Rastreando el flujo de petróleo sirio robado hacia Iraq

Aunque la porosa frontera iraquí-siria se extiende por más de 600 kilómetros, aproximadamente la mitad de ella, en la práctica, no está sujeta a la autoridad de ninguno de los dos estados. A lo largo de los años, esta falta de control fronterizo integral ha dado lugar a una serie de amenazas a la seguridad de ambas naciones, entre las que destaca la presencia persistente de elementos de ISIS en las regiones fronterizas.

Por parte iraquí, ha habido un enfoque proactivo para contrarrestar este terrorismo de bajo nivel con el establecimiento de dos líneas defensivas por parte del Comando de Operaciones Conjuntas, además de barreras de hormigón y torres de vigilancia.

El contrabando de Siria a las ciudades fronterizas iraquíes es otra característica destacada de las actividades fronterizas actuales, y presenta tanto una amenaza como una oportunidad para la coalición internacional liderada por EEUU cuyas fuerzas operan en ambos lados de la frontera.

EEUU saquea y contrabandea el petróleo de Siria

Bajo la apariencia de esta coalición internacional, el ejército estadounidense controla las fronteras entre Iraq y Siria, específicamente en el cruce de Fishkhabour-Semalka , el cruce ilegal de Al-Waleed entre el Kurdistán iraquí y el territorio sirio ocupado por EEUU, y el cruce de Al-Mahmoudiyah . Todos estos cruces fronterizos se han vuelto notorios por el contrabando ilícito de petróleo crudo sirio hacia el norte de Iraq, con la participación directa de las fuerzas militares estadounidenses.

Los aviones no tripulados de reconocimiento sobrevuelan rutinariamente los cielos de la región, y el ejército estadounidense contrata la seguridad a empresas de seguridad privadas. Los empleados de estas empresas, que viajan en vehículos todoterreno bajo cobertura aérea estadounidense, son responsables de asegurar el transporte del petróleo sirio a territorio iraquí, aunque su mandato es únicamente para transportar equipos logísticos pertenecientes a la coalición internacional.

Cuando The Cradle llegó a la zona fronteriza para seguir investigando, se nos impidió llegar más allá del punto de control conjunto de las fuerzas Peshmerga y Asayish, las fuerzas militares y de la agencia de inteligencia kurdas, respectivamente.

Este puesto de control refleja la coordinación de seguridad entre el Pentágono y el Ministerio de Peshmerga en el Kurdistán iraquí, y se lleva a cabo sin el conocimiento ni la coordinación de Bagdad. La falta de conocimiento del gobierno central iraquí sobre la situación en sus fronteras se puede resumir en lo que una fuente de seguridad iraquí dijo a The Cradle : que las tropas estadounidenses estaban allí “apoyando a las fuerzas kurdas como parte del sistema de defensa iraquí para combatir el terrorismo”.

Destino: Kurdistán iraquí

Sin embargo, fuentes tribales confirman que al amparo de esta “zona de seguridad”, los cruces ilegales entre Iraq y Siria están activos, con docenas de camiones petroleros que pasan semanalmente en convoyes que transportan petróleo sirio de contrabando, acompañados por aviones de combate o helicópteros estadounidenses.

Los pastores de la región también corroboran estas afirmaciones e indican que el petróleo sirio se transporta al sitio militar de Harir en Erbil, la capital de la región del Kurdistán iraquí (KRI), en beneficio de la compañía petrolera kurda KAR Group, propiedad de Sheikh Baz Karim Barzanji , cercano a la familia del líder del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), Massoud Barzani.

Este último tiene fuertes relaciones con el nuevo llamado “Club de Países Influyentes” en Irak, en referencia a los Emiratos Árabes Unidos y Turquía. Barzani también mantiene una fuerte relación con las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) en Siria, respaldadas por EEUU y dirigidas por kurdos, cuyos miembros han estado protegiendo convoyes de tanques de petróleo sirios.

Sheikh Baz estuvo bajo escrutinio en marzo cuando una de sus villas, supuestamente utilizada como casa de seguridad por la agencia de espionaje Mossad de Israel, fue alcanzada por misiles del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC), matando e hiriendo a los agentes que se encontraban dentro.

En ese momento, el político kurdo Hiwa Seid Salim le dijo a The Cradle que sospecha que el motivo del ataque iraní a la villa de Sheikh Baz se debió a sus actividades comerciales, que según fuentes de seguridad iraníes incluyen la venta de petróleo y gas iraquí (o sirio) a Israel.

Sheikh Baz fue uno de los canales de comunicación entre el KDP y el gobierno de Saddam Hussein sobre el transporte de petróleo iraquí a Turquía durante el embargo económico a Irak. Después de la invasión estadounidense de 2003, trabajó con USAID y transformó su empresa contratista de construcción, creada en la década de 1990, en un conglomerado petrolero.

La logística del saqueo

En declaraciones a The Cradle, un exdiplomático iraquí señala que el robo de los recursos naturales sirios experimentó un aumento significativo cuando el expresidente estadounidense Donald Trump llegó al poder. En ese momento, les dijo a los funcionarios iraquíes que “el petróleo sirio es un precio barato por la contribución de Washington a la lucha contra ISIS”.

Si bien no es posible determinar con precisión las cantidades de petróleo saqueado, fuentes tribales iraquíes confirman que el viaje del petrolero dura aproximadamente 48 horas a través de los principales cruces, aprobados por el ejército estadounidense (Fishkhabour, Al-Waleed o Al-Yaarubiyah), en un proceso que solo se detiene por breves períodos para llenar sus tanques.

Según estas fuentes, normalmente hay entre 70 y 100 camiones petroleros que transportan petróleo sirio en cada viaje.

Dentro de Siria, los convoyes de camiones cisterna viajan a través de áreas fuera de la autoridad del estado central. El viaje comienza en la región siria de Al-Jazira y pasa por Al-Hasakah, donde se detiene durante horas antes de continuar hacia uno de los puntos fronterizos para adquirir suministros, y luego continúa hacia el sitio de Harir en Erbil en el KRI.

Allí, el petróleo se vierte en otros tanques que lo llevan a la base estadounidense de Ain al-Assad, en la provincia iraquí de Anbar, oa la provincia de Halabja, donde se encuentra otra base militar estadounidense.

La transferencia de camiones petroleros desde Kurdistán a la base de Ain al-Assad o cualquier otro sitio militar de EEUU debe obtener la aprobación previa del Centro Nacional de Operaciones. Por lo tanto, estas transferencias se realizan bajo la apariencia de “apoyo logístico para las fuerzas de la coalición internacional”, según una fuente de seguridad iraquí en estrecho contacto con EEUU Aunque es poco probable que Bagdad se mantenga completamente a oscuras sobre esta repetida violación de la soberanía e integridad territorial de Iraq, parece tener muy poco que decir al respecto.

La fuente le dice a The Cradle que el viaje de los camiones cisterna a través del cruce de Al-Qaim-al-Bukamal habría sido más corto si este cruce no hubiera estado bajo el control de facciones armadas iraquíes que acusan al primer ministro Mustafa al-Kadhimi de "abrir las puertas" para los americanos.

La misma fuente de seguridad señala que estas facciones “no han dejado de pedir la retirada de las fuerzas estadounidenses de Iraq, que continúan con su labor de seguridad e inteligencia dentro del Estado bajo el pretexto de brindar seguridad y asesoramiento militar a las fuerzas iraquíes en la lucha contra terrorismo."

¿Cuánto sabe el gobierno iraquí?

El “trabajo de asesoramiento” del ejército estadounidense aparentemente se limita a proporcionar a las fuerzas iraquíes algunas imágenes satelitales de la presencia de ISIS en las montañas del norte de Iraq. Sin embargo, podría decirse que las autoridades iraquíes ya pueden obtener esta información sin la ayuda de los EEUU, según fuentes de la sala de operaciones militares conjuntas, la máxima autoridad militar y de seguridad en Iraq.

The Cradle intentó comunicarse con los funcionarios del gobierno iraquí para obtener un comentario sobre lo que está sucediendo en los cruces fronterizos de Iraq, pero no hubo respuesta.

Una fuente política atribuyó esta falta de respuesta a la “fragilidad política”, por lo que se ha vuelto común que los tomadores de decisiones eviten comentar lo que se considera información “sensible”. Este es particularmente el caso en un momento en que Iraq atraviesa incertidumbre política mientras emerge de manera muy tentativa de su crisis económica.

Las autoridades iraquíes han tomado medidas positivas recientemente, incluida una reunión reciente de los guardias fronterizos del país con oficiales del ejército sirio en Bagdad, la primera de este tipo desde 2021, con el objetivo de fortalecer la cooperación y fortalecer la frontera contra el terrorismo y las redes de contrabando.

Sin embargo, el fracaso de Bagdad para confrontar y reprimir el transporte ilegal de petróleo sirio robado a Iraq consolida aún más, y confirma, la percepción de varias facciones iraquíes de que el gobierno de Mustafa al-Kadhimi es un mero títere en manos estadounidenses.