Contra Bolonia nos sobran los motivos. Evaluación continua y clases presenciales [5]

La evaluación continua y las clases presenciales son, sin duda alguna, uno de los pilares fundamentales que Bolonia alardea a los cuatro vientos como una de sus mayores logros y conquistas y l@s estudiantes vemos como uno de los mayores peligros de precariedad colegial.

Actualmente, las clases se basaban en el trabajo personal del alumno a lo largo del curso plasmado en el examen final y en trabajos previos. Bolonia exige la presencia física del alumnado constantemente en el aula y diariamente, que es controlado bien por listas de firmas, bien por actividades diarias de imprescindible asistencia, que cuentan de forma indudable en la nota final de la materia.

¿Cómo si fuéramos niñ@s pequeñ@s? En realidad no es exactamente así.

El objetivo es cribar aún más desde dentro la universidad, seleccionando a aquell@s que tienen más recursos para quedarse diariamente en clase.

Para ver mas claramente este asunto, se entiende que no sólo está el caso de pagar los másters para una formación plena, si no que no tod@s van a poder acceder casi ni al grado base, por muy bajo en precio que se suponga. La razón va a ser la falta de tiempo, que ya se esta viendo en carreras piloto en Madrid como Historia.

De esta forma, se espera por parte de las autoridades académicas un valor estimado de trabajo personal de unas 40 horas semanales de estudio, y esto durante 40 semanas, lo que hacen unas 1600 horas de trabajo personal en casa y clase a lo largo del semestre (que por cierto, estaremos pagando créditos por matricularnos en horas de trabajo que realizaremos en nuestro hogar, esto es, a parte de pagar la calefacción, la luz, etc mientras estudiamos en nuestras casas, pagaremos a la universidad por nada). Cualquiera con dos dedos de frente y una calculadora a mano se da cuenta que esto es imposible a menos que tengas una dedicación plena y absoluta al estudio mañana y tarde. Por ello, automáticamente se hace una criba y se saca fuera de la universidad a los alumn@s con dificultades económicas que se vean obligad@s a trabajar mañanas o tardes para pagarse sus estudios u otros gastos. Así pues, parte del alumnado no podrá acceder al grado por falta de tiempo y dinero, ni al postrado por falta de lo segundo, de forma que la gente que pueda acceder a ambos ciclos será una minoría selectiva que, a fin de cuentas, será quien se haga con los mejores puestos y sueldos, la clase dirigente del mañana. Además, ya se sabe que en el caso de algunas carreras, como Económicas o Derecho, las prácticas en las empresas durante el periodo base de formación, NO serán remuneradas, con lo cual estaremos regalando tiempo y dinero a las empresas ya desde la universidad, lo cual supone una escandalosa situación de total dependencia y servilismo a las entidades no académicas. Como vemos, falta de tiempo e incompatibilidad de la clase obrera con el estudio diario y continuo… las mejores armas del capital universitario.