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Estado español :: 27/04/2010

La CNT zaragozana ante el Primero de Mayo

CNT-Zaragoza
Para el próximo 1º de mayo, la CNT de Zaragoza convoca una manifestación que saldrá a las 11:30 de la Plaza de San Miguel, para terminar en la Plaza Reina Sofía.

Para el próximo 1º de mayo, la CNT de Zaragoza convoca una manifestación que saldrá a las 11:30 de la Plaza de San Miguel, para terminar en la Plaza Reina Sofía. A continuación, reproducimos el comunicado elaborado con motivo de esta fecha:

Tras más de dos años que llevamos los trabajadores sumidos de lleno en la crisis económica, se acerca una vez más el 1º de mayo. Llegamos al día de los trabajadores, y lo hacemos con un panorama todavía peor que el del año pasado, que a su vez ya fue notablemente más duro que el anterior. Es decir, que mientras para banqueros, grandes empresarios y burócratas, sean políticos o sindicales, la crisis se queda en noticias que a duras penas les afectan, los trabajadores seguimos cuesta abajo y sin frenos. Y por si esto fuese poco, se nos presentan en el horizonte nuevas agresiones contra nuestros derechos; nuevos recortes que aún han de empeorar más nuestras actuales condiciones de vida.

Con más de cinco millones de parados, con decenas de miles que no cobran ya ninguna prestación (esos para los que los mass-media se reservan el eufemismo de “parados de larga duración”, que encubre realidades de auténtica agonía y miseria) sólo en Aragón, no se les ha ocurrido mejor idea a las instituciones (gobierno, patronal y sindicatos oficiales) que poner sobre la mesa una nueva reforma laboral. También hemos oído estos días hablar de reformas del sistema de pensiones, de incrementos de impuestos indirectos (esos en los que paga lo mismo un multimillonario que un obrero mileurista, pese a la diferencia en sus respectivos ingresos) y, en fin, de una larga retahíla de abusos contra los de siempre: los que hemos generado la riqueza de este país cuando las vacas eran gordas, y somos relegados a situaciones de apuro, necesidad e incluso extrema pobreza cuando las vacas se vuelven flacas.

Parémonos a pensar un momento: ¿hemos generado la crisis los trabajadores? ¿somos responsables de alguna forma de esta debacle económica? De ninguna manera. ¿Por qué, entonces, somos nosotros quienes la pagan, una vez más?. Todos los Estados de los llamados países “desarrollados”, entre ellos el español, han dilapidado miles de millones de euros en operaciones de salvamento a la banca, han condonado deudas a grandes magnates (Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, sería el ejemplo más cercano para nosotros), etcétera. Ese Estado que habla de la necesidad de “austeridad” en estos tiempos que corren, es el mismo que continúa gastándose sumas ingentes en subvenciones para partidos políticos y sindicatos, en lugar de dedicar ese dinero a la satisfacción de las necesidades más acuciantes de quienes menos tienen, como podrían ser la total cobertura con fondos del erario público de alimentación y vivienda para todos.

Queda suficientemente demostrado con este pequeño resumen, pues, que dinero hay, y de sobra. El problema, es que ese dinero se lo están repartiendo una vez más entre los mismos de siempre, que son además los responsables directos de la crisis que estamos sufriendo. Dicho de otra forma, nos están expoliando a los trabajadores como nunca antes en varias décadas se había visto, tanto a nivel nacional como internacional.

Y por si fuera poco con lo que ya hay, como decíamos al principio se avecinan reformas que todavía agudizarán más esta dramática situación. Se pretende impulsar el famoso “contrato de fomento del empleo”, que reduce la indemnización por despido improcedente de 45 días/año a sólo 33. Además, gobierno y patronal han tenido el descaro de proponer que el FOGASA costee una parte de estas indemnizaciones. Dicho de otra forma: se pretende que los trabajadores paguemos nuestros propios despidos. Se pretende reducir en dos puntos la cotización de las empresas a la Seguridad Social. Se ha lanzado el globo sonda del posible retraso de la edad de jubilación a 67 años, que antes o después se hará realidad.

Para estos señores se trata, en suma, de “flexibilizar” un poco más el mercado laboral. Se trata de mermar todavía más el poder adquisitivo de los trabajadores, de reducir las prestaciones sociales, de hacernos trabajar más por menos. Todo ello con la aprobación y la complicidad de CCOO y UGT, de quienes ya no es necesario demostrar que llevan más de treinta años haciendo cumplir los deseos institucionales de paz social y desmovilización, que nos han dejado a los trabajadores sin herramientas para defendernos, en lugar de preocuparse lo más mínimo de defender los derechos y la dignidad del conjunto de la clase obrera.

¿Qué nos queda a los trabajadores?

Es evidente que cuesta dar con formas efectivas de oponer resistencia a estos atropellos. Cuesta, porque desde la llamada “Transición” se nos ha habituado a un modelo de organización sindical que es herencia directa de la CNS franquista, en la que la corrupción campa a sus anchas, en la que mediante el sistema de subvenciones los sindicatos dependen directamente del Estado, en lugar de ser organizaciones autónomas y bajo control de aquellos a quienes supuestamente deben defender: los trabajadores.

La CNT plantea a todo esto una alternativa: la del anarcosindicalismo. Una propuesta organizativa que rompe con el sindicalismo tradicional, que dice NO a las subvenciones para garantizar la propia independencia, que dice NO a comités de empresa y elecciones sindicales porque en la empresa potencia la sección sindical y la asamblea de trabajadores como garantía de que no se habrán de firmar acuerdos que vayan contra nuestros intereses, y que dice NO a los ejércitos de liberados sindicales que supuestamente se encargan de velar por los intereses de los trabajadores, cuando en realidad constituyen una nueva clase social más preocupada de los suyos propios y que en muchas ocasiones directamente desconoce la situación de sus teóricos defendidos.

Una propuesta organizativa que se fundamenta en los principios de solidaridad y apoyo mutuo, que da plena cobertura a quienes quedan en situación de necesidad por estar inmersos en luchas sindicales, y que rechaza de plano hacer concesión alguna cuando se emprende un conflicto laboral. Una propuesta organizativa, en resumen, que ha demostrado en los últimos años que funciona, que da resultados y que es tanto más efectiva cuanto mayor es el número de trabajadores que se le suman.

Estamos viviendo una situación en la que la patronal, al amparo de gobierno y sindicatos mayoritarios, va a tratar de llevarnos a condiciones de semiesclavitud. Ante esto, sólo te queda una alternativa:

ORGANÍZATE Y LUCHA CON LA CNT
ACUDE A LA MANIFESTACIÓN DEL PRIMERO DE MAYO

 

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