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Pensamiento :: 29/07/2008

El mito de la auto-justificación

George Monbiot
A la gente le encantan las películas como El Gran Timo del Cambio Climático, porque nos dicen lo que queremos creer

A sólo una de las partes involucradas parece que no le importa la controversia creada por El Gran Timo del Cambio Climático. Es la compañía que lo ha emitido: Channel 4.(*) De hecho parece estar orgulloso del revuelo, y sospecho que el veredicto condenatorio de Ofcom [autoridad regulatoria de las telecomunicaciones en Inglaterra] no va a provocar que sus ejecutivos pierdan el sueño. El Canal presume que el programa generó una respuesta enorme, y que los comentarios favorables fueron de una proporción de 6 a 1 contra los comentarios hostiles. (1)

Aunque el programa tuvo 90 minutos de sinsentidos (2), creo que eso es muy fácil de creer. Enfrentados con las aplastantes realidades del cambio climático, la gente se agarra a cualquier tabla de salvación. Queremos que alguien nos diga que todo se va arreglar, que podemos seguir disfrutando este maravilloso festín de combustibles fósiles sin sufrir efectos adversos.

En cualquier otro asunto importante, las clases profesionales parecen estar mejor informadas que el resto de la población. En lo referente al calentamiento global parece ser al revés. Las únicas personas que he conocido durante los últimos años que no tienen ni la más remota idea sobre qué es el cambio climático inducido por el hombre o qué lo está provocando son los graduados universitarios.

Por ejemplo, no hace mucho, tuve que explicar al portavoz del ministerio de transporte lo que era el dióxido de carbono. Hace unas semanas el escritor Mark Lynas descubrió una revelación "contra-intuitiva" enterrada en la letra pequeña de un impreso de una encuesta de [la encuestadora] ICM. El número de personas en las clases sociales D y E que pensaban que el gobierno debería priorizar el medio ambiente sobre la economía era más alto (56%) que la proporción en las clases sociales A y B (47%) (3). Es contra-intuitivo sólo porque una industria de la negación, enorme y con muchos fondos, ha pasado años persuadiéndonos que el medio ambiente es un capricho de las clases medias. Las clases A y B son la principal audiencia de Channel 4.

De esta distribución deduzco que el problema no es que la gente no esté oyendo hablar sobre el cambio climático, si no que no quiere saber sobre ello. Las clases profesionales son las que más libertad tienen que perder y menos que ganar en el intento de reducirlo. Los mayores responsables de la contaminación de carbono son -aislados por su dinero- los que menos posibilidades tienen de sufrir los efectos. En el Reino Unido hablamos sobre las tecnologías de adaptación que nos protegerán de la catástrofe. Pero en la zona del Sahel, como he visto durante una devastadora sequía relacionada con el clima, una tecnología de adaptación efectiva ya se esta utilizando. Se llama AK47.

La pasada noche asistí a un preestreno de una película fascinante de Franny Armstrong, The Age of Stupid [La era de los estúpidos], que trata sobre la vida de seis personas -desde el jefe de una aerolínea india a una pescadora en el Delta del Níger- cogidos por el cambio climático. El mensaje, nunca dicho pero siempre emergente, es que todos tenemos un mito para justificarnos. Nos contamos una historia de nuestras vidas en la que siempre aparecemos como héroes. Esos mitos obvian la necesidad de implicarnos con el cambio climático.

La historia más poderosa de todas, narrada eternamente por las manos alquiladas de la industria de los combustibles fósiles, igual que antaño fue contada por los esclavistas del azúcar, es que somos importantes e insignificantes al mismo tiempo. Somos muy importantes para que se nos niegue cualquiera de las delicias que deseamos, pero demasiado insignificantes para ejercer el menor impacto en los procesos planetarios. Llenamos todo el cuadro de la historia cuando nos conviene y nos encogemos hasta un simple punto cuando esa escala es más conveniente. Somos capaces de ocupar ambos lugares al mismo tiempo.

No es solo porque El Gran Timo del Cambio Climático vaya en contra de todo el conocimiento científico sobre el tema por lo que me he molestado en contestarlo. También es porque es concordante con la completa concepción del autoengaño humano. Queremos que nos desorienten, lo deseamos, y doblegaremos nuestras mentes de cualquier forma que sea necesaria para no enfrentarnos a nuestras duras verdades.


* En España fue emitido por Telemadrid
Nota de La Haine: El Canal 4 inglés siguió una trayectoria similar a la del periódico El País: creado en 1982 con dinero laborista, tuvo inicialmente una imagen y unos colaboradores de aire intelectual e izquierdista, y algunos de hecho lo eran. Fue una de las maniobras para intentar quitarse de encima a la Thatcher, como la del cartel de los 3 millones de parados frente al parlamento o el apoyo al ANC sudafricano. Por lo que una vez conseguido el objetivo, el canal pasó a ser una especie de canal Plus español: mucha "cultura", mucho arte y políticamente socialdemócrata o en algunos temas de derechas directamente.

Referencias:

1. Owen Gibson, 19th July 2008. Channel 4 to be censured over controversial climate film. The Guardian.

2. See the article accompanying this one, at http://www.monbiot.com/archives/2008/07/21/distortions-falsehoods-fabrications/

3. Mark Lynas, 2nd July 2008. Climate change is no longer just a middle-class issue. The Guardian.

http://www.monbiot.com/archives/2008/07/21/the-self-justifying-myth/. The Guardian. Traducido por Félix Nieto para Globalízate.org. Revisado por La Haine

 

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