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Argentina, Anti Patriarcado :: 07/08/2023

Si no puedo bailar no es mi revolución. Emma Goldman (1860-1940)

Celina Rodríguez Molina, Sandra Di Seri
Al poder mercenario no le gustamos en la calle, no le gustamos en la lucha, no le gusta que amemos nuestras diferencias, pero sobre todo no le gusta que bailemos

“Hay algo en la intensidad de los colores…. Me resuenan bien los lugares donde hay ondas expansivas” (1)

A esta anarquista rusa, de origen judío lituana, se le atribuye esta frase que ha recorrido un largo camino y ha sido tomada por los feminismos internacionalistas, que luchan por las libertades colectivas, uniendo compromiso, alegría, política, deseos y felicidad. Estuvo exiliada en EEUU, luchando contra las opresiones de clases, razas, género; defensora del amor libre como acto de desobediencia a la monogamia y a la exclusividad afectiva, fue coherente y vivió en la mayor libertad en un contexto de grandes cambios donde paradojalmente las ideologías conservadoras fueron generando reacciones a los procesos de levantamiento a nivel internacional, fue declarada por el gobierno yanqui y el FBI como: “la mujer más peligrosa del mundo”, la deportan a Lituania, vivió con entusiasmo y contradicciones la revolución rusa, y se entusiasmó con las luchas revolucionarias de España, que rescataran las comunas revolucionarias.

Gerardo Morales decidió iniciar la represión en Jujuy contra la lucha docente, llega una lluvia de videos, fotos, comentarios, activismos, militancia, movimientos políticos, delegaciones de Derechos Humanos, feministxs, transfeministxs, de trabajadorxs, organizaciones sociales, sindicatos y partidos de izquierda a Jujuy.

Saltamos el cerco de los medios hegemónicos vinculados al poder político, construimos nuestras propias narrativas, para que no nos cuenten otrxs, hacemos memoria para nuestres hijes y nietes, para contraponer al discurso de odio del poder que busca justificar las peores de las aberraciones sobre el pueblo, la libertad y la democracia que deseamos.

La experiencia de lucha (resistiendo o avanzando) es el deseo-acción que nos habilitamos colectivamente en defensa de nuestros territorios, en defensa de los pueblos originarios, en defensa de la lucha docente, de nuestras identidades, de las revueltas populares, de aquellxs jóvenes que como en Chile recibieron balas en la cara por levantar la voz, en este caso contra la extracción del litio, contra la destrucción de los bienes comunes, un levantamiento contra la patria foránea, un levantamiento contra el capital y el capital financiero, contra las reformas dictatoriales de una democracia títere, un levantamiento contra lxs presxs políticxs y contra las injusticias históricas.

Hagamos dos ejercicios, rastrear luchas y difundir aún más todos esos materiales que se han federalizado e internacionalizado por redes sociales, medios comunitarios, y también el de boca en boca, de comunidad a comunidad.

El mundo resiste ante el fracaso de este sistema y se conmueve frente a los atropellos en Jujuy, llegan a la distancia adhesiones internacionalistas de territorios lejanos y cercanos al Abya Yala, también desde Europa que resiste movilizada frente al incremento en los costos de vida y el cruce por la lucha anti-racista en Francia, Reino Unido, Bélgica, Alemania, entre otros, tras el intento del poder económico mundial por flexibilizar derechos consagrados, el grito colectivo y radical contra la criminalización trasciende fronteras o debería.

Mientras nos situamos en Jujuy se sienten fuertes los relatos de mujeres kollas, quechuas, tobas, entre otras comunidades, que dan testimonios desde los cortes de ruta, se paran frente a los consejos deliberantes para obligar a los políticos que votaron hace poco para que se expidan contra la reforma, son vecinos y vecinas que presionan a los funcionarios a cumplir con los mandatos populares.

En un país donde el déspota y autoritario de Morales, sus funcionarios, sus seguidores obsecuentes, lxs referentes del PRO y de la U.C.R salieron a bancar el negociado filo fascista contra el pueblo, donde lxs políticxs progresistas luego de dos semanas de represión y lucha, tuvieron que salir a castigar públicamente toda esta situación, los mismos responsables que votaron la bochornosa reforma constitucional de Jujuy, los mismos que dicen hacer patria mientras deciden desde sus cómodas vidas qué se sacrifica y a quiénes, también los medios hegemónicos y algunos periodistas que intentan gozar de la impunidad del poder mercenario subestimando al pueblo; no pueden concebir que se les ponga un límite colectivo a sus intereses individualistas, liberales y neoliberales.

Se compraron la necedad, se regocijan en ella, están imposibilitados de hacer una lectura histórica de los procesos de resistencias populares, de los logros conseguidos con la lucha, aunque todavía sin poder cambiar de cuajo las estructuras opresoras, con un futuro no tan incierto como dicen aquellxs defensores del status quo, apocalípticxs, estatistas, también les defensores del mal menor que juegan a inmovilizar la creación rebelde. “Qué violenta la calma con la que los empachados nos dicen que agradezcamos las migajas”(2). La historia la escribe el pueblo tejiendo solidaridad y resistencia, mientras construye el camino de la libertad.

Pensemos en las movilizaciones por la defensa del agua en Chubut, Mendoza.
Pensemos en las más de 80 mil personas que activaron la marcha del Orgullo en Jujuy en medio de las represiones. En las cumpas travestis-trans que se animaron a declarar en los juicios de lesa humanidad, reconociéndose como víctimas de la dictadura militar, acaso ¿nos quieren hacer creer que fue el resultado de fiscales piolas en los juicios? Que lxs hay, pero no es el debate, fue la construcción histórica que hicieron les compañeres, repensándose como actores polítiques víctimas de la última represión de Estado, articulando con los colectivos de derechos humanos, con organizaciones populares, partidos e ideales más cercanos a la izquierda, ¿qué procesos tuvieron que hacer para ser actrices legitimadas para hablar en los juicios por la memoria, la verdad y la justicia con orgullo?

Pensamos en la Machi Betiana Colhuan Nahuel Lof lafken winkul mapu, en la Asamblea transfeminista piquetera del 25 de junio en la Estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki; y el 26 de junio en la histórica subida al Puente Pueyrredón; nos interpelaba, nos invitaba a pensar en nuestros rostros, en nuestras caras marrores, afros, de pueblos originarios del abya yala, en cómo la imposición del hombre blanco y rico nos atraviesa en diferentes formas, discriminación, explotación y opresión, pero también cómo en ese acto se constituye la posibilidad de estar juntxs/es para repensarnos en esas relaciones desiguales, desde una identidad compartida, para darle forma a nuevos procesos de resistencia, o a continuarlos pensando en la recuperación de las experiencias comunitarias donde hagamos una sociedad libre de sometimientos.

He aquí el meollo de esta reflexión, retomamos el principio, la urgencia de bailar, de disfrutar, de hacer en comunidad, luchar colectivamente, indignarse y bailar, indignarse y que aparezcan las quenas, los sikus, pompoñas, tambores, murgas, cantos creativos, murales, carteles multicolores, historias de vidas que se abrazan, gritos de jallalas, gritos de festejos, gritos contra los apagones, gritos de rebeldía que invitan a seguirla.

Andrea nos hace llegar un video con sikuris, donde el enojo cede un cachito ante la alegría de saberse acompañades, se la escucha decir: “mucho cannabis, mucho litio y cero en el bolsillo”, aludiendo a la obsecuencia del feudal Morales que lucra con los mejores campos de Perico para producir cannabis, o vende los salares, humedales norteños donde se desaloja a comunidades enteras, donde el uso ilimitado de agua dulce va destinado a producir litio, hasta que se acaben, el agua y el litio, mientras en Uruguay se ven y se sienten las consecuencias del sistema productivo extractivista, que dejó sin agua a más de un millón de personas en Montevideo. La única premisa que le importa a los verdugos es garantizar la explotación en manos de empresas extranjeras y llenarse los propios bolsillos a costas del pueblo.

Volviendo al video, ahí se muestra que la rabia y la indignación se transforman con las manifestaciones artivistas y culturales, vemos a los mineros de Uquía bailando en el corte, docentes que entonan canciones, danzan un gato, recorren melodías andinas, pasitos carnavaleros, la música y el baile traen un poquito de alegría en los duros cortes puneños. Para quienes pese a no vivir en esos territorios habitamos las luchas, cualquiera sea, para quienes sabemos que el baile es un modo de sacudir la rigidez estructural, de hacer hablar nuestros cuerpos, de conectar con los dolores, con la tristeza desde otros lugares, un modo de producir saberes y resistencias colectivas desde el deseo de bailar.

Tenemos un “siempre” que nos acompaña, narrar nuestros logros para que no nos cuenten otrxs, hacer memoria y armar listados de los derechos y luchas que ganamos desde abajo, cada vez.

En ese “siempre” hay cinco certezas: al poder mercenario no le gustamos en la calle, no le gustamos en la lucha, no le gusta que amemos nuestras diferencias, pero sobre todo no le gusta que bailemos y que la lucha se vuelva una alegría colectiva. Hoy Jujuy está de pie y los tiranos tiemblan.

Hasta la victoria siempre!

Referencias:

1.- Brigite Vasallo. Entrevista de Anuka Fucks y Miranda Carrete. LATFEM. Julio 2023

2- Nina Ferrari.

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