Del programa de "reformas estructurales", que ponía en sus primeros lugares la Reforma Agraria ya no queda nada. Al revés, lo que existe es una contrarreforma

Las ?mejoras? del gobierno "progresista" no afectaron en nada la acumulación y reproducción capitalista. Más bien son una precondición para su continuidad y profundización

Los últimos datos oficiales son elocuentes. La recaudación del IRPF (Impuesto a la Renta de las Personas Física) proveniente de los salarios y jubilaciones, superó el 12%. O sea, continúa el despojo. A esto, el gobierno le llama una redistribución ?equitativa? del ingreso

Una estrategia de izquierda revolucionaria debe apuntar, incluso en las condiciones más adversas, a construir vías y acciones para alterar la relación de fuerzas entre las clases antagónicas, porque se trata de inclinar la balanza a favor de los trabajadores

Contrastes progresistas: Banqueros celebran, pobres reclaman... El piquete sustituye para los sectores "excluidos" el papel de la huelga. Es una forma de parar la producción desde el lugar del desempleado

La instalación de un gobierno progresista, no garantiza por si mismo, una perspectiva de desarrollo de las luchas sociales y trasformadoras. Por el contrario, la victoria electoral puede conducir a una derrota estratégica de la izquierda -como ha ocurrido en el Brasil de Lula- si no existe una alternativa revolucionaria organizada, movilizada, y en sintonía con las reivindicaciones y necesidades populares