"Yo no me rindo. Yo no colaboro"

La militante marxista de la Fede (Federación Juvenil Comunista del PC), la compañera y posterior viuda de Fernando Abal Medina [también guerrillero, no confundir con su hermano Juan Manuel, funcionario del peronismo burocrático], la única mujer en el ajusticiamiento del golpista Aramburu [dirigió el golpe militar contra el Gobierno peronista en 1955, con su secuela de asesinatos y encarcelamiento de militantes] y en la fundación de la Organización Montoneros. O el trofeo de los milicos en la Escuela de Mecánica de la Armada: algunas de las formas posibles para referenciar a Norma Arrostito. También conocida como "la Gaby".

Para mediados de la década del 60 Norma, hija de un matrimonio de clase media de la Capital Federal, con su cuarto de siglo a cuestas ya estaba casada con Rubén Roitvan, compañero de su militancia en el Partido Comunista. Tiempo después se alejo del PC y se sumó a la organización Acción Revolucionaria Peronista (ARP) conformada por John William Cooke y su compañera Alicia Eguren poco tiempo atrás, para posteriormente vincularse a lo que será el comando Camilo Torres, germen de la Organización Montoneros. Mientras, Rubén Roitvan viaja a Cuba y Norma se enamora de Fernando Abal Medina, un joven siete años menor que ella. Al regreso de Roitvan el matrimonio llegó a su fin.

Su vida y militancia se volvieron cada vez más vertiginosas, situación que la llevo a estar casi siempre en clandestinidad. El 29 de mayo de 1970, fecha del primer aniversario del Cordobazo, el comando Juan José Valle realizó el secuestro del teniente general Pedro Eugenio Aramburu para juzgarlo por los fusilamiento de civiles en junio de 1956 y el secuestro del cadáver de Eva Perón. Tres días después, el ex presidente de facto de la Revolución Libertadora es condenado y ajusticiado. Norma Esther Arrostito era la única mujer -entre las doce personas- del grupo que conformó Montoneros y este, su hecho fundacional. Los sucesos detallados de esta acción serán contados por ella y Mario Firmenich en la revista “La Causa Peronista” en septiembre de 1974: después de este número la revista cerró y la organización pasó a la clandestinidad.

Tres meses después, en septiembre de 1970, su compañero Fernando Abal Medina y Carlos Gustavo Ramus son asesinados en la localidad de William Morris. Tanto para la organización, como para Norma, fue un golpe muy duro y doloroso: la Gaby ahora también era “La Viuda” adentro de la Orga. La guerrillera más importante y más buscada se comenzaba a transformar en mito: a pesar del dolor y la adversidad, Gaby nunca abandono la firmeza y el compromiso con su militancia.

A los años del “luche y vuelve” le siguió la primavera camporista y Gaby hacía tiempo que ya desarrollaba su militancia en la Columna Sur de Montoneros. Este tiempo es en el que Norma comienza a tener cruces con [los líderes de Montoneros, de tendencia socialdemócrata] Galimberti y Firmenich (que además inventaron relaciones amorosas con ella) y distanciarse de la estructura de la Conducción. Los hechos de Ezeiza, las diferencias con el gobierno [en deriva ultraderechista] de Juan Domingo Perón y sus sucesores complejizaron la situación: el infierno estaba cada vez más cerca.

El golpe genocida del 24 de marzo de 1976 secuestraba y desaparecía militantes de forma escalofriante. Cada cita podía ser la última, nunca se sabía cuando una podía estar “cantada”. Los rumores sobre las torturas cada vez eran certeros y la pastilla de cianuro [los militantes, si iban a ser apresados, debían suicidarse ante la casi seguridad de que no podrían soportar las torturas] una decisión de la Conducción Montonera. El 2 de diciembre de ese año, según un parte militar, el Comando de la Zona 1 había abatido a “la delincuente subversiva Esther Norma Arrostito de Roitvan, alias Norma, alias Gaby, una de las fundadoras y cabecillas de la banda autodenominada Montoneros” en el partido bonaerense de Lomas de Zamora. Esta mentira celebrada y difundida por los medios de comunicación -fue ejemplar la cobertura de la 'Revista Gente', dirigida periodísticamente entonces por Chiche Gelblung- ocultaban el secuestro por parte de la Marina.

Por más de un año, será un trofeo de guerra en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), objeto de recelo del Ejército a la Marina y un desmoralizante para la militancia montonera.

La situación de muerte hacia que los militantes mantuvieran las citas, pero de nada sirvió a los militares: Norma nunca cantó.

Gaby intento dos veces tomar sus pastillas de cianuro y los milicos lo evitaron. Sabían, también, de un problema cardíaco y por eso se dice que no se la torturó; además era importante cuidar a una jefa montonera [según los relatos de ex detenidos que sobrevivieron, sin embargo, fue salvajemente torturada y desfigurado su rostro a golpes]. Durante más de un año Gaby estuvo secuestrada en aquel centro clandestino de detención. El domingo 15 de enero de 1978, dos días antes de su cumpleaños número 38, la Armada con Jorge “Tigre” Acosta y el director de la ESMA, Rubén Jacinto Chamorro, a la cabeza llevaron a cabo el asesinato premeditado desde el momento del secuestro. Gaby fue inyectada con Pentotal, luego fingieron un desconcierto por el estado de salud de Arrostito y la llevaron al Hospital Naval donde intentaron resucitarla: otra farsa.

A 35 años de su asesinato y desaparición no se sabe que sucedió con el cuerpo de Norma.

Algunos sobrevivientes de la ESMA dicen que fue arrojada en alguno de los vuelos de la muerte, otros que su cuerpo está o fue quemado en el predio del centro clandestino de detención. Pero si sabemos que Norma fue un ejemplo y un símbolo de la militancia de su época: Gaby no se rindió y no colaboró.

Marcha. Extractado por La Haine