lahaine.org
Europa :: 21/10/2009

Portugal: Viejo gobierno con traje nuevo

José Paulo Gascão
Fue por la opción política derechista, que casi ha dejado a los partidos de la derecha tradicional sin programa, que el PS se granjeó el apoyo unánime del gran capital

Si los comentarios sobre los resultados de los comicios para el Parlamento ponían la tónica en la defección de los gobiernos de mayoría absoluta, aún antes del Presidente nombrar a Sócrates como Primer Ministro ahora girarán y empezaran a moldear la opinión pública para la defensa, a toda costa, de la estabilidad gubernativa.

El intento de instalar en la opinión publica el miedo a la inestabilidad gubernativa empezó cuatro o cinco días antes de los comicios legislativos con una no-noticia, por tener como base un hecho no verificado, en la radio oficial Antena Um: en la previsión de que «las fuerzas de izquierda» serian mayoritarias en el Parlamento, un grupo de personalidades ya tenia preparado un llamado al entendimiento de los partidos de la “izquierda” «para una solución de gobierno, coalición o acuerdo de incidencia parlamentaria como es común en Europa Occidental»… El llamado, continuaba Antena Um, solo seria divulgado y abierto a nuevas firmas en caso de que el Partido Socialista (PS) perdiera la mayoría absoluta…

Si el PS no perdiese la mayoría el llamado no era necesario, como no lo fue en la legislatura anterior. El conocimiento posterior de la mayoría de las 155 firmas originales, alfabéticamente perfiladas, quita las dudas acerca de los molinos a que este oportunista y manipulador llamado pretende conducir el agua.

Es con esto prólogo que José Sócrates ensaya la maniobra de oír a los partidos con representación parlamentaria, a todos cuestionando acerca de la posibilidad de «una coalición o de un acuerdo de incidencia parlamentaria», todo esto en nombre de la estabilidad gubernativa y del intento de irresponsabilizar el partido responsable de garantizarla – el PS.

Entonces, es indiferente, para una persona de principios, hacer una «coalición o un acuerdo de incidencia parlamentaria» con partidos de la izquierda o de la derecha? Es claro que no lo es.

No hay ninguna seriedad en estas conversaciones. Su previa publicidad y la divulgación de la agenda es la demostración de que fueran una palabrería infecunda, cuyo objetivo es uno de dos: inculcar en los electores la imagen de un José Sócrates contenido y afable, e intentar hacer olvidar el arrogante, autoritario y autista José Sócrates que ha presidido al anterior gobierno.

Estabilidad gubernativa y estabilidad social

En la anterior legislatura, la mayoría absoluta del PS solo tenía 7 diputados menos que la actual suma del Partido Socialista, de la Coligación Democrática Unitária (CDU, Comunistas más Verdes) y del Bloco de Izquierda (BE en su sigla en portugués). Pero si a la mayoría del PS en 2005 sumamos los entonces disputados del PCP y del BE, entonces esa mayoría seria ampliada con 22 diputados más de lo que tendrían entonces los partidos de la derecha tradicional, el PSD y el CDS.

No fue por falta de mayorías que el anterior gobierno ha tenido una práctica de derecha. Ha sido por opción de clase que el PS y José Sócrates se doblegaron ante la patronal en la revisión del Código de Trabajo, el agravamiento de las condiciones de la Seguridad Social, en los ataques al Servicio Nacional de Salud y la Escuela Pública, en el crecimiento de la precariedad del trabajo y en la falta de fiscalización de la Inspección del Trabajo, en las exenciones fiscales al gran capital, del que es escandaloso ejemplo la baja efectiva de IRC para para la banca, cerca de 50% menos de la impuesta a las pequeñas y medianas empresas.

Fue por la opción política derechista, que casi ha dejado a los partidos de la derecha tradicional sin programa, que el PS se granjeó el apoyo unánime del gran capital hasta tener que optar entre la SONAE y el Grupo Espirito Santo en la Oferta Pública de Adquisición sobre la PT; y se ha beneficiado de unos medios encomiásticos que servirán de caja de resonancia a su aplastante maquina de propaganda. Como fue en reconocimiento de su opción de clase que, ya en tiempo de campaña electoral, el PS y José Sócrates han recibido dos regalos del gran capital: el cierre por la administración de la TVI (del grupo Prisa…) del Jornal Nacional del Viernes y la ayuda del Diario de Noticias en el rocambolesco caso de las escuchas telefónicas en la Presidencia de la República…

Pero si el anterior gobierno PS protagonizó el más grande ataque a los derechos de las clases trabajadoras, estas asumieron el combate al gobierno y lucharon en grandiosas jornadas de las que sobresalen, por incorporar a la casi totalidad de la clase profesional, las grandiosas manifestaciones de maestros en Lisboa (100.000 y 120.000 manifestantes sobre un total de cerca de 145.000 maestros), en defensa de de la Escuela Pública y de los derechos de la profesión.

Pero el problema es que la estabilidad gubernativa que, sin embrago, es un objetivo a perseguir, solo gana legitimidad cuando se sustenta en una aún más profunda estabilidad social, lo que no es de forma alguna el caso del anterior gobierno.

Atenuar los efectos de la crisis, forzar una política de signo contrario

Las declaraciones del Primer-Ministro y la forma artera con que ha promovido las conversaciones indican su indisponibilidad para cambiar de política.

Con una previsión gubernamental de un déficit en el Presupuesto de 5,9% (el FMI estima 6,9% y la UE arriba de los 6%) y el desempleo creciente rondando los 600.000 desempleados (501.000 registrados en los Centros de Empleo, más los ya abatidos al listado en final de Agosto), ya se adivina a quién Sócrates y su súper-ministro de Finanzas se preparan para, una vez más, presentar la factura. Y para cumplir el utópico déficit de 5,9%, el Estado necesitaba de cobros diarios de 105 millones de euros, 25 millones al día más que lo cobrado hasta el 31 de Agosto. Misión imposible.

La situación es ineluctable. Con la profundización y la intensificación de la organización y de la conciencia de las clases trabajadoras en las diferentes organizaciones de clase es posible imponer una política diferente de la que hoy tenemos y caminar hacia el punto de ruptura en que los de abajo ya no aceptan y los de arriba ya no pueden ejercer el poder.

Lisboa, 20 de octubre de 2009
www.odiario.info / La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal