lahaine.org
EE.UU. :: 30/12/2006

La propuesta de Bolsa iraní de petróleo

Krassimir Petrov
El gobierno iraní finalmente desarrolló la última arma "nuclear" que puede destruir velozmente el sistema financiero que sostiene al Imperio Americano. El arma es la Bolsa de Petroleo iraní

1) La Economía De Los Imperios

Una nación-estado le cobra impuestos a sus propios ciudadanos, mientras que un imperio le cobra impuestos a otras naciones-estados. La historia de los imperios, desde los griego y romano, a los otomano y británico, enseña que la base económica de cada imperio radica en cobrar impuestos a otras naciones. La habilidad imperial de cobrar impuestos siempre ha descansado en una economía mejor y más fuerte, y como consecuencia, un ejército mejor y más fuerte. Una parte de lo cobrado en impuestos fue a mejorar el estándar de vida del imperio; la otra parte fue a fortalecer la dominación militar necesaria para imponer el cobro de esos impuestos.

Históricamente, cobrar impuestos al estado súbdito ha tomado diferentes formas -generalmente oro y plata, donde aquellos eran considerados dinero-, pero también esclavos, soldados, cosechas, ganado u otros elementos agrícolas y recursos naturales, cualquier bien económico que el imperio demandaba y el estado súbdito podía enviar. Históricamente, los impuestos imperiales siempre ha sido directos: el estado sometido entregaba los bienes económicos directamente al imperio.

Por primera vez en la historia, en el siglo veinte, Norteamérica fue capaz de cobrar impuestos al mundo de manera indirecta, a través de la inflación. No impuso el pago directo de impuestos como hicieron todos los imperios precedentes, sino que distribuyó su propia moneda, el dólar estadounidense, a otras naciones y la intercambió por bienes, con la consecuencia deseada de inflar y devaluar ésos dólares y pagar más tarde cada dólar con bienes de menor valor económico - la diferencia la capturaba el impuesto imperial estadounidense.

Aquí está como sucedió. A comienzos del siglo veinte, la economía de Estados Unidos comenzó a dominar la economía mundial. El dólar estadounidense estaba ligado al oro, por lo tanto el valor del dólar ni aumentaba, ni disminuía, sino que mantenía la misma cantidad de oro.

La Gran Depresión, con su inflación precedente de 1921 a 1929 y sus subsecuentes déficit gubernamentales crecientes, había incrementado sustancialmente la cantidad de dinero en circulación, y por lo tanto hizo que el respaldo de dólares estadounidenses por oro fuera imposible.

Esto condujo a que Roosevelt desacoplara el dólar del oro en 1932. Hasta ese punto, los Estados Unidos pueden haber bien dominado la economía mundial, pero desde un punto de vista económico, no era un imperio. El valor fijo del dólar no le permitía a los norteamericanos extraer beneficios económicos de otros países dándoles dólares convertibles a oro.

Económicamente, el Imperio Americano nació con Bretton Woods en 1944. El dólar estadounidense no era totalmente convertible a oro, pero se hizo convertible a oro únicamente para gobiernos extranjeros. Esto instituyó al dólar como la moneda de reserva del mundo. Esto fue posible, porque durante la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos proveyeron a sus aliados con provisiones, demandando oro como pago, por lo tanto acumulando una porción importante del oro del mundo.

Un imperio no hubiera sido posible si, siguiendo los Acuerdos de Bretton Woods, el suministro de dólares se hubiera mantenido limitado y dentro de la disponibilidad de oro, a un total intercambio de dólares por oro. Sin embargo, la política de armas-y-manteca de la década de 1960 fue una política imperial: el suministro de dólares fue implacablemente incrementado para financiar Vietnam y la Great Society [gran sociedad] de Lyndon B. Johnson. Muchos de esos dólares fueron entregados a extranjeros a cambio de bienes económicos, sin la posibilidad de comprárselos nuevamente al mismo valor.

El incremento de dólares en manos de extranjeros a través del persistente déficit comercial de Estados Unidos fue el equivalente a un impuesto - el clásico impuesto inflacionario que un país impone a sus propios ciudadanos, esta vez alrededor de un impuesto inflacionario que Estados Unidos impuso al resto del mundo.

Cuando en 1970-1971 los extranjeros demandaron un pago por sus dólares en oro, el gobierno de Estados Unidos falló en sus pagos el 15 de agosto de 1971. Mientras que la historia popular dice que esto "cortó el lazo entre el dólar y el oro", en realidad la negativa a devolver el oro fue un acto de bancarrota de parte del gobierno de los Estados Unidos.

Esencialmente, los Estados Unidos se declararon a sí mismo como un Imperio. Habían extraído una enorme cantidad de bienes económicos del resto del mundo, sin intención o capacidad de pagar esos bienes, y el mundo fue impotente para responderle - el mundo recibió un impuesto y no pudo hacer nada al respecto.

Desde este punto, para sostener el Imperio Americano y continuar imponiendo impuestos al resto del mundo, los Estados Unidos tuvieron que forzar al mundo a qué continúe aceptando dólares en continua depreciación como intercambio de bienes económicos y para que tenga más y más de esos dólares depreciados. Tuvo que darle al mundo una razón económica para que los tenga, y la razón fue el petróleo.

A medida que se hacía más claro que el gobierno de los Estados Unidos no iba a ser capaz de comprar de nuevo su dólares en oro, hizo en 1972-73 un inflexible arreglo con Arabia Saudita para apoyar el poder de la Casa de Saud a cambio de aceptar únicamente dólares estadounidenses por su petróleo. El resto de la OPEC tuvo que imitarlo y también aceptó solamente dólares. Ya que el mundo tenía que comprar petróleo de los países petroleros árabes, esta fue la razón de tener dólares como método de pago para el petróleo.

Sea que el mundo necesitaba cada vez mayores cantidades de petróleo a precios cada vez mayores, la demanda de dólares únicamente podría aumentar. A pesar de que los dólares ya no podían ser intercambiados por oro, ahora eran intercambiables por petróleo.

La esencia económica de este arreglo fue que el dólar ahora estaba respaldado por petróleo. Mientras que este fue el caso, el mundo tuvo que acumular cantidades de dólares cada vez mayores, porque necesitaba esos dólares para comprar petróleo. Mientras que el dólar fue el único método aceptable de pago para el petróleo, el Imperio Americano podía continuar cobrando impuestos al resto del mundo. Si, por alguna razón, el dólar perdía su respaldo de petróleo, el Imperio Americano hubiera cesado de existir.

Por lo tanto, el Imperio sobreviviente dictaminó que el petróleo debía ser vendido únicamente por dólares. Las reservas de petróleo estaban dispersas en varios estados soberanos que no eran suficientemente fuertes política o militarmente como para demandar el pago del petróleo por otros medios. Si alguien demandaba un pago diferente, debía ser convencido, ya sea por presión política o medios militares, a cambiar su posición.

El hombre que inicialmente pidió euros por su petróleo fue Saddam Hussein en 2000. Al principio, su pedido se encontró con el ridículo, luego fue ignorado, pero cuando se hizo más claro que eso significaba negocios, se aplicó presión política para forzarle a un cambio de posición. Cuando otros países, cómo Irán, empezaron a pedir pagos en otras monedas, más notablemente euro y yen, el peligro para el dólar fue claro y presente, y una acción punitiva se empezó a preparar.

La estrategia de Bush en Iraq, Conmoción y Pavor, no fue por la posibilidad de armas de destrucción masiva de Saddam, por defender los derechos humanos, esparcir la democracia o ni siquiera tomar el control de los campos petroleros. Consistió en defender el dólar, y por lo tanto el Imperio Americano. Se trató dejar claro, para cualquiera que exigiera pagos en moneda diferente a dólares norteamericanos, que sería castigado de igual manera.

Muchos han criticado a Bush por montar la guerra en Iraq para tomar control de los campos petroleros iraquíes. Sin embargo esos críticos no pueden explicar porqué Bush debía controlar esos campos - podría simplemente haber impreso dólares y usarlos para obtener del mundo todo el petróleo que necesita. El tiene que haber tenido alguna otra razón para invadir Iraq.

La historia enseña que un imperio debe ir a la guerra por una de dos razones:

1. Para defenderse o
2. Beneficiarse de la guerra

Económicamente hablando, para que un imperio inicie y conduzca una guerra, sus beneficios deben superar sus costos militares y sociales. Los beneficios de los campos petroleros iraquíes difícilmente valgan los muchos años del costo militar. Si no, tal como ilustra Paul Kennedy en su magistral The Rise and Fall of the Great Powers [Ascenso y caída de los grandes imperios], un sobreesfuerzo militar va a drenar sus recursos económicos y precipitar su colapso.

En vez de eso, Bush debe haber ido a Iraq para defender su Imperio. Realmente, este es el caso: dos meses después que los Estados Unidos invadieron Iraq, el Programa Petróleo por Alimentos fue terminado, las cuentas iraquíes en euros fueron cambiadas de nuevo a dólares, y el petróleo fue vendido una vez más únicamente en dólares estadounidenses. Ya no pudo el mundo comprar petróleo de Iraq con euros.

La supremacía global del dólar fue una vez más restaurada. Bush descendió victoriosamente de un jet de combate y declaró cumplida la misión - él había defendido exitosamente el dólar estadounidense, y por lo tanto el Imperio Americano.

2) Bolsa Iraní del Petroleo

El gobierno iraní finalmente desarrolló la última arma "nuclear" que puede destruir velozmente el sistema financiero que sostiene al Imperio Americano. El arma es la Iranian Oil Bourse [Bolsa de Petroleo iraní], programada para abrir en marzo de 2006 [aunque todavía no fue inaugurada]. Estará basada en un mecanismo de comercialización petróleo-euro que naturalmente implica pagar el petróleo en euros. Para los economistas, esto representa una amenaza mayor a la hegemonía del dólar que la de Saddam, porque le permitirá a cualquiera dispuesto a comprar o vender petróleo realizar las transacciones en euros, por lo tanto circunvalando al dólar estadounidense. Si fuera así, entonces es probable que casi todos quieran adoptar este sistema de euro petróleo:

* Los europeos no tendrán que comprar y tener dólares para asegurar su pago del petróleo, en vez de eso podrían pagar con su propia moneda. La adopción del euro para transacciones de petróleo le proveerá a la divisa europea una reserva que beneficiará a los europeos a expensas de los norteamericanos.

* Los chinos y los japoneses estarán especialmente ansiosos de adoptar el nuevo tipo de pago, porque les permitirá disminuir drásticamente sus enormes reservas de dólares y diversificar con euros, por lo tanto protegiéndose contra la depreciación del dólar. Una porción de sus dólares todavía la querrán tener; una segunda porción la soltarán instantáneamente; una tercera porción de sus dólares decidirán mantenerlas para un uso futuro de pagos sin recargar su reserva de dólares, y construir su reserva en euros.

* Los rusos tienen intereses económicos inherentes para adoptar el euro - el grueso de su comercio es con los países europeos, con los países exportadores de petróleo, con China y con Japón. Los rusos aparentemente detestan tener dólares que se están depreciando, y han encontrado recientemente una nueva religión con el oro. Los rusos también revivieron su nacionalismo, y si adoptar el euro va a desestabilizar a los americanos, lo harán con placer y espiarán como se desangran.

* Los países árabes exportadores de petróleo con gusto adoptarán el euro como un modo de diversificarse contra la creciente montaña de dólares depreciados. Igual que los rusos, su comercio es principalmente con países europeos, y por lo tanto van a preferir la moneda europea por su estabilidad y para evitar riesgos de depreciación de moneda, sin mencionar la jihad contra el Enemigo Infiel.

Únicamente los británicos se encontrarán entre la espada y la pared. Ellos han tenido una alianza estratégica con los Estados Unidos desde siempre, pero también tienen su asiento natural en Europa. Hasta ahora, han tenido varias razones para quedarse con el ganador. Sin embargo, cuando vean caer a su socio centenario, ¿se mantendrán firmemente detrás de él o le darán el golpe de gracia?

No debemos olvidar que actualmente las dos bolsas de petróleo líderes son la de New York NYMEX y la de Londres, International Petroleum Exchange (IPE) [Bolsa Internacional de Petróleo], a pesar de que ambos son propiedad de los norteamericanos. Parece más probable que los británicos tendrán que hundirse con el bote, ya que de otra forma se están disparando en su propio pie al afectar los intereses del IPE de Londres.

Vale la pena anotar que por toda la retórica acerca de las razones de la supervivencia de la libra esterlina británica, los británicos muy probablemente no adopten el euro porque los americanos los deben haber presionado para que no lo hagan: de otra manera la IPE de Londres tendría que haber cambiado a euros, hiriendo de muerte al dólar y a su partner estratégico.

Pase lo que pase, sin importar qué decidan los británicos, la Iranian Oil Bourse tiene que acelerar, los intereses que importan -aquellos de los europeos, chinos, japoneses, rusos y árabes- adoptarán entusiastamente el euro, sellando entonces el destino del dólar. Los norteamericanos no puede permitir que esto suceda, y si es necesario usarán un vasto conjunto de estrategias para detener o entorpecer la operación de la Bolsa:

* Sabotear la Bolsa - esto puede ser un virus de computadora, red, comunicaciones o el ataque a un servidor, brechas de seguridad en varios servidores o un ataque del tipo 9-11 en instalaciones principales o de resguardo.

* Golpe de Estado - esto es con mucho la mejor estrategia a largo plazo disponible para los americanos.

* Negociar Términos Aceptables y Limitaciones - esta es otra excelente solución para los norteamericanos. Por supuesto, un golpe de estado es claramente la estrategia preferida, porque asegurará que la Bolsa no opera del todo y no amenaza los intereses norteamericanos. Sin embargo, si el intento de un sabotaje o un golpe de estado falla, entonces negociar es claramente la segunda mejor opción disponible.

* Unirse a la Resolución de Guerra de N.U. - esta será, sin duda, difícil de asegurar dado los intereses de todos los demás miembros del Consejo de Seguridad. La encendida retórica acerca de que los iraníes están desarrollando armas nucleares indudablemente sirve para preparar este curso de acción.

* Ataque Nuclear Unilateral - esta es una elección estratégica terrible por todas las razones asociadas con la siguiente estrategia, la Guerra Total Unilateral. Los norteamericanos usarán probablemente a Israel para hacer el trabajo sucio nuclear.

* Guerra Total Unilateral - Esta es obviamente la peor elección estratégica. Primero, los recursos militares estadounidenses ya han sido agotados con las dos guerras actuales. Segundo, los norteamericanos van a exasperar a otras poderosas naciones. Tercero, los países que más cantidad de dólares tienen pueden decidir vengarse silenciosamente vaciando sus propias montañas de dólares, por lo tanto evitando que los Estados Unidos sigan financiando sus ambiciones militares. Finalmente, Iran tiene alianzas estratégicas con otras naciones poderosas que puede disparar su intromisión en la guerra. Se supone que Iran tiene alianzas con China, India y Rusia, conocido como el Grupo Cooperativo Shanghai (Shanghai Coop), y un pacto separado con Siria.

Cualquiera sea la elección estratégica, desde un punto de vista puramente económico, si la Iranian Oil Bourse toma impulso, será entusiástamente abrazada por los principales poderes económicos y precipitará el ocaso del dólar.

3) La desaparición del dólar

El colapso del dólar acelerará dramáticamente la inflación de Estados Unidos y presionará hacia arriba las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos.

En este punto, la Fed [Reserva Federal, banco central de EE.UU.] se encontrará a sí misma entre Escila y Caribdis [monstruos marinos de la mitología griega, situados a cada lado de un estrecho canal, de forma que si los marineros intentaban evitar a uno chocaban con el otro] - o sea entre la deflación y la hiperinflación. Se verá forzada a tomar su "clásica medicina" mediante la deflación, elevando las tasas de interés, por lo tanto induciendo a una mayor depresión económica, un colapso en bienes raíces y a una implosión en bonos, stocks y mercados derivativos, con un colapso financiero total. O, alternativamente, tomar la salida de Weimar inflacionando, mediante la congelación de los bonos a largo plazo, elevando los helicópteros [término que hace referencia a imprimir dinero y distribuirlo de una manera supuestamente equitativa entre la población] y ahogando al sistema financiero en liquidez, achicando numerosos LTCM [fondos de inversión escasamente regulados dirigidos a inversores de alto nivel] e híperinflando la economía.

La Teoría Austríaca del Ciclo Económico nos enseña que no hay un punto medio entre Escila y Caribdis. Tarde o temprano, el sistema monetario debe cambiar a un lado o al otro, forzando a la Fed a que haga su elección.

No hay duda, el Comandante en Jefe Ben Bernanke [presidente de la Fed], un renombrado catedrático de la Gran Depresión y un "piloto" adepto a los "helicópteros Black Hawk" [Halcón Negro], elegirá la inflación. "Ben el helicóptero", obviando la Gran Depresión Americana de Rothbard [Murray, 1926-1995, renombrado economista estadounidense, uno de los creadores de la teoría del anarco-capitalismo y adepto a la Teoría Austríaca del Ciclo Económico], sin embargo ha aprendido las lecciones de la Gran Depresión y el aniquilador poder de la deflación. El Maestro le enseñó la panacea de cualquier simple problema financiero: inflacionar, sin importar las consecuencias. Ben incluso le enseñó a los japoneses sus propias formas ingeniosas y no convencionales para luchar contra la trampa de la liquidez deflacionaria. Como su mentor, el soñó derrotar a un Invierno Kondratieff [Nikolai, 1892-1938, economista soviético que propuso la teoría de que las economías capitalistas tenían ciclos de 50 o 60 años de expansión seguida de depresión, conocida como las ondas (u olas) de Kondratieff].

Para evitar la deflación, Ben va a recurrir a las imprentas; va a llamar a todos los helicópteros de las 800 bases militares de Estados Unidos en el extranjero; y, si es necesario, va a monetarizar todo lo que tenga a mano. Su último logro será la destrucción hiperinflacionaria de la moneda norteamericana y de sus cenizas surgirá la próxima moneda de reserva del mundo- esa que los bárbaros llamaban oro.

Energy Bulletin. 17 Jan 2006. Traducido por IAR Noticias. Revisado por La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal