Miles de focos de resistencia solidaria se extienden por el mundo. Son "células durmientes" que de cuando en cuando salen a la luz para que al imperialismo no se le olvide que si se le ocurre poner las manos encima de Cuba o Venezuela, existe una coordinada red internacional de protesta.

Como es obvio, el edificio de la liberación no podemos empezar a construirlo por el tejado, sino por los cimientos. En este sentido, la manifestación del próximo 22 pretende colocar un nuevo ladrillo en la base, supone un paso más en el camino de pasar de la resistencia a la ofensiva.

El pasado 1 de abril, el sindicato libertario CNT reunió en el barrio de Vallecas, Madrid, a cerca de 3000 personas, entre militantes y simpatizantes llegados de casi todo el estado español. Para aquellos que hacen llamados a la confluencia de fuerzas contra la Reforma Laboral (RL), Rafael Corrales, secretario general de la confederación, afirma sin dudar: "en el camino de la lucha nos encontraremos".

Unas 400 personas se manifestaron el sábado 1 de abril en el barrio madrileño de Carabanchel para protestar contra el centro de internamiento "Los Rosales". Este colorido espacio cumple varias funciones: es una cárcel para inmigrantes sin papeles, una jaula para menores "con problemas de integración" y, como guinda del pastel, una pieza más en la política de dispersión de los presos políticos vascos.

La Haine, Nodo50 y Radio ELO cerraron el pasado 4 de marzo las jornadas de formación organizadas por Corriente Roja sobre el tema "Medios de comunicación y movilización de masas". Una brisa fresca recorre el campo de la contrainformación, a la vez que se va despejando el camino para la confluencia política entre medios alternativos y movimientos sociales anticapitalistas. Pasen y vean.

[Ver vídeo-crónica de 3 minutos con música, producido por La Plataforma] Estas fueron algunas declaraciones que los enfurecidos vecinos de los barrios periféricos hicieron el pasado 9 de marzo al colectivo La Plataforma al preguntarles por la problemática de los parquímetros: "Cuando un parquímetro que no se ha pedido, se quita, eso no es vandalismo, a mi juicio eso sería sabotaje y en ciertos casos el sabotaje estaría justificado"; "nos quieren oprimir a los pobres cada vez más, estos fachosos sólo quieren apretarnos".

Entre 6.000 y 10.000 personas se manifestaron el pasado 8 de marzo en Madrid tras una pancarta firmada por la Comisión feminista 8 de marzo, que exclamaba "El feminismo está en la calle". Entre ríos de banderitas de Izquierda Unida, PCE y CCOO, entre otras lindezas, rescatamos un poco de sentido común para plantear el debate sobre el feminismo en términos clasistas y anticapitalistas.

La bienintencionada bedel del rectorado de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), que recibió un panfleto informativo, al ver a los manifestantes encapuchados gritó "pero qué hacéis con la cara tapada, las causas justas se reivindican con la cabeza bien alta". Uno de los activistas le respondió, "ya señora, pero es que luego nos fichan y nos meten en la cárcel".

Concluyen jornadas de debate interno de la Coordinadora Antifascista de Madrid: "Creemos en la posibilidad de hacer real este proyecto donde puedan convivir marxistas, autónomxs, libertarixs, castellanistas... sin tener por qué hacer de la diferencia un obstáculo, una distancia insalvable."

Más de 1000 personas se manifestaron en Madrid el pasado 14 de febrero, convocados por la Coordinadora Sindical de Madrid y la Confederación General del Trabajo (CGT), contra la nueva Reforma Laboral (RL) y la Directiva Bolkestein. El apoyo que mostraron los movimientos sociales y organizaciones políticas fue notable, hasta el punto de ser amplia mayoría en cuanto a participantes en la movilización, que se duplicó -podría decirse- con relación a la cita inmediatamente anterior. La duda que a uno le surge es: ¿este avance es en parte artificial o es, en efecto, fruto del fortalecimiento de la conciencia y la organización de los trabajadores contra la RL'