La necesidad de una estrategia de desarrollo común como prioridad

Una noche como hoy (por el viernes pasado) hace 14 años se fundaba la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) de la mano de dos grandes líderes: Fidel y Chávez.

“En defensa de América Latina y el Caribe como Zona de Paz” giró la temática de la Cumbre, expresado enérgicamente en la declaración final conjunta, que aboga por un nuevo orden internacional en el que sea efectiva la igualdad soberana y el respeto a la libre determinación de los pueblos.

ALBA-TCP también repudió el intervencionismo y las acciones coercitivas unilaterales, que “son contrarias al derecho internacional, amenazan la paz y restringen el disfrute de los Derechos Humanos de los pueblos de los Estados contra los que se aplican”. Ejemplo de ello es el accionar injerencista del gobierno de EEUU que utiliza a la Organización de Estados Americanos (OEA) contra el orden constitucional de Venezuela y Nicaragua, se denunció en en el texto.

La clausura fue presidida por el General Raúl Castro y el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez. “Solo la unidad de nuestros pueblos dotará a nuestras naciones para hacer frente a la injerencia política y económica”, expresó el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, quien leyó el documento final, que cuenta con un compromiso marcado en la cooperación regional, en el que se reconoce a la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) como mecanismo de concertación política regional.

Los países del ALBA denunciaron la vigencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por EEUU desde 1962 y su extraterritorialidad, apoyando la resolución votada en Naciones Unidas que reclama la necesidad de poner fin a esta política genocida e ilegal. Al mismo tiempo, lamentaron las modificaciones al Programa Mais Medicos para Brasil, rechazando enérgicamente los cuestionamientos a la dignidad, la profesionalidad y altruismo de los cooperantes cubanos por parte del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro.

Otro reclamo que se reflejó en la declaración es la necesidad de una salida al mar de Bolivia, instando a los países en conflicto a reiniciar el diálogo para resolver el histórico “enclaustramiento marítimo de Bolivia”. Se reiteró también la solidaridad con el ex presidente brasileño Lula Da Silva, líder emblemático de Nuestramérica, al que los representantes de los países del ALBA consideran un “preso político”.

Por otro lado, se hizo énfasis en la vulnerabilidad ante los efectos adversos del cambio climático y los desastres naturales, y se reafirmó el compromiso de preservar las instituciones de concertación y cooperación económica surgidas con el ALBA-TCP.

La necesidad del dialogo constante entre fuerzas políticas progresistas y organizaciones sociales, donde ALBA-TCP sea el puente que lo posibilite, también se expresó en la declaración, que ratifica aquello que dijera Fidel en la 12º Cumbre de Países No Alineados: “Sólo nosotros y sólo unidos podemos rechazar el injusto orden mundial que se propone imponer a nuestros pueblos”.

Las palabras centrales de la clausura estuvieron a cargo de Nicolás Maduro, mandatario del país fundador de la Alianza, quien reconoció que “son muchos los retos” que han identificado, en el cual el desarrollo económico de la región es el reto principal para el que deben concentrarse todas las fuerzas de este “consenso activo” que se continúa logrando.

Maduro denunció a EEUU por la sistemática persecución financiera contra Venezuela y Nicaragua, las amenazas de guerra comercial contra otros países, incluidos aquellos poderosos como la República Popular China. Además, denunció que los intentos de desestabilización contra gobiernos progresistas tienen una base económica.

El líder venezolano recordó que las tareas fundamentales desde la fundación de la Alianza fueron las destinadas al campo social, dada la necesidad urgente ante décadas de neoliberalismo. Afirmó que la tarea fundamental es lograr una “estrategia común de desarrollo (…) ante las condiciones adversas donde se impone el neoliberalismo saqueador en la región”, donde el Petro sea la moneda de cambio común. A su vez, remarcó que “es mentira que cada quien por su lado va a lograr el desarrollo económico”, disputando con aquello que muchos pensadores intentan relatar como verdad.

“14 años después les podemos decir a los pueblos de América Latina: aquí está el ALBA, como referencia, de pie, dispuesta a vencer”, exclamó el presidente bolivariano ante los aplausos de un auditorio repleto.

Resumen Latinoamericano