lahaine.org
Chile :: 13/12/2006

Pinochet y el Estado de derecho

Malime
Resulta chocante -por decirlo de alguna forma, desde la angustia que provoca la situación- que desde los partidos de la llamada izquierda "transformadora" institucional, eludan entrar en el fondo del por qué desde el "Estado de derecho" chileno se permite al ejército ejercer honras fúnebres por el que fue su comandante en jefe y gobernante dictador

...en su brutal ejercicio (no democrático, desde la abstracción terminológica a que nos somete la ideología burguesa) con la que condujo el poder y redujo al naciente poder popular capitaneado por el ingenuo presidente Allende.

Algunos "buenos" pensadores, haciendo abstracción del carácter clasista del Estado, lo justifican y disculpan a la presidenta, por considerar que el ejército chileno tiene entidad propia al margen del Estado, hacernos creer que no forma parte del Estado burgués, que es un ejército fascista incrustado en el Estado "democrático" chileno.

Pretendiendo que deduzcamos que los ejércitos de los demás estados de derecho burgueses si son democráticos y obedecen a los gobiernos "democráticos", hacernos creer que ese último eslabón del Estado burgués que es el ejercito, como los hechos históricos lo evidencian, (1.936, 1973 en España y Chile, por citar los más próximos a nuestra vivencia y la fecha que acontece tras la muerte de Pinochet), fueron hechos casuales, no actuaciones brutales necesarias ejercidas por el último eslabón represivo del que se dota todo Estado de derecho burgués cuando sus intereses de clase se ven amenazados, el cual empuña sus fusiles, no para defender las fronteras ¡patrias!, sino para defender las fronteras de clase del amo burgués que les paga.

Se intenta dar por buena la actuación política de la actual presidenta, al permitir ese homenaje al dictador en el día en que el Señor le llamó a su lado, rodeado de compungidos admiradores que lloran y rezan al lado del asalvajado y ya abatido cadáver, que la naturaleza se encarga de ajusticiar, y de la que no se salvan ni los grandes dictadores salvadores del Dios burgués. Máxime cuando la presidenta no asiste, pero si envía a su ministra de Defensa Vivianne Blanlot a la celebración de las honras fúnebres.

Desgraciadamente, incluso muchos comunistas, desde la confusión que nos impone la ideología dominante burguesa nos hace cómplices de la actuación de la presidenta Bachelet, una defensora del "Estado de derecho", cuyo padre sufrió la represión del dictador. Por Telesur tuve la oportunidad de oír una entrevista que hacía el locutor a un representante del partido comunista chileno, el cual manifestaba estar en desacuerdo con la celebración fúnebre, pero llamaba al orden y se evitasen confrontaciones callejeras. Muchos "demócratas" -incluso de los que se consideran comunistas- se habrían sentido aliviados porque el dictador hubiese sido juzgado y condenado, o que no se permitiese los agasajos que hasta el final de su vida recibe el monstruo.

De nada sirve la historia, sobre todo cuando huelga el método de análisis materialista y dialéctico. Los eslabones de mayor poder represivo brutal, fascista, están en todos los Estados burgueses, acaso podemos olvidar, decir que las actuaciones que ejercen los ejércitos que masacran Palestina, Iraq, Afganistán y tantos otros pueblos de forma más silenciada, directamente con sus tropas o a través de sus permisos "democráticos" desde organizaciones internacionales como la OTAN o la propia ONU, (ya convertida en la fenecida Sociedad de Naciones a la que la condujo el Pinochet o Bush de entonces, de nombre Hitler), todas ellas supeditadas desde su aparente democracia llamadas a perpetuar el orden dominante internacional.

Por qué, sobre todo desde la rojería de occidente, admitimos que hemos llegado al fin de las ideologías, dada nuestra evidente e inconsecuente actuación, negando de hecho la concepción marxista y leninista sobre la función y el carácter del Estado, ignorando cómo se configuran los Estados burgueses con su falsa división de poderes y su falsa democracia delegada en la clase política, y olvidamos o nunca comprendimos la contrapartida que Marx y Lenin nos destacaron a través de la democracia directa participativa permanente de abajo hacia arriba, que permite al pueblo organizarse en su lucha liberadora, y liberado de la explotación organizarse como clase dominante, ya con su Estado que en nada se asemeja por su contenido y forma organizativa al burgués.

Descolguemos al Estado del cielo y veámoslo desde la realidad del paraíso terrenal

Con otros lenguajes terminológicos, pero sí con hechos revolucionarios con base marxista, pueblos como el venezolano educándose y participando, con sus Misiones, con sus Barrios Adentro, con la elección por los propios trabajadores de gerentes en las ramas de producción de empresas nacionalizadas, no solo se está educando, sino posibilitando el protagonismo participativo desde abajo hacia arriba, por parte del verdadero pueblo solidario.

Profundicemos en lo que nos dijeron los grandes maestros sobre los grandes temas con base revolucionaria y veamos esos ejemplos prácticos y positivos de ayer (1871 y 1905-1917) y de hoy, tratemos de desarrollarlos en nuestros ámbitos nacionales, recuperemos el internacionalismo revolucionario en la lucha contra el capitalismo en su fase imperialista. Antes de que sea tarde, nos queda poco tiempo histórico. Los burgueses son tan salvajes que no se dan cuenta de que destruyendo con las modernas armas y usos irracionales que les permite el desarrollo científico puesto en sus manos, están destruyendo a seres humanos y a la propia naturaleza de la que ellos mismos son parte material, sin darse cuenta que esa dinámica también les abocará a la muerte.

Nos queda poco tiempo para recuperar el rumbo. Si no vivimos solidariamente todo el complejo mundo material, tanto el humano como el ecológico, estaremos condenados a la autodestrucción. La naturaleza nos está manifestando ese declive, algunos científicos lo anuncian, vemos los cambios climáticos, los efectos de desertización, la contaminación, nos parecen lejanos, pero cada vez van más acelerados. Los modernos Pinochet también los ven pero esperan salvarse, tal vez su materialismo grosero e inhumano ante el convencimiento que tienen de que no existe Dios con sus paraísos solidarios donde alojarse, les haga creer que podrán emigrar a otros planetas en modernos cohetes, cuando este mundo se encuentre al borde de la destrucción total.

La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal