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Andalucía :: 10/12/2018

Andalucía 2D: Vox siempre estuvo aquí

Carlos Rios
Desde el pasado 2 de diciembre, sabemos que entrará organizado y encuadrado en Vox en las instituciones. Aunque siempre estuvo aquí.

En estos días compañeras de otras naciones del Estado me han preguntado a propósito de los resultados de las elecciones andaluzas del 2D y de la aparición de Vox. Es el tema de muchas las conversaciones y ha motivado diversas movilizaciones, fundamentalmente de la juventud andaluza alarmada ante la irrupción salvaje del neofascismo en las instituciones. Esta realidad hace tiempo que existe aquí y creo que ha sido la situación dependiente y subordinada de Andalucía, su posición en la división internacional del trabajo, la opresión nacional de nuestro país, la que la ha ido generando. La novedad (muy a tener en cuenta) es que ahora se ha vertebrado en una opción política concreta, mientras antes se ocultaba entre las líneas del PP, de C’s y del PSOE.

 Los 40 años de Estatuto y gobiernos del PSOE -con la colaboración de los partidos que han cohabitado y cogobernado con él: C’s, IU y PA- han generado tal grado de alienación y desmovilización de la clase trabajadora andaluza que la ultraderecha organizada en Vox irrumpe en el Parlamento, con nada más y nada menos que 12 escaños.

En estas líneas voy a esbozar algunas razones que, a mi juicio, explican cómo décadas de una Andalucía dependiente, empobrecida y alienada han hecho “aparecer” a esas 400000 andaluzas que han votado a Vox. Hay razones más superficiales, como el hartazgo por los gobiernos del PSOE o la proyección mediática de las migraciones de este verano en el Estrecho. Pero hay otras mucho más profundas que casi siempre se están quedando fuera de los análisis.

 1.- La especialización de Andalucía en producción de frutas y hortalizas

El sector agrario andaluz se ha especializado en las últimas décadas en la producción de frutas, hortalizas y en el olivar y sus productos. Estas han pasado de ocupar el 42,2% de la producción agraria andaluza en 1990 al 75,8% en 2010i. Tal especialización responde a las necesidades de los mercados europeos y está fuertemente concentrada en algunos espacios. En el caso de las frutas y hortalizas en el Poniente almeriense y en zonas adyacentes (Levante almeriense y costa de Granada).

Es en la provincia de Almería donde la ultraderecha ha sacado mejores resultados con diferencia: un 16,78. El voto de Vox expresa el deseo de la patronal agraria andaluza de un modelo de relaciones laborales basado en las contrataciones en origen de trabajadores inmigrantes. Un modelo que ya está aplicando el PSOE, con el beneplácito y las subvenciones de España y la UE, en otros lugares de Andalucía, como veremos más adelante.

La secuencia que explica el voto a Vox es la siguiente:

a) Las trabajadoras andaluzas de origen inmigrante son cientos de miles en Andalucía y se distribuyen sobre todo en la provincia de Almería y la costa de Granada.

b) Desempeñan los trabajos más penosos, peor pagados y con peor convenio laboral, relacionados con los cultivos bajo plástico.

c) Son empleadas en los invernaderos que producen frutas y hortalizas, fundamentalmente, fruto de la especialización productiva creciente de la agricultura andaluza promovida por el Estado español, la UE y las oligarquías.

d) Los rendimientos económicos de los cultivos bajo plástico por hectárea -como señala el economista Delgado Cabezaii– no han crecido en lo que llevamos de siglo XXI, a pesar del aumento constante de la producción agraria por hectárea.

e) La forma de aumentar la rentabilidad de las explotaciones agrarias es presionar a la baja sobre los salarios de las trabajadoras (el correspondiente al capital variable de la masa de capital invertido).

Esta secuencia explica el enorme peso de Vox en la circunscripción de Almería. El Ejido ha sido mayoritariamente votante de Vox (el 29,5% del total), en Níjar ha sido segunda fuerza tras el PSOE (por tan sólo 54 votos) y en el municipio granadino con mayor densidad de cultivos bajo plástico (Albuñol) ha sido donde más votos ha conseguido la formación ultra en la provincia de Granada llegando a ser tercera fuerza tras PSOE y PP. Entrevistado el responsable local de Vox en el municipio granadino decíaiii: “Lo que defendemos es que la inmigración esté regulada, que si vienen 8 o 10 meses a trabajar, después puedan volver a su país porque cuando se les acaba el empleo… no tienen nada que hacer aquí”.

El arquitecto Carlos Balaguer hacíaiv un estudio sobre el voto de Vox en El Ejido, determinando que no ha sido en los barrios más humildes o con mayor inmigración donde se ha votado a Vox, sino que ha sido en las zonas donde residen las profesionales liberales y la pequeña y mediana burguesía en las que el voto de Vox ha sido hegemónico. Una vez más ha sido un voto de clase contra los derechos de las trabajadoras de los invernaderos.

Lo que se está produciendo en las zonas de cultivos forzados es una presión sobre la clase trabajadora andaluza de origen inmigrante para disciplinarlos, para reducir salarios y derechos. Por eso el modelo que reclaman los votantes de Vox (que son representates de la pequeña y mediana burguesía y ven cómo bajan irremediablemente sus tasas de ganancia) no es, ni más ni menos, que la contrataciones en origen. Las contrataciones en origen facilitan una mano de obra más barata. Las trabajadoras que se contratan en origen son más vulnerables a las presiones patronales porque en cualquier momento pueden ser devueltas a sus países, pueden ser coaccionadas con la amenaza de “el año que viene no te llamaremos” y tienen una mayor inadaptación lingüística.

 2.- El neoliberalismo del PSOE y sus aliados políticos (C’s, IU, PA)

El PSOE ha sido el único partido en Andalucía que tras el franquismo podía aplicar -liberado del lastre político franquista que poseía Alianza Popular- las medidas neoliberales que la oligarquía necesitaba, vendiéndose como una izquierda “sensata”. Lo ha explicado muy bien el periodista Raúl Solís en un artículo recientev: “están las cifras de exclusión social, insoportables en barrios y pueblos de Andalucía donde la gente sobrevive rifando boletos por la calle o vendiendo espárragos o tagarninas. O las subvenciones públicas a la huida de la gran industria para evitar una contestación social, renunciando así a la defensa del modelo productivo (…) Si a todo esto le añadimos que la Junta de Andalucía ha introducido en la contratación pública a multinacionales, como la de Florentino Pérez, que pagan 4 y 5 euros la hora a las auxiliares de ayuda a domicilio de la Ley de la Dependencia, a monitoras de integración social, a limpiadoras y a cocineras de la escuela pública, que han creado un reguero de exclusión social financiado con dinero público, que ha hecho ricas a las empresas y pobres a sus trabajadoras, tenemos a un partido conservador, reaccionario y económicamente implacable con la gente sencilla”.

No hace falta añadir mucho más.

 3.- El chovinismo españolista del PSOE

El PSOE y Susana Díaz, con sus compañeros de viaje, han ensalzado y fomentado a la ultraderecha y al españolismo desde hace años. Sus llamadas a la unidad política del Estado han sido constantes. Digo unidad política porque les ha importado bien poco la fractura, social, económica, de producción industrial o renta per cápita en el Estado. Una fractura en la que Andalucía estaba siempre del lado más desfavorecido. Han repetido una y mil veces que Andalucía sería “garante de la unidad de España”, mientras su gobiernillo autonómico permanecía absolutamente impasible a las necesidades básicas del Pueblo Trabajador Andaluz.

Muestras de chovinismo españolista ha habido muchas, pero es muy significativa la del pasado 28F. Como todos los años, se entregan medallas a los hijos predilectos de Andalucía. Pues bien, este año se ha entregado una a la historiadora ultra Elvira Roca Barea. Elvira Roca -una propagandista de las bondades del imperio castellano y la conquista de Andalucía, muy en línea con el relato histórico de Vox- dice cosas como que “la verdad es que los imperios han sido procesos muy beneficiosos en general para la Historia de la humanidad”vi, que “el feminismo es una religión política”vii o a, propósito de Catalunya, que “lo que sucede en Cataluña es un fenómeno feudal: una rebelión de oligarcas”viii. No es algo limitado al PSOE en Andalucía, sino que sus libros son también recomendados por otro ultra como Josep Borrell (sí, actual ministro de exteriores del PSOE).

Las relaciones de la extrema derecha con el PSOE son tales que Felipe González ha afirmado que no hay que “preocuparse tanto por Vox”ix. Para el PSOE en Andalucía la extrema derecha es algo muy muy familiar y el españolismo el eje sobre el que construye sus políticas mientras a su izquierda se practica un españolismo vergonzante plasmado en la actitud de Podemos/IU ante la represión en Catalunya. En este caldo de cultivo se han criado los votantes de Vox.

Este discurso chovinista español ha calado en las clases acomodadas (profesionales liberales, clase trabajadora de rentas medias-altas y pequeña burguesía). Al caso ya referido más arriba de la pequeña y mediana burguesía agraria podemos añadir un análisis del área metropolitana de Granada. El municipio con la renta per cápita más bajax es Fuente Vaqueros, con 14779 €. Pues bien, en los distritos de este municipio la fuerza más votada es el PSOE, mientras Vox es la quinta fuerza. Sin embargo, el único distrito donde Vox es primera fuerza está en Monachil. Un distrito especialmente rico, mayoritariamente conformado por casas residenciales con jardín y piscina en un municipio cuya renta per cápitaxi es de 22615 € (la séptima más alta del área metropolitana).

 4.- La aspiración de Vox al modelo social promovido por PSOE en Huelva: las contrataciones en origen

El sistema que reivindica Vox para los cultivos bajo plástico en Almería y Granada no es una utopía para la patronal. Es el que han promocionado y defendido el Partido Popular, PSOE y sus acompañantes políticos en la Junta en las comarcas onubenses donde se cultiva la fresa. También lo ha subvencionado el Estado español y la Unión Europea como forma de garantizar la rentabilidad de las explotaciones agrarias. No es por casualidad que, si echamos un vistazo al mapa de municipios donde más se ha votado a Vox en Huelva, estos se sitúen en el arco costero, donde el cultivo de la fresa y los frutos rojos es predominante.

Dos investigadoras de la Universidad de Aix-Marseillexii describen este modelo de relaciones laborales al que aspira la patronal agraria de los invernaderos muy gráficamente:

“A pesar de que el acuerdo para el contingente indica que se debe garantizar una actividad continua fijada en Huelva en un mínimo de 18 jornadas al mes, se trata de una norma poco respetada en el sector. Esta situación permite disponer de una reserva de trabajadoras en las fincas que garantiza la fuerza de trabajo para los picos de producción, en contra de lo que les convendría para aprovechar al máximo su estancia.

El permiso de residencia de estas trabajadoras está condicionado a la vigencia del contrato laboral con el que accedieron al Estado español y la renovación de la temporada siguiente depende exclusivamente de la voluntad de la persona o empresa empleadora. Ello instituye una dependencia absoluta de las trabajadoras ante el empresariado, colocándolas en una situación de gran vulnerabilidad.

…las trabajadoras poseen una capacidad muy limitada para negociar sus condiciones de trabajo o reivindicar la correcta aplicación del convenio colectivo. Así, se ven obligadas a aceptar jornadas de trabajo más largas o más cortas que las seis horas y media reglamentarias y a adaptarse a los intensos ritmos impuestos por los capataces. Asimismo, la falta de separación entre los lugares de residencia y los de trabajo hace que se controle el tiempo libre de las jornaleras, por ejemplo, limitando sus salidas nocturnas a fin de garantizar su productividad o reteniendo los pasaportes para que no abandonen el programa”.

Todo esto ocurre mientras Andalucía sufre unas tasas de paro estructural que doblan o triplican las de otras naciones del Estado o de la UE. Mientras la burguesía votante de Vox mantiene en Huelva sus tasas de ganancia con las contrataciones en origen, en las comarcas próximas la clase trabajadora andaluza sobrevive con trabajos improvisados y el Subsidio Agrario. Es el modelo al que aspira la patronal votante de Vox en Almería o Granada. Y todo ello facilitado y promovido por las subvenciones del Estado español y la UE, que garantizan así la paz social a costa de una fascistización del Pueblo Trabajador Andaluz, del florecimiento del racismo y de una dependencia extrema de la economía andaluza de los mercados internacionales.

 5.- La tolerancia del PSOE con la extrema derecha

En febrero de 2017, desde Nación Andaluza denunciábamos -en el marco de la campaña contra la privatización del Metropolitano de Granadaxiii– la contratación de una empresa vinculada a la extrema derecha. El PSOE le concedió una adjudicación a la empresa Levantina de Seguridad SL de 70680 de euros para la vigilancia del edificio de talleres y cocheras del Metro de Granada. La denuncia la hacíamos pública en unos momentos en los que Hogar Social Granada se hacía visible en la ciudad. Justo unos años antes, el PSOE le había regalado a una empresa de la extrema derecha un jugoso contrato.

Levantina de Seguridad SL es conocida, primero, porque su copropietario es José Luis Roberto, presidente de España 2000. Segundo, porque Levantina de Seguridad cuenta entre sus vigilantes con multitud de miembros que forman o han formado parte del partido de extrema derecha España 2000.

Tampoco hubo ningún movimiento por parte del PSOE cuando en la ciudad nazarí abrió sus puertas la sede de Hogar Social Granada, a principios de 2017.

 6.- El relato histórico del PSOE que celebra la conquista de Andalucía es el mismo que el de Vox

Han sido muchas las alusiones de Vox a la “Reconquista”, a que ellos detestan a Blas Infante (asesinado por sus inmediatos progenitores políticos en agosto de 1936) y quieren “la Andalucía de Fernando III”. Es decir, la Andalucía conquistada por la nobleza castellana, del latifundio y los terratenientes.

Aquí Vox concide también con el PSOE, que insiste cada año en la celebración de la conquista de la ciudad de Granada (y de otras ciudades andaluzas como Almería, Jerez, Baza, Marbella…). Vox y PSOE comparten las tesis históricas sobre la conquista de Andalucía. No es por casualidad que desde hace décadas la extrema derecha racista y españolista haya convertido el 2 de enero -día de la Toma de Granada, que ha sido celebrada indistintamente por alcaldes del PSOE y del PP- en una de sus fechas emblemáticas. Organizaciones como S.O.S. Racismo o el Movimiento contra la Intolerancia han advertido en sus informes del estímulo a las posturas xenófobas que supone esta celebración. Incluso, en 2012, un periodista fue agredido por militantes de la extrema derecha tras el desfile y los actos de la Toma. Su agresor no fue identificado, pero el periodista escuchó que le gritaba mientras le agredía por ser de la SER. El Ayuntamiento actual (PSOE-C’s) continúa como los precedentes en su actitud de no darse por enterado.

La conquista de Al Ándalus -y en concreto del reino de Granada- por la Corona de Castilla supuso la eliminación progresiva de las instituciones propias, la homogeneización cultural, el expolio económico de las clases populares, la desaparición progresiva de una sociedad como la granadina, basada en el empleo intensivo de los medios de producción… El cultivo de la seda desapareció, sometido a un impuesto específico para la seda granadina. La confiscación de tierras y propiedades de los andalusíes para entregárselas a la Corona, a la nobleza o a la Iglesia supuso la subexplotación de estas. La conquista de Al Ándalus, culminada con la entrega de Granada, favoreció la conformación de grandes superficies agrarias entregadas a la nobleza. Esas grandes propiedades han sido uno de los elementos que desde entonces han determinado la formación de una burguesía terrateniente en Andalucía, heredera sanguínea y sentimental de la nobleza conquistadora castellana.

Celebrar la “Toma” de Granada significa celebrar la gran propiedad y la existencia de los terratenientes en Andalucía. Algo en lo que Vox y el PSOE están de acuerdo porque ambos tienen un modelo de Estado común: España.

 7.- La complicidad con la iglesia del PSOE, en línea con el nacionalcatolicismo de Vox

Más de 30 años ha tardado la Junta en abordar la exhumación de los restos del general golpista Gonzalo Queipo de Llano que reposan en la basílica de la Macarena, en Sevilla. Este verano, Susana Díaz hacía algunas declaraciones sobre la posible exhumación, arrastrada por el anuncio de la exhumación de los restos de Franco del valle de los Caídos. Sin embargo, la complicidad del PSOE con la Iglesia y el nacional-catolicismo es muy amplia en Andalucía.

Lo más llamativo es la pasividad del PSOE ante la inmatriculación de la Mezquita de Córdoba por parte de la Iglesia, así como la privatización que supone que las autoridades eclesiásticas gestionen y cobren por entrar al monumento. El pasado mes de septiembre el consejero de Cultura Miguel Ángel Vázquez reconocía que la Mezquita debía ser “gestionada por la Iglesia” regalando a las instituciones vaticanas millones de euros anuales en concepto de venta de entradas y productos asociados a la Mezquita. Pero son abundantes las subvenciones a cofradías y entidades religiosas, la participación de autoridades en el ejercicio de sus funciones en actos religiosos, la ampliación de conciertos educativos con instituciones católicas… En línea con la idea de Vox de una sociedad regida por los principios de la Iglesia católica y con un papel predominante de esta en la vida de las andaluzas.

 Por estas siete razones la Andalucía autonómica, dependiente, subalterna y alienada que durante estas cuatro décadas ha sufrido el marco estatutario y constitucional actual ha generado el monstruo del fascismo que, desde el pasado 2 de diciembre, sabemos que entrará organizado y encuadrado en Vox en las instituciones. Aunque siempre estuvo aquí.

Carlos Ríos.

Granada, 9 de diciembre de 2018

Notas:

iVV.AA. “Andalucía. Identidades culturales y dinámicas sociales” Aconcagua, Sevilla, 2012.

iiVV.AA. “Andalucía. Identidades culturales y dinámicas sociales” Aconcagua, Sevilla, 2012.

iii https://www.ideal.es/granada/costa/pueblo-granadino-crece-20181204182052-nt.html

iv https://twitter.com/carlosbalaguer/status/1069935912199573504

vhttps://www.lavozdelsur.es/no-es-vox-es-el-psoe-andaluz/

vihttps://www.uma.es/foroparalapazenelmediterraneo/?p=12570

viihttps://www.elmundo.es/papel/historias/2018/05/21/5b0194e8e5fdeaef738b45ea.html

viiihttps://www.uma.es/foroparalapazenelmediterraneo/?p=12570

ixhttps://www.heraldo.es/noticias/nacional/2018/12/04/felipe-gonzalez-pide-no-preocuparse-tanto-por-auge-vox-1281190-305.html

xhttps://www.ahoragranada.com/noticias/los-15-pueblos-mas-ricos-de-granada-se-encuentran-el-area-metropolitana/

xihttps://www.ahoragranada.com/noticias/los-15-pueblos-mas-ricos-de-granada-se-encuentran-el-area-metropolitana/

xiihttps://www.soberaniaalimentaria.info/numeros-publicados/61-numero-30/480-las-jornaleras-de-la-fresa-en-andalucia-y-marruecos#nota01

xiiihttp://laotraandalucia.org/?p=9962

 

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