lahaine.org
Argentina :: 23/10/2017

La Vía macrista; una gobernanza de corte policial

Ezequiel Espinosa
“Los gobernantes quieren asegurar su posición con sangre (policía), con astucia (moda), y con magia (boato)”. Walter Benjamin

Luego y a partir del denominado “Marzo caliente” del año en curso, en la República Argentina asistimos a un acusado proceso de desublimación represiva del Estado de Derech@, que reduce “la República” a un mero “régimen de celadas policiacas”.

- Ajustando su praxis republicana a los principios y postulaciones generales de la doctrina de “seguridad democrática” (con la que ya coqueteaba el gobierno anterior), el actual bloque imperante procura “el sometimiento de todo el mecanismo gubernativo, incluida la justicia (…) y la prensa (…), al instituto de la policía política”.

- En términos generales, “el concepto de policía” alude a la actividad o la ciencia de asegurar el imperio de determinadas relaciones sociales, garantizando la conservación de las condiciones de existencia que a ellas corresponden. Más bajo una gobernanza de corte policial tienden a confundirse bajo tal concepto, las nociones de “poder” y “fuerza” de policía.

- El concepto de Estado de derech@ nunca ha sido más que un piadoso eufemismo a través del cual se procura –con mayor o menor suerte- una sublimación auto-crítica del Estado policial moderno. La expresión democracia policializada, si cabe, es un disfemismo crítico con el que se intenta advertir sobre el proceso de desublimación represiva del Estado de derech@.

- La denominada doctrina de “seguridad democrática” ha significado una completa transformación en la gobernanza policial moderna. Para su implementación ya no resulta necesario dotarle de una contextura dictatorial o policial específica, sino que alcanza con la articulación securitaria de las diversas fuerzas del Estado y de la sociedad civil. “En este sentido, partidos ‘políticos’ enteros y otras organizaciones económicas o de otro género deben ser considerados organismos de policía política”.

- Siguiendo a Walter Benjamin, diremos que bajo este tipo de gobernanza “se levanta la distinción entre derecho fundador y derecho conservador”. Que la propia actividad gubernativa tiende –ya “en nombre de la seguridad”, ya en nombre de “la emergencia”- a generar un continuum de circunstancias sociales donde “no existe una clara situación de derecho”, y que le habilitan a configurar una vida cívica ignominiosa y “regulada a decreto”.

- La alianza Cambiemos legitima su gobernanza mostrándola como la antítesis republicana del “desgobierno” populista, o de su gobernanza de corte “demagógica”.

- Se ha dicho que Cambiemos representa una “nueva derecha”, de índole “moderna” y “democrática”. Y con todo lo que hasta aquí hemos venido señalando, avalamos en cierto modo una tal caracterización. Más nos tomaremos la libertad de agregar que “moderna” y “democrática” parece significar, asimismo, “una administración eficiente y moderada” de las pulsiones fascistoides (racistas, xenófobas, reaccionarias) que ordenan simbólica y significativamente nuestra –cada vez más tenebrosa- configuración social. Que “el cambio cultural” pregonado por Cambiemos, se parece cada vez más a una intolerante, iracunda y provocante campaña de eugenesia moral de la sociedad. Milagro y Santiago, sus víctimas más conspicuas.

- La “contextura policial” de la gobernanza de estilo Cambiemos, se encuentra semiológicamente entramada por un serie de “comedias”, “farsas” y “golpes de teatro” que hacen a las “grandes hazañas policiales” con los que se deleita la opinión pública.

- Como ya lo intuyera Gilles Deleuze, una doctrina como la de “seguridad democrática” se encuadra en el advenimiento de lo que podríamos denominar como un neo-fascismo o fascismo post-moderno: “En lugar de ser una política y una economía de guerra, el nuevo fascismo es una alianza mundial para la seguridad, para la gestión de una ‘paz’ no menos terrible, con la organización concertada de todos los pequeños miedos, de todas las pequeñas angustias que hacen de nosotros micro-fascistas, encargados de sofocar cada cosa, cada rostro, cada palabra un poco fuerte, cada uno en su calle, en su barrio, en su cine”.

La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal