La (breve) rebelión de Eslovenia ante la OTAN

He escrito sobre la decisión de Eslovenia de celebrar un referéndum sobre su pertenencia a la OTAN y sobre cómo esto provocó pánico en las élites euroatlánticas, ocasionando la cancelación del referéndum poco después. En mi artículo explico también por qué, a pesar del cambio de postura de Eslovenia, se ha roto un enorme tabú ideológico que puede inspirar a otros.
El referéndum corría el riesgo de desatar un terremoto político que se extendería mucho más allá de las fronteras de Eslovenia. Biljana Vankovska, profesora de ciencias políticas y relaciones internacionales en la Universidad de los Santos Cirilo y Metodio de Macedonia, escribió que un referéndum sobre la OTAN «podría romper tabúes no solo en Eslovenia, sino en toda Europa... A veces se necesita un pequeño Estado para cambiar la balanza de la opinión pública en todo un continente».
Con tanto en juego, no sorprende que el momento de disidencia en Eslovenia se extinguiera con la misma rapidez con la que estalló. El 19 de julio, el Parlamento votó 44 a 7 a favor de cancelar ambos referendos propuestos, con la abstención de la mayoría de los parlamentarios.
Aun así, el daño ya estaba hecho. El hecho de que se propusieran tales referendos sugiere la primera grieta visible en la fortaleza ideológica de la OTAN: el gobierno de un estado miembro reconoció públicamente que la lealtad a la alianza ya no está fuera de duda. Puede que el episodio haya terminado, pero el tabú se ha roto.
Esto refleja una crisis más profunda en toda Europa. A medida que crecen las agresivas ambiciones geopolíticas de la OTAN, chocan cada vez más con los principios democráticos y la opinión pública. Las encuestas en Eslovenia muestran un apoyo a la OTAN de tan solo el 52 %, una drástica disminución respecto al 66 % que apoyó la adhesión en 2003.
Las élites de la UE y la OTAN siguen una estrategia de expansión, militarización y confrontación sin fin con potencias como Rusia, China e Irán, a pesar de la amplia oposición pública a la guerra y al rearme en toda Europa.
A medida que se amplía la brecha entre la ambición de las élites y la legitimidad democrática, la represión se convierte en el único elemento que mantiene unido el proyecto.
ThomasFazi.com