Carta de Sestaferia C.S. sobre'l xuiciu a Cándido y Morala: "Cándido y Morala son un error histórico".

CANDIDO Y MORALA SON UN ERROR HISTóRICO

Cándido y Morala son en sí mismos un error de la historia y su actual procesamiento contribuye a subsanarlo. Ambos son elementos que no tienen cabida en el mundo en que vivimos. Debieron quedarse en los últimos años 70, o haberse travestido en los 80, como hicieron tantos y tantas.

Si se les está juzgando ahora es porque son un anacronismo. Para todo hay un tiempo y un lugar, y el suyo ya pasó. No se puede pretender a estas alturas de la vida reivindicar un puesto de trabajo fuera de la temporalidad y la precariedad de la hostelería. No sabemos qué pretendían cuando recurrieron su prejubilación forzada para impedir con ello que su puesto de trabajo desapareciera, o en el mejor de los casos fuera ocupado por un joven que cobraría el 70% de su sueldo. No se puede ser refractario ante la lógica del hormigón y el ladrillo que cercan el que fuera durante décadas su astillero, hoy triste caricatura de la aldea de los irreductibles galos.

Debisteis abandonar, Cándido y Juan Manuel. Debisteis haberos largado cuando pudisteis y no haber prolongado la agonía de vuestra empresa. O haber caído en la depresión cuando se impuso el Desencanto entre los que soñabais con que el cambio era posible. Debisteis si no, haberos cobijado bajo la sombra de los árboles del oportunismo, haberos liberado y vivir hoy como venerables agentes sociales.

Pero escogisteis mancharos con las ruedas, la gasolina y el humo. Y eso no se perdona. No os lo perdonan ni los que llevan tiempo con el plan de urbanización de Poniente preparado, ni la mafia del ladrillo, ni los oportunistas a los que tantas veces dejasteis en evidencia. No lo perdonamos tampoco las mozas y los mozos que vimos en primera persona que resistir ye vencer, y que aprendimos que nunca se grita lo suficientemente alto como para que te escuchen desde arriba. En ocasiones es necesario pisar el pie que pretende aplastarte, y vosotros nunca pedisteis perdón por no dejaros pisar. No os lo perdonarán. Pero nosotros tampoco os perdonamos que hayáis contribuido a que nuestra existencia no sea sumisa y tratemos hoy en día de nadar en contra de la corriente dominante. Desde críos hemos visto a unos locos que se tapaban el rostro para dar la cara, padres de familia o jóvenes bisoños, que se exponían a pelotas de cáustico realismo para reclamar que su empresa tenía futuro. Y lo ha tenido durante demasiados años. Debió desaparecer junto con Riera, Cantábrico, IKE, Moreda, Obrerol pero os empecinasteis en prolongar la ilusión de una ciudad que vibraba con aquellos chiflados del Naval.

Locos. Ahora os pasarán la receta.

Debisteis rendiros a tiempo. Ahora puede que sea demasiado tarde y que se impongan el revanchismo de unos y la cobardía de otros. También puede que las mozas y los mozos que crecimos escuchando que Asturies se salvaba quemando os exijamos cuentas por habernos metido esas ideas en la cabeza. Por habernos obligado a ver que con razonamiento y determinación se pueden abrir brechas en la pared, aunque sea a cabezazos. Por trazar líneas y por hacer historia. Por no dejaros pisar.

Corren tiempos de revisionismo y se están reescribiendo muchos episodios de la historia reciente. Nosotros no lo necesitamos. Nuestra historia la tenemos bien presente. Vive y trabaja a escasos metros de nuestras casas. Todavía respira, se indigna y juramenta. Conspira y actúa. La historia de los que resisten.

C.S. Sestaferia

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