20 años del encarcelamiento del Camarada Arenas

“Que si mereció la pena, me preguntas,

Y yo no sé qué responder porque

no estoy penando…” Poema del Camarada Arenas.

Manuel Pérez Martínez “Camarada Arenas”, nació el 1 de noviembre de 1944 en el seno de una familia obrera en Melilla. A los pocos años de nacer Manuel su familia se trasladó al Pozo del Tío Raimundo, en el madrileño barrio de Vallekas. Aún sin haber cumplido los 12 años, Manuel tuvo que abandonar la escuela para iniciarse en el mundo laboral como aprendiz de escayolista con el fin de poder ayudar a sus padres y sus 12 hermanos a salir adelante. Desde muy joven, Arenas tomó consciencia de la desigualdad y la injusticia que le rodea a él, a su familia, a sus vecinos. Todo ello le impulsó a involucrarse en diversas luchas obreras donde comenzó a despuntar como organizador. Así mismo, se inició a muy temprana edad en el estudio de los clásicos del marxismo-leninismo , a pesar de haber tenido que dejar la escuela sin apenas leer ni escribir.

Muy pronto, el joven Manuel pudo ver que los márgenes del sindicalismo conciliador a que pretendían conducir las luchas obreras los acólitos del Partido de Carrillo solo conducirían a los trabajadores al abismo. Era necesario organizarse al margen de las costuras que imponía el Estado y sus cómplices carrillistas.

Allá donde pasaba, Arenas creaba organización: en su barrio, creó las Juventudes Comunistas que, desde su pequeña trinchera iniciaron la cruzada contra la traición de los carrillistas. Hasta en el barco donde hacía la mili consiguió crear un pequeño círculo comunista.

Cuando a finales de los años 70 ingresa en la Organización de Marxistas-Leninista de España, Manuel despliega todo su potencial revolucionario y pasará a convertirse en el dirigente más destacado de esta organización que se encomendó la tarea de reconstituir de Partido Comunista en España, ante la consumación de la traición de Carrillo y el PCE. Así, a los pocos años se constituye el Partido Comunista de España (Reconstituido), del que Manuel Pérez Martínez, o como le conocían sus camaradas, Pedro, Arenas o Camarada Arenas, sería Secretario General.

Desde su nacimiento, el PCE(r), así como sus integrantes, especialmente su dirección, han sido ferozmente perseguidos y criminalizados por el Estado. Todo ello por haberse mantenido firmes en sus principios y no haber tragado con la Transición y la Reforma Política del Régimen. Estar en el punto de mira para el Estado les ha supuesto cientos de años de prisión, torturas, exilio y asesinatos.

Arenas ingresó en prisión en 1977, junto con el Comité Central del Partido. A pesar de ello, nunca dejó su actividad política, ni siquiera en prisión donde formó junto con otros camaradas la Comuna Carlos Marx, que se encargaba de elaborar materiales artísticos, propagandísticos, etc. , y que, en definitiva, ayudaba a los presos políticos a seguir organizando y aportando a la lucha aún desde dentro de la prisión.

En 1984 recupera la libertad y se incorpora de nuevo a la actividad política como Secretario General del PCE (r), empujado a la clandestinidad una y otra vez por la incesante persecución del Estado.

Su última detención fue el 9 de noviembre del 2000, mientras se encontraba en la clandestinidad en París, junto a otros camaradas. Bajo el manto de la Ley de Partidos, que había convertido al PCE(r) en una organización ilegal, vinculándola a los GRAPO. Así, con una pirueta jurídica juzgaron y condenaron a Arenas como responsable de las acción de los GRAPO por omisión.

En una carta en 2001, desde la prisión en Francia escribiría “me siento culpable del delito de ser comunista desde los 14 años y de haber combatido desde entonces, junto a mis camaradas, el orden injusto de la burguesía. Quiero que conste igualmente que no tengo ni la más remota intención de renunciar a mi condición de militante comunista y, menos aún, como se podrá comprender, de arrepentirme de haber combatido consecuentemente durante 40 años a un régimen tan tiránico como el que continúa dominando en España y que, consiguientemente, mientras me queden fuerzas y en la medida que me lo permitan las circunstancias en las que me encuentre, voy a continuar esa lucha contra los más feroces enemigos de mi clase y de la humanidad entera. No ha de quedar ni sombra de duda, ninguna ambigüedad de esa culpabilidad que he contraído y de la que me siento muy orgulloso.”

Manuel Pérez Martínez ha consagrado su vida entera a la lucha por el socialismo y la conquista de los derechos y libertades democráticas. Por eso ha sido ferozmente perseguido durante toda su trayectoria, viéndose obligado a realizar su trabajo político en la clandestinidad. A pesar de su edad y su delicado estado de salud, el Estado persiste en mantenerlo en prisión aún sin pruebas; aislándolo, silenciándolo e intentando impedir que siga aportando a la lucha. El 9 de noviembre hará 20 años desde que fue nuevamente encarcelado, siendo el único secretario general de un partido comunista preso en Europa desde que los nazis encarcelaron a Dimitrov. A sus 76 años de edad y con graves problemas de salud, el Estado español lo mantiene secuestrado, con una condena a cadena perpetua encubierta por medio de continuos montajes; el último en 2010, donde sería condenado nuevamente a 12 años de prisión.

Le quieren preso de por vida porque el Estado teme a este revolucionario en libertad. Pero a pesar de los intentos del Estado no han conseguido impedir que tanto sus aportes artísticos (dibujos, poemas y relatos) como trabajos teóricos, sigan aportando al movimiento obrero, tanto en las fronteras del Estado español como fuera.