Donets y mayor altura, hacía posible defender Severodonetsk desde posiciones ventajosas.

Sin embargo, la rapidez con la que las tropas rusas y republicanas han avanzado desde norte y sur hacia Lisichansk, han capturado zonas industriales estratégicas y entrado en la ciudad ha vuelto a dejar claro que la retirada de Severodonetsk vino obligada por las circunstancias. Es más, a lo largo de la semana se ha producido ya una retirada de las tropas ucranianas de Lisichansk, donde la batalla no se ha realizado según el patrón de guerra hasta el final que se había seguido en Rubezhnoe, Popasnaya o Severodonetsk.

El sábado por la tarde, Ucrania negaba que las tropas ucranianas hubieran quedado cercadas en la ciudad y el asesor de la Oficina del Presidente Oleksiy Arestovich afirmaba que las tropas rusas no habían llegado al centro de Lisichansk. Horas antes se habían publicado ya imágenes de tropas de la Federación Rusa, unidades de la Guardia Nacional y tropas de la RPL en dos posiciones céntricas: un monumento soviético, al que se colocó la bandera de la Victoria y la destruida administración local.

Defendida por la Brigada Prizrak de Alexey Mozgovoy, las milicias de la RPL perdieron Lisichansk y Severodonetsk ante el avance de las tropas ucranianas en julio de 2014. Tras la pérdida de Slavyansk y Kramatorsk, su defensa era imposible, por lo que, para evitar la destrucción de la ciudad y la muerte sin sentido de su población, las milicias se replegaron hacia Lugansk y, en el caso de Prizrak, hacia Alchevsk. Ocho años después, la bandera de la RPL volvió a Lisichansk, con lo que Ucrania pierde así la última ciudad de la antigua región de Lugansk aún bajo su control.

Brevemente, sobre la situación tras la liberación de Lisichansk

Lisichansk. La ciudad ha sido liberada el sábado. El barrido está en marcha. Los remanentes de la agrupación ucraniana han escapado a través de Belogorovka hacia Seversk, donde planean construir la defensa. En los próximos días, Lisichansk y todos sus alrededores dejarán de aparecer en los informes militares.

Es probable que la liberación de la RPL de la ocupación ucraniana sea anunciada tras la captura de Belogorovka. De hecho, esta tarea ya está resuelta. El enemigo ha perdido todas las ciudades principales del territorio de la antigua región de Lugansk. El gauleiter de los territorios ocupados por las Fuerzas Armadas de Ucrania se ha quedado sin trabajo. Otro monstruoso crimen del agresor. Estamos a la espera del cálculo de las bajas reales del oponente (cuántos escaparon, cuántos quedaron atrás) y trofeos.

Soledar. La línea Seversk-Soledar va a convertirse en la siguiente línea de defensa de las Fuerzas Armadas de Ucrania para cubrir Artyomovsk y la carretera Slavyansk-Kramatorsk. El oponente ya ha trasladado allí a sus reservas y espera retrasar la ofensiva de las tropas rusas unas vez que se termine la operación del saliente de Lisichansk. Por ahora, nuestras tropas están luchando en la zona de Nikolaevka y Spornoe y preparando Verjnekamenskoe, a través de la cual se producirá el avance hacia Seversk. No hay cambios en Berestovo y (la otra) Belgorovka.

Artyomovsk. Los miembros de la compañía de seguridad privada Wagner han tenido cierto éxito en Klinovoe, expulsando al oponente de la localidad. Se están creando las condiciones necesarias para un posterior avance hacia Artyomovsk [importante nudo de comunicaciones en la región de Donetsk-Ed]. El oponente aún mantiene Pokrovskoe. En la parte sur de Artyomovsk, las Fuerzas Armadas de Ucrania están preparando posiciones en edificios residenciales, expulsando a los residentes. La lucha continúa también en la zona de Koedema y Semigore, donde nuestras tropas están intentando cortar en dos el grupo que defiende Novoluganskoe y la central térmica de Uglegorsk.

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Nada más permanente que lo temporal

Anna Ponomareva

Los temores europeos al cierre completo de la válvula de gas ruso se harán realidad en unos días. Moscú detendrá temporalmente ambas líneas de suministro del gasoducto Nord Stream. Según el operador de la línea principal, Nord Stream AG, el suministro de gas se detendrá desde el 11 al 21 de julio por motivos de una inspección técnica rutinaria. A consecuencia de ello, pese al hecho de que se trata de unas tareas ya previstas y que fueron acordadas con todos los socios y participantes en la cadena de transporte, los europeos están tristes. Y teniendo en cuenta el bloqueo del tránsito a Kaliningrado, impuesto por Lituania con órdenes de ultramar, puede cumplirse esa máxima de que no hay nada más permanente que lo temporal.

No es ninguna coincidencia que Alemania esté intentando resolver el problema del bloqueo de la región rusa de Kaliningrado. Según la prensa alemana, Berlín ha apelado a Vilna a reconsiderar la cuestión y levantar el bloqueo para no complicar aún más las ya difíciles relaciones con Moscú. De lo contrario, será difícil para todos sin excepción.

En el contexto de lo que está ocurriendo por la reducción de suministros de combustible ruso a causa del escándalo de las turbinas de gas Siemens, que Canadá no devuelve tras las reparaciones previstas, para Europa supone una pesadilla constante. Eslovaquia, por ejemplo, está histérica y alerta de que los suministros de Rusia han descendido notablemente. “La reducción continúa. La reducción del 10% se inició hace unas dos semanas, seguido por el 30% dos días después. Poco después, lo suministros se redujeron el 50%”, se quejó Richard Prokypczak, director general de la empresa estatal de gas eslovaca.

De ahí que todo le suministro de gas ruso se esté dedicando al consumo y no a rellenar la capacidad de almacenamiento en preparación para el invierno. Y todas las exigencias de la Comisión Europea de mantener las reservas llenas obligatoriamente al 80% para el invierno de 2022 y el 90% para el siguiente invierno quedan en una broma barata.

Austria se lamenta también del hecho de que el país esté sufriendo una tensa situación a causa de este tema. “Ya no se puede confiar en Vladimir Putin, ya no es un socio fiable. Así que tenemos que hacer todo lo posible para preparar el invierno de la mejor manera posible”, afirmó la ministra de Asuntos Exteriores de Austria Leonore Gewessler, que olvida completamente que la crisis energética de la Unión Europea fue creada de forma totalmente artificial por los propios europeos a instancias de Washington.

Las cosas tampoco están mejor en Alemania. Los políticos locales están dispuestos a pagar lo que haga falta para llenar las reservas alemanas. El país va a introducir impuestos adicionales a la población y a las empresas para enfrentarse al aumento de los precios de las importaciones. No importa si ese impuesto va a suponer aumentar el precio del combustible azul para todos. Es más, aumentarán los precios de todo, también de la electricidad (la mayor parte de las centrales precisan de suministro de gas) y de los alimentos.

A todo esto hay que sumar el pánico añadido a causa del deseo del Reino Unido de dejar a la Europa continental sin gas. Según los expertos, los británicos podrían bloquear en cualquier momento lo dos gasoductos que conectan las islas con el continente. Existen dos conexiones: uno de los gasoductos (BBL) desde la ciudad holandesa de Balgzand a la británica Bacton y el segundo, desde Bélgica, que suministra gas en ambas direcciones de forma variable. Es decir, en invierno, el Reino Unido recibe tres veces más combustible a través de BBL, mientras que en verano envía el excedente a la Unión Europea.

Sin embargo, ahora que ha llegado el momento de devolver, Londres anuncia que, a causa de la escasez de recursos energéticos, prevén detener completamente los suministros de gas a la Unión Europea. En otras palabras, a la hora de cumplir, los británicos han escupido desde lo más alto de la torre de las campanas sobre todos los acuerdos y obligaciones entre socios. Ahora no es momento de hacerse el vago, sino de acaparar. Pero, en cualquier caso, la UE no sabe más que culpar a Moscú por todos sus problemas, que están mostrando al mundo con toda su obstinación la ficción de la solidaridad occidental.

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