La otra voz mediterránea

BARCELONA.- En vísperas de la cumbre mediterránea de Estados, y de la mano del Comitè Català de Solidaritat Internacionalista (CCSI), representantes de Sicilia, Cerdeña, Corsica, Sahara, Kurdistán, Cabilia, Palestina y de los Països Catalans, se han reunido en la Primera Conferencia Mediterránea de Naciones sin Estado. El evento tiene lugar en la más alta institución académica del país, el Institut d'Estudis Catalans.

Esta experiencia nace con la voluntad de crear un foro de debate y de construcción de alternativas sociales, políticas, económicas y democráticas para las naciones sin estado del Mediterráneo. Estos días representantes políticos y sindicales van a debatir en torno a la realidad de cada uno de sus pueblos y su interrelación por encima de las artificiales divisiones estatatales.

Y ello «desde la certeza de que las raíces culturales y las aspiraciones de libertad comunes, junto al gran nexo de comunicación que es el Mediterráneo, configuran las bases sobre las que crear nuestros referentes mundiales de respeto democrático, de desarrollo sostenible y de solidaridad».

Durante tres días se tratarán varios ejes: «De la autonomía a la autodeterminación», «Sindicalismo en las naciones sin estado», «La vertebración económica del Mediterráneo» y «La lucha de los jovenes en los procesos de liberación nacional».

El primer eje lo abrió el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, Antoni Estradé, quien destacó «la necesidad de conformarse como estado» de las naciones que hoy en día no lo son, única fórmula para poder estructurarse y «salir en la fotografía mundial». Ello evidentemente supondrá una reestructuración del escenario, en el que los estados «o aceptan ese cambio» o habrá que recurrir a un dicho catalán: «o jugamos todos o rompemos la baraja», recordó.

Salah Jamal, representante de Palestina, denunció duramente la postura del Estado de Israel «fascista». Eso sí, diferenció claramente entre la población judía y el Estado. Tras exponer la larga y dura lucha del pueblo palestino para lograr autodeterminarse y conformar un estado, señaló que el camino a recorrer es todavía largo, y en él tiene que jugar un papel muy importante «la sociedad civil, que debe mantenerse firme y presionar al Estado de Israel» para que acepte la decisión de la población palestina.

Pippo Sciano, de Sicilia Independiente, apostó por hacer del Mediterráneo «el mar de la paz», una paz basada en «la justicia, en la libertad y en el respeto de los derechos humanos». Destacó la necesidad de conocer la historia de los pueblos para que éstos vean con mayor nitidez el futuro. «Es indispensable que los pueblos alcancen la independencia», entendida ésta como lo contrario a aislamiento, que es lo que quieren dar a entender los estados-nación. Narró la lucha que su pueblo mantiene contra las mafias, pues para él es difícil hablar de una sóla, tal y como nos presentan los medios de comunicación. En esta línea, no dudó en mostrar el papel de la clase política que domina Sicilia, «que tiene la misma ética que la mafia, sólo se lucha contra la mafia si así se ataca al enemigo político».

El diputado sardo del IRS, Gavino Sale, apostó por hacer valer «el peso de los millones de personas que componemos las naciones y pueblos sin estado» a la hora de la cofiguración mundial y regional. Tras describir la situación de ocupación militar que sufre su pueblo (más de la mitad de las bases militares italianas están en Cerdeña) y las luchas populares contra la misma, describió el retroceso que «para la conciencia nacional supuso el régimen autonómico». Su utilización política ha frenado las demandas independentistas a base de engaños y cortinas de humo. Para Sale es evidente que como sardos «nunca podemos ser italianos», y «nuestro objetivo final es la independencia».

Posicion de erc

Finalmente, Uriel Beltran, diputado de ERC en el Parlament, anticipó el fracaso de la Cumbre de jefes de estado, «al igual que hace diez años. Ninguno de los objetivos de entonces se han cumplido, y tampoco se cumplirán los de ésta».

Beltran también apuntó que los movimientos estatutarios pueden ser un arma de doble filo. «Pueden suponer una mayor supeditación al estado central o pueden sentar las bases para que entre en contradicción la concepción de nación españolatal y como está recogida en la Constitución española», constató el portavoz de ERC.

En clara referecia a la realidad que en estos momentos se vive en el Principat catalán, el representante de ERC desgranó los pilares que pueden servir de base para la construcción nacional en la actual coyuntura. En primer lugar la definición de Catalunya como nación «es un elemeneto estratégico para el reconocimiento del derecho de autodeterminación». El segundo pilar es la financiación «para poder realizar políticas sociales» integradoras y que incorporen a las clases populares. El tercer pilar sería la «revalorización de las entidades culturales en el mundo». En la defensa de la diversidad en el mundo coincidieron el resto de ponentes, una diversidad que para Beltran puede «dotar al escenario mundial de más inteligencia a la hora de aportar soluciones creativas y constructivas».

En este nuevo contexto, el Estado español ha perdido en buena medida sus resortes de chantaje. Para el diputado catalán, el uso del Ejército está descartado, y las amenazas en torno al mercado del Estado español y supuestos boicots, tambien son cosa del pasado. «Las balanzas están equiparadas y el mercado del Estado ya no es imprescindible para el tejido empresarial catalán».

Al término de esta primera sesión, ha quedado claro que los pueblos y naciones sin estado del Mediterráneo tienen un objetivo claro y común, y que éste es el derecho a la autodeterminación para todos ellos. -

* Analista de GAIN
Gara