Asesino de los abogados de Atocha: Unos meses en prisión y a la calle

 La "Fundación Abogados de Atocha" ha emprendido una batalla legal para evitar que Carlos García Juliá, uno de los pistoleros de la ultraderecha que asaltaron un despacho de abogados laboralistas en la calle de Atocha de Madrid, asesinando a cinco de sus integrantes, pueda ser excarcelado y puesto en libertad a través de una decisión judicial.

 En efecto, Carlos García Juliá fue procesado y condenado en 1980 a 193 años de prisión. Sin embargo, en 1991, este asesino, gracias a un insólito permiso judicial, pudo fugarse al extranjero y no regresar a España, dejando de cumplir los más de 10 años de pena que le correspondía.

 Durante todo este tiempo, García Juliá ha vivido en Latinoamérica, dedicado a una actividad tan ejemplar como el narcotráfico. Igualmente, aprovechando el entrenamiento militar que había recibido en grupos afines a la organización piñarista "Fuerza Nueva", Carlos García mantuvo estrechos vínculos con grupos paramilitares de la extrema derecha latinoamericana. No obstante, el pasado mes de febrero pudo ser finalmente extraditado a España, e ingresado en prisión para que terminara de cumplir los años de condena que le restaban.

 La "Fundación Abogados de Atocha" se ha personado ahora ante la Audiencia Nacional solicitando la impugnación de la liquidación de la condena pues, como era previsible, la Fiscalía de esa jurisdiccion, sucesora del antiguo Tribunal de Orden Público franquista, a tan solo unos pocos meses de ser extraditado, ha aceptado revisar la excarcelación de Carlos García Juliá, que podría estar en la calle antes del próximo 19 de noviembre.

 "MUNDO OBRERO": TRAGAMOS CON LA TRANSICIÓN, PARA QUE AHORA NOS HAGAN ESTO

 El digital "Mundo Obrero", órgano de expresión del PCE, comentó la posible excarcelación de Garcia Juliá con una deplorable pero también ilustrativa nota que explica, por sí misma, las concatenadas derrotas políticas que esa organización ha venido sufriendo a lo largo de las cuatro últimas décadas de su historia.

  "Mundo Obrero", que hoy dirige el periodista José Manuel Martín Medem, en lugar de hacer una valoración autocrítica de los errores y renuncias durante la llamada transición politica, se descolgó con una nota en la que el periódico recuerda lacrimógenamente la larga lista servicios prestados por la dirección del PCE al actual establishment político y económico. El mendicante párrafo de Mundo Obrero decía lo que sigue:

  "Perdimos la guerra y nos abandonaron en las cunetas, nos torturaron y fusilaron. Tragamos con la Transición en aras del bien común y nos dejaron en una terrible soledad llorando ausencias. Y hoy, tras más de 40 años, pretenden continuar negándonos la justicia que nos pertenece por derecho, por humanidad, por historia inconclusa, por la maldita reconciliación que tanto nos reclaman cuando son ellos los que no la quieren".

 Y es que posiblemente ocurra que la reportera de "Mundo Obrero", Micaela Gil, autora del artículo, ignore que resulta ya hasta cansino el gran número de veces que la historia nos recuerda que Roma no suele pagar nunca a los traidores que estuvieron a su servicio.