Aitzol Gogortza. Crónica anunciada

De nuevo nos encontramos ante algo que se podía prever. Y no somos los más listos de la plaza. La razón es sencilla. Situamos la cuestión. Aitzol Gogortza es un preso político vasco (PPV) natural de Orereta. Es el único PPV encarcelado en la prisión de Basauri. Está gravemente enfermo. Hace tiempo que su enfermedad está diagnosticada. Padece trastorno obsesivo compulsivo y debe recibir asistencia psiquiátrica especializada.

El 6 de agosto del año pasado ya realizó una huelga de hambre de 6 días exigiendo su liberación o la aplicación del artículo 100.2 que posibilita cumplir la condena en su domicilio.

Y decíamos que se podía prever porque a Aitzol no le han excarcelado y porque no dejó la huelga por propia voluntad sino por causas externas y ajenas a él. Y el 16 pasado retomó la protesta y comenzó otra huelga de hambre, que continúa al día de hoy, con iguales reivindicaciones.

En agosto del año pasado, y una vez de dar por finalizada su huelga de hambre, sus compañeros de la prisión de Huelva decidieron secundar la iniciativa y comenzaron, un compañero por semana, una huelga de hambre de 7 días de duración.
Esta iniciativa, según nos han asegurado, comunicada por un auténtico boca a boca, llegó a algunas cárceles y otros compañeros tomaron su relevo hasta llegar a los 117 días de huelga compartida e ininterrumpida. Huelga que por cierto fue silenciada por los medios de comunicación habituales. Y pese a tener información, salvo alguna mención raquíticamente puntual, también silenciada por los diarios Gara principalmente y por Berria.

Y a día de hoy Gara sigue sin decir nada sobre ésta última huelga de hambre de Aitzol. Y es especialmente grave porque en cualquier momento puede ocurrir un desenlace fatal no ya con Aitzol sino con cualquiera de la veintena pasada de presos políticos vascos (PPV) (y no vascos) gravemente enfermos/as.

No era noticiable la huelga de los 117 días y tampoco lo es ésta. No entra dentro de los parámetros de la línea editorial de Gara ni la del partido que la regenta. No están a ésta. Es evidente que están a otra y no quieren despistar a los de casa ni a sus contrarios de andanzas futuras. Para esas cosas hace falta tranquilidad. Para las cosas serias no se puede andar a la pequeña y con chiquilladas ¿no? Y no hace falta que lo juren. Su práctica es el mejor ejemplo.

Hace poco hablábamos de Ibon Iparragirre PPV gravemente enfermo y apaleado 8 veces en 3 años. Y podríamos estar hablando del resto casi a diario. Con un mínimo de información que nos hicieran llegar (que haberla la hay) sobre la situación de los PPV gravemente enfermos, estaríamos acongojados a diario. Incluso no entenderíamos la parálisis que existe con este tema tan sangrante. Igual llegaríamos a conclusiones que no queremos ni pensar. Y algún día habrá que hacerlo porque de lo contrario llegara a ser demasiado tarde.

Y no nos cansamos de decir: ¿cómo calificamos el hecho de prometer el oro y el moro con la simple iniciativa unilateral y nos olvidamos de los PPV gravemente enfermos? ¿Por qué no tomamos la decisión unilateral de traerlos a la calle? Es incierto que no se pueda sacarlos porque los gobiernos español y francés no quieren. Independientes en 9 años ¿y no podemos sacar a enfermos incurables? Honestamente nos gustaría saber quién demontre se cree eso si lo piensa vez y media. Si a muchos de los de a pie nos ocurre que al principio no entendemos, después pasa a no cuadrarnos y finalmente llegamos a la conclusión de que no estamos de acuerdo con lo que nos cuentan o con lo que nos dejan de contar ¿por qué vamos a pensar que lo que las estructuras hacen es lo más adecuado? Muchos pensamos que no es lícito dejar tirados en la cuneta a militantes que han dado lo mejor de sus vidas por la liberación nacional y social de Euskal Herria.