Comunicado de Corriente Roja de apoyo y solidaridad con Euskal Jai

Corriente Roja manifiesta su solidaridad con el potente y combativo movimiento por la ocupación y por la resistencia social que ha venido desarrollando la experiencia del gaztetxe Euskal Jai y que sin duda va a continuar con la experiencia de la ocupación y la creación de experiencias alternativas al sistema.

Buena prueba de la pujanza y del apoyo del movimiento social ha sido la multitudinaria manifestación, 15.000 personas, en protesta por el derribo de Euskal Jai del pasado sábado en Iruñea, que culminó en una nueva ocupación y la creación de un nuevo gaztetxe en la iglesia de José y María y en la ocupación, también, del palacio de Mendillorri, propiedad del Gobierno navarro.

Queremos también expresar nuestra protesta y nuestra repulsa por la violenta actuación en el desalojo de estos nuevos espacios ocupados por parte, tanto de la policía municipal como de la policía nacional. La aplicación científica y sistemática de la violencia por parte de los aparatos represivos del estado contra cualquier tipo de disidencia social no es algo nuevo ni que nos pille de sorpresa, pero esto no debe ser óbice para que continuemos denunciando, resistiendo y enfrentando las agresiones de las que somos objeto.

Esta violencia del Estado, que cobra una especial virulencia en el caso de un lugar de Europa en el que la resistencia y la lucha están especialmente articuladas como es Euskal Herria, no se limita a la actuación policial, sino que tiene su continuación natural en la criminalización a través de un aparato judicial en el que resulta casi imposible encontrar ningún rasgo de independencia. De los 28 detenidos en el último desalojo del gaztetxe, 7 han sido acusados de atentado contra el patrimonio, como si rehabilitar y destinar a uso social locales abandonados pudiera suponer un delito. Subordinar cualquier tipo de interés social al derecho a la propiedad es un hecho que ilustra cual es la filosofía que informa la actuación de los jueces en el sistema capitalista.

Toda nuestra la solidaridad con todos los agredidos en el desalojo y con los posteriormente encausados. Sabemos que la violencia y la criminalización continuarán, y que serán mucho mayores contra aquellas experiencias que sean capaces de crear sociedad alternativa, de cuestionar y salirse de los marcos del sistema, de crear contrapoder, pero sabemos, también, como nos demuestra vuestro ejemplo, que las resistencias seguirán adelante y se multiplicarán. La resistencia al capitalismo y a sus aparatos represivos es posible, la experiencia de los centros sociales es una buena muestra de lo que hemos afirmado y continuaremos defendiendo. SI, SE PUEDE.

Corriente Roja, 26 de Agosto de 2004