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Pensamiento :: 09/07/2006

Empresas de trabajo temporal: Traficantes de esclavos modernos

Esteban Mercatante y Juan González
PepsiCo, lejos de crear nuevos puestos de trabajo permanentes, mantiene una permanente rotación de alrededor del 50 por ciento de su personal

Si uno mira atentamente los clasificados de Clarín [mayor diario de Argentina], notará que todos los domingos se repite un aviso pidiendo "100 operarios para importante fábrica alimenticia". Algún incauto podría pensar que es la famosa creación de puestos de trabajo generada por la política económica del gobierno Kirchner. Pero esto no es así. La fábrica alimenticia es PepsiCo, que lejos de crear nuevos puestos de trabajo permanentes, mantiene una permanente rotación de alrededor del 50 por ciento de su personal.

Cientos de jóvenes (para la mayoría es su primer trabajo) son contratados en condiciones precarias y después de algunos meses en la planta, son arrojados a la calle, para empezar nuevamente la búsqueda de un empleo del mismo tipo. Son los famosos trabajadores "de agencia", como los llaman sus compañeros efectivos, y aparte de ganar menos (no cobran tickets ni premios), la patronal intenta usarlos para aumentar los ritmos de producción y flexibilizar las condiciones de trabajo de los permanentes.

Pero quien publica el aviso no es PepsiCo, sino una agencia de empleo, que puede ser Sistemas Temporarios o Manpower.

Hace ya tiempo, Marx definió que los obreros, que no poseen "más que su fuerza de trabajo, sus brazos laboriosos y sus cerebros"(1) , están obligados a buscar permanentemente un capitalista que los explote. Y aunque décadas atrás, la clase obrera de distintos países logró arrancar leyes que le garantizaban al menos la estabilidad en el empleo, esto se perdió tras la ofensiva neoliberal de los ochenta y noventa y su secuela de alto desempleo y precarización laboral.

Sobre esta nueva situación estructural de la clase obrera se desarrollaron las grandes agencias de empleo y "recursos humanos", como una verdadera rama de la economía cuya "producción" consiste en abastecer el mercado con la mercancía fuerza de trabajo. Estas empresas no son una exclusividad argentina. Si tomamos el caso de Manpower [está entre las ocho empresas más importantes del mercado español de ETTs], veremos que es una multinacional yanqui, que en 2005 facturó u$s16 mil millones, por haber provisto al mercado más de 4,5 millones de trabajadores temporarios. Sus principales mercados son Francia, EE.UU. y el Reino Unido y la revista Fortune la ubica en el puesto 136 entre las empresas estadounidenses y en el 412 en el ranking global. En Argentina, en 2005 Manpower insertó laboralmente a mas de 50.000 personas, sobre todo en puestos tercerizados o temporarios(2).

La función central de estas agencias es mantener un stock permanente de mano de obra flexible y barata, disponible en cualquier momento de acuerdo a las necesidades de las empresas. Esto lo pueden hacer gracias a la alta desocupación existente, lo que Marx llamó el ejército industrial de reserva, que permite a la burguesía presionar sobre las condiciones de trabajo y el salario de los ocupados.

Pero eso no es todo. Bajar el costo de la fuerza de trabajo, como hemos visto, es central para que el capitalista pueda aumentar sus ganancias. Con las agencias los costos laborales son bajísimos, ya que es ésta y no la empresa la que tiene la relación laboral con los trabajadores. Por otra parte, potencia la precarización laboral ya que se manejan fundamentalmente con contratos temporales. Cada agencia tiene una base de datos con trabajadores desocupados a su disposición a los que puede llamar en cualquier momento. Es como una forma de administrar ese ejército industrial de reserva que nombramos.

Y para cualquier reclamo, los trabajadores tienen que lidiar no ya con uno, sino con ¡dos! patrones. Por eso también profundizan la división de los trabajadores. No sólo entre efectivos y contratados, sino que incluso a veces hay tercerizados [subcontratados] de distintas agencias en una misma empresa. A cambio de estos servicios prestados a otros capitalistas, las agencias de empleo reciben una parte de la plusvalía que estos últimos extraen a sus obreros. Sus ganancias provienen entonces, de ese verdadero tráfico de esclavos modernos, de proletarios, que realizan.

Ante estas divisiones generadas por la burguesía, la clase obrera debe proponerse la unidad de sus filas, en el camino de luchar por terminar con los contratos basura y el trabajo precario, así como el trabajo en negro y la desocupación.


1 Salario, precio y ganancia. K. Marx.
2 Todos los datos fueron sacados del sitio web de Manpower.

Fuente: LVO 194

 

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