Es impresindible cambiar el régimen político, pero también el modelo ecónomico

El Régimen de la II Restauración borbónica está herido de muerte, ya prácticamente nadie lo pone en duda, incluyendo las fuerzas políticas y fácticas que han vivido de y para ese Régimen, también las “nuevas fuerzas políticas” estatales que se ubican en “la izquierda”. Lo que no tienen claro aún es cuales son las alternativas, y en ello andan entretenidos.

La fase de inicio de la actual crisis económica financiera en 2008/2009 coincidió con la mayor crisis de legitimidad de la monarquía. La publicación de algunas de las andanzas de Juan Carlos I y de su novia Corinna Larsen, así como la explosión del llamado “Caso Urdangarín”, conformaron una situación de franco deterioro de la imagen de la monarquía. Todo ello llevó a la abdicación obligada de Juan Carlos I el 2 de junio de 2014 a favor de su hijo Felipe, que fue coronado el 19 de junio del mismo año. Todo ello realizado en el particular estilo de Mariano Rajoy.

Quedó claramente demostrado que no había previsión alguna sobre que Juan Carlos abdicara, de hecho hubo que hacer a toda prisa la legislación oportuna para que tal cosa se pudiera materializar.

En los días que transcurren entre la abdicación de Juan Carlos y la coronación de su hijo y heredero Felipe, hay numerosas y muy concurridas manifestaciones de rechazo a la monarquía y por la República, muy especialmente en Madrid. La Delegación del Gobierno en esa Comunidad, ocupada por la tan ferviente monárquica como corrupta Cristina Cifuentes, instaura un auténtico Estado de Sitio. Se prohíbe cualquier movilización, incluso se prohíbe portar esos días cualquier símbolo republicano, incluidos los pins. A pesar de ello se realiza una manifestación en la Puerta del Sol, brutalmente reprimida por los antidisturbios. El mismo día de la coronación varias personas consiguen sacar banderas republicanas, entre ellas Doris Benegas; así mismo se producen otras expresiones republicanas. Por otro lado las calles por las que pasaba la caravana real están prácticamente vacías de gente en una clara expresión de la desafección de la población madrileña hacia una monarquía totalmente corrupta e impuesta por el Franquismo.

Como decíamos, el conjunto de las fuerzas del Régimen saben que este hace aguas por todos los lados, pero no se han puesto aún de acuerdo en cómo salir del hoyo. No les resulta fácil en estos momentos. Una nueva abdicación ni es posible, ni serviría de nada. Por supuesto, importantes sectores del Régimen no están dispuestos a que se deje completamente de lado a la monarquía y se avance hacia un proceso republicano, aunque este estuviera plenamente controlado por los de siempre. Parece sin embargo que hay sectores de “la izquierda del Régimen” que no excluyen esa posibilidad a la que intentarán atraer al movimiento republicano realmente existente en Madrid y en el conjunto de Castilla, así como en otros Pueblos del Estado español.

Hemos de vacunarnos contra esa deriva inaceptable porque no nos llevará a ninguna parte más que al descrédito del movimiento republicano y del propio concepto de República que nuestro Pueblo tiene, es decir, un modelo político al servicio de las clases trabajadoras y no al servicio de los de siempre.

Es fundamental estar alerta ante esa maniobra y avanzar lo más rápido posible en la puesta en pie de un amplio movimiento republicano en nuestro Pueblo, que de verdad signifique una ruptura con el franquismo y con el post-franquismo. En ello andamos.

Pero cada día es más evidente, y muy en especial con esta agudización de la crisis económica con el añadido de la pandemia Covid-19, que el modelo económico actualmente vigente en el Estado español es completamente contrario a unas condiciones de vida dignas y a la más elemental calidad de vida para nuestro Pueblo.

Si el modelo capitalista occidental está atravesando una severa crisis, en el caso del Estado español, dada su dependencia del exterior y las debilidades estructurales de partida, la situación es dramática. Tal como ocurre con la pandemia de la Covid-19 para la que se ha decretado un apagón informativo total, la desinformación sobre los efectos y las causas de la crisis socio-económica, es igualmente total. Las informaciones medianamente fiables hay que buscarlas en fuentes internaciones y las expectativas son francamente tremendas. Sin embargo, tenemos unas fuentes de información que son las claves que nos permiten obtener una visión cualitativa del auténtico drama social que se está empezando a vivir y que desgraciadamente irá a más en los próximos meses. Esas fuentes dependen de la propia observación de la realidad hecha por las redes sociales/políticas en las que desarrollamos nuestra actividad, es decir, las redes de los y las activistas.

La colas del hambre no son un invento, son una trágica realidad a la que hay que añadir la precarización global de la vida en lo referente a la vivienda, a la electricidad, al transporte… Son millones de personas las que están actualmente “viviendo” por debajo del nivel de la pobreza.

El miércoles 10 de junio, con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, excepto la abstención de Vox, se aprobó el llamado Ingreso Mínimo Vital, que supondrá aportar desde el Estado para aquellas personas que cumplan una serie de requisitos 462 euros mensuales para las familiar monoparentales y 1022 para las familias de tres miembros. ¿Alguien en su sano juicio considera que con esas cantidades se puede sobrevivir, lo que implica pagar el alquiler de la vivienda, la comida, la electricidad, el transporte… en cualquier sitio, pero muy particularmente en una ciudad como Madrid? Obviamente no.

El confinamiento ha sido un gran ensayo general del modelo de vida que nos quieren imponer en una sociedad plenamente precarizada. No parece que lo vayan a conseguir. Desde abril, impulsado por la Coordinadora 25-S y apoyada por IzCa y otras organizaciones se ha puesto en marcha un proceso de movilización imprescindible para que la gente del común se apropiara de las calles, que son suyas, por supuesto con todas las medidas de seguridad necesarias desde el punto de vista de la pandemia. Era imprescindible que la gente empezara a tomar la calle. No podemos permitir que conviertan los barrios populares en una gran cárcel, esa es su pretensión. Simultáneamente pudimos comprobar como en los barrios ricos no tuvieron ningún problema para salir desde el principio con la tolerancia del Gobierno.

Necesitamos un cambio de Régimen político y un nuevo modelo económico. Esto es hoy totalmente posible además de necesario.

El capitalismo internacional está dividido y confrontado entre dos grandes corrientes: la que pretende el mantenimiento del globalismo neoliberal, incorporando algunos matices que le permitan mejorar su imagen, encabezada por el Partido Demócrata de los EEUU y con un apoyo casi pleno de la UE actual; y aquel sector que encabeza Trump y que agrupa a los llamados “continentalistas”, partidarios de la repatriación de la industria a los EEUU.

Una buena parte de lo que ocurre en el mundo occidental, tambien mediáticamente hablando, tiene que ver con tal confrontación entre esas dos grandes fracciones del capitalismo internacional.

Pero hay otro campo cada vez mas amplio y exitoso, que es el de la agrupación de diversos países, cada uno con sus características propias y con respeto a su soberanía. Estamos hablando de lo que inicialmente se denominaron los BRICS y que avanza paso a paso en la instauración de un nuevo orden mundial multipolar y significativamente más respetuoso con la identidad de los Pueblos y el medio ambiente. Ese “nuevo orden mundial” en lo económico, lo político y cultural es en el que desde luego Castilla -y creemos que el conjunto de Pueblos del Estado español- debe de incorporarse.

Tal como ocurrió en la I Guerra Mundial, no se trata de situarse con el eje del Imperio astro-húngaro-prusiano o con la Alianza franco-británica, sino de construir una agenda propia en lo económico, lo político y lo cultural. Castilla en particular y el Estado español en general tienen las condiciones objetivas más favorables para ocupar un significativo papel en la construcción de ese “nuevo orden mundial”.